Coronavirus

El oficio más solitario esquiva la pandemia

Pepe Serra, ganadero de Bicorp, sostiene con tesón la lucha por la supervivencia del pastoreo tradicional en condiciones muy hostiles

«Desi», uno de los pastores del proyecto, durante uno de los paseos.

«Desi», uno de los pastores del proyecto, durante uno de los paseos. / PERALES IBORRA

Javier López

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La lucha contra la covid-19 a la que se enfrenta el mundo desde hace algo más de un año ha sometido de tal modo a la economía española que algunos oficios corren el riesgo de desaparecer. La lucha por la supervivencia de los puestos de trabajo afecta a amplios segmentos de la población y el sector rural, el gran olvidado, ha combatido con ímpetu los rigores de la pandemia. Inmerso en ese contexto rural, un oficio ancestral como el pastoreo batalla por adaptarse a tiempos muy complejos.

Pepe Serra es un empresario de Bicorp que hace algo más de dos años se aventuró en la difícil empresa de la ganadería extensiva en los montes de Bicorp junto a sus vecinos José Manuel y Alejandro, y Desi, de Enguera. Hoy, tras las múltiples trabas que le ha impuesto la pandemia, puede decir que, pese a no conseguir todo el beneficio económico que esperaba con el proyecto ganadero, su negocio sigue sobreviviendo y luchando cada día contra la crisis económica que ha generado la pandemia a nivel mundial.

«Los precios de la carne que vendemos están por los suelos. La oferta sigue siendo la misma pero la demanda ha caído en picado. La cosa está muy mal», se lamenta el granjero hablando de cómo se ha visto afectada la comercialización en el sector. Pese a esta situación tan crítica, el proyecto de ganadería extensiva de Pepe Serra no ha recibido ninguna ayuda económica del Gobierno de España ni de la Generalitat Valenciana. «En el sector se han distribuido ayudas por la pandemia. Nosotros las solicitamos telemáticamente pero en la Oficina Comarcal Agraria no nos supieron explicar el por qué de su negativa. Estaban desbordados», relataba a este diario el pastor de Bicorp.

El pastoreo, al ser una actividad esencial, siguió funcionando durante toda la cuarentena domiciliaria por su propia naturaleza sin caer en ningún riesgo. Los animales eran atendidos diariamente. «Ninguno de nosotros ha estado enfermo, tenemos poco contacto social por la propia característica del oficio, que nos hace ser solitarios pero cuando nos juntamos, estamos al aire libre y con mucha distancia», aseveraba Serra para visualizar su prevención.

El ganadero de Bicorp, a parte del oficio del pastoreo, también se dedica a otras actividades agrícolas esenciales y que, según él, le permiten ganar dinero para vivir porque, de lo contrario, habría tenido que cerrar la explotación, diciéndole adiós a su tan ansiado y trabajado proyecto. «Tenemos que ganar dinero aunque vendamos cada pieza de ganado a precio de risa», confiesa el pastor empresario de Bicorp.

En cuanto a las buenas nuevas que llegan de los laboratorios de vacunación, Pepe Serra asegura que el sector ganadero no está en grave peligro por el virus y deja las primeras dosis de las vacunas para profesionales que trabajen de cara al público como médicos, policías o profesores. «Los temporeros de la cosecha que van diez personas en una misma furgoneta también deberían recibirla cuanto antes», añade.

La agricultura y la ganadería cumplen funciones importantes de abastecimiento dentro de esta sociedad y, por ello, se consideran esenciales y vitales para levantar el país de la crisis económica y sanitaria que se cierne sobre él. Según el granjero, España no puede basar su modelo económico únicamente en el turismo, el sector más resentido a causa de la covid. «Tenemos que cuidar nuestra soberanía alimentaria y tener alimentos suficientes de calidad y de proximidad. Comprar alimentos nacionales, no de fuera de la UE, para apoyar el sector primario, el gran olvidado», advierte Pepe Serra sobre las consecuencias de la globalización en la agricultura.

De cara al futuro

El proyecto de ganadería extensiva del pastor valenciano y sus socios sigue sobreviviendo y lo seguirá haciendo siempre y cuando la comercialización del sector vuelva a la normalidad, convirtiéndose así en un pilar fundamental, no solo contra la prevención de incendios, sino también en la lucha durante los tiempos de la covid.

En la imagen de la izquierda, Pepe Serra, el ideólogo del proyecto de trashumancia, con uno de los cabritos pequeños de su rebaño en Bicorp, que también procura asegurar la cría. Abajo, dos de los animales, al aire libre, con uno de los perros.

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