Coronavirus

Las Fallas de València 2021 no serán en marzo, sino que se celebrarán entre mayo y julio

La comisión de reconstrucción de la fiesta ya trabaja en un nuevo calendario, sin descartar que haya actos en marzo o que la Ofrenda sea en mayo

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Las Fallas de València 2021 no se plantarán y quemarán en marzo. Y por si quedaba alguna duda, otras fiestas que conllevan concentración de personas, como la Semana Santa y la Feria de Abril de Sevilla, ya han anunciado su cancelación. Pero la fiesta tendrá lugar y lo hará, si el calendario de vacunación de la Covid-19 no sufre ningún retroceso sustancial, en una horquilla que irá entre mayo y julio (salvo en los días de Hogueras), y hasta octubre se considera el plazo de alargue máximo. Todo ello, pensando en que cada ayuntamiento pueda amoldar el programa a un calendario propio. No será, pues, una fiesta uniforme en todo el territorio, pero sí que se da por hecho, contando con que para entonces los índices de inmunidad estarán creciendo, que los festejos irán pudiendo liberarse, y más cuanto más pase el tiempo.

Esta es una de las conclusiones a las que se ha llegado dentro de la comisión de reconstrucción de la fiesta en la que falleros tanto de València como de juntas locales y las administraciones están llevando a cabo con sumo tiento. De momento, el alcalde de València, Joan Ribó, ya ha confirmado que, pese al inicio de la vacunación contra el coronavirus, las Fallas 2021 no podrán celebrarse en las fechas habituales.

Sin inmunidad no hay Fallas

Hay que recordar que la Generalitat no va a aceptar (tampoco el Gobierno de España) unas fiestas populares hasta que no haya una inmunidad mínima y un riesgo asumible dentro de los riesgos de las epidemias de un año normal, como la de la gripe -que le cuesta la vida a varios miles de personas cada año, pero que tiene un calendario de vacunación e inmunización-.

Esto no quiere decir que marzo quede desierto. El plan en el que se trabaja incluye celebrar los actos que se pueda. Ahora mismo, en el contexto actual, podrían celebrarse cosas. Por lo que, dentro de tres meses, aún podrían ser más. Los suficientes como para cargar de moral a los protagonistas de la fiesta. Misa a San José, pasacalles, conciertos... aquello que no llame a multitudes y que tenga aforos limitados.