Fiscal contra los delitos de odio en Barcelona

Miguel Ángel Aguilar: "No todo lo odioso es delito de odio"

El fiscal cree necesaria una ley de igualdad de trato que sancione actos de discriminación que no son delito.

Sostiene que la exhibición de enseñas nazis no es infracción penal sino va acompañada de incitación a la violencia

Miguel Ángel, fiscal contra los delitos de odio en Barcelona.

Miguel Ángel, fiscal contra los delitos de odio en Barcelona. / RICARD CUGAT

J. G. Albalat

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¿La fiscalía ha constatado un aumento de los delitos homófobos? Los datos del 2020 no se han tratado, pero sí que objetivamente hay un incremento, que ya observamos el año pasado. Hay que ser prudente con estos datos porque la Agencia para los Derechos Fundamentales de la UE puso de manifiesto que sigue habiendo una cifra sumergida de delitos que no se denuncian, en torno al 80%. Los sucesos que ahora se denuncian no sabemos si es porque emerge esta cifra o se debe a un incremento de acciones. Un poco de las dos cosas.

El reproche penal entre la agresión física y la verbal es distinto. Las agresiones son actos fundamentalmente contra la integridad física de la persona, cuando las golpean. Eso siempre es delito y la pena está en relación con las lesiones. Si las lesiones son leves y no requieren tratamiento médico, la fiscalía sostiene desde hace años que es un delito contra la integridad moral porque la voluntad es humillar, que comporta una pena menor de seis meses y dos años de prisión y multa. Este criterio se ha ido consolidando. Antes solo se imponía una pequeña multa.

¿Y los insultos? Los insultos puntales, como cuando dos chicos van por la calle cogidos de la mano y les dicen “maricón de mierda”, quedaron despenalizados en 2015. Sin agresión física, este insulto debe ir por vía administrativa, por la ley contra la homofobia. Cuando nos llega un caso así, lo comunicamos en la Generalitat. Hay ordenanzas municipales que también lo recogen. Cuando los insultos son reiterados y públicos es un delito de lesión a la dignidad de la persona mediante acciones que entrañan descrédito.  

¿Los delitos de odio dónde se encuadran? No todo lo odioso es delito de odio. Lo son los comportamientos que el Código Penal prevé: es decir, cuando las lesiones, amenazas, coacciones o robos se cometen con animadversión o rechazo a la orientación sexual, identidad de género u otros motivos de discriminación, como racismo e ideología. También es delito el discurso de odio ,que consiste en la incitación de la violencia, al odio o la discriminación contra los homosexuales u otros colectivos.

"Internet es el principal medio de transmisión del discurso de odio porque llega a muchas personas"

¿Las redes sociales han provocado que se disparen estos delitos? Es el principal medio de transmisión del discurso de odio porque llega a muchas personas, se amplifica y se difunde de forma indiscriminada. Hay que analizar el perfil de quien los emite y si es reiterado el mensaje. Es importante además el contexto. La incitación a la violencia contra los musulmanes penetra más porque determinados grupos se han encargado de asociar a todos los musulmanes con el terrorismo.

¿La sociedad española es tolerante o no? Creo que sí, pero hay células intolerantes. La sociedad española ha hecho un paso muy positivo en los últimos años en el grado de aceptación, de respeto y de tolerancia. Hay signos preocupantes e inquietantes de intolerancia. Son minoritarios, pero llegan más al público a través de internet. Muchas veces lo que se transmite son prejuicios y estereotipos. La difusión de ciertos mensajes contribuye a mantener o aumentar los prejuicios contra el diferente y eso es lo preocupante porque genera rechazo y discriminación hacia el mismo.  

¿La prevención es la mejor medicina? Evidentemente. La lucha contra la discriminación no ha de ser exclusivamente con el derecho penal. Hace falta un conjunto de medidas. La más importante de todas es la educación en la escuela, campañas de sensibilización y la creación de nuevos instrumentos normativos. El armazón jurídico es suficiente, aunque sería necesaria una ley integral de igualdad de trato que establezca infracciones administrativas para la 'microhomofobia', el 'microracismo' y la ‘microdiscriminación’. Si te saltas un semáforo en rojo, nadie piensa que te aplicarán el Código Penal, pero saben que te multan. En la discriminación hay comportamientos que no tienen porqué ser delitos, pero no deben quedar impunes. Las sanciones pueden ser desde multas, trabajos en beneficio de la comunidad o cursos formativos. Hace falta que las leyes se hagan con mayor rigor y precisión, porque la ley de homofobia del 2014, desde el punto de vista del régimen de infracción, está mal redactada y es insatisfactoria.

"En las escuelas se están haciendo cosas, pero debería haber un contenido obligatorio"

El pasado domingo durante una manifestación en la plaza de Sant Jaume se exhibieron enseñas nazis. ¿Es delito? Si no va acompañado de expresiones que comporten una incitación a la violencia, al odio o a la discriminación contra los colectivos protegidos por el Código Penal no es una infracción penal. Lo deseable sería que se tipificara expresamente en una ley de igualdad de trato, como ocurre en la legislación deportiva con la exhibición de estos símbolos.

¿Se debe introducir en la escuela el valor a la tolerancia? Se están haciendo cosas. Los Mossos dan charlas en los colegios. Debería ser obligatorio que en las escuelas se hable de diversidad. Tenemos una sociedad diversa que se enriquece con personas de otros orígenes, lenguas u orientaciones sexuales. Toda esa diversidad hay administrarla bien y fomentar el respeto, la aceptación y la tolerancia al diferente. Y eso no puede ser voluntario, sino obligatorio. También es importante la formación de los formadores.

¿Qué no funciona en una sociedad democrática si continúa habiendo ataques racistas y homófobos? Actos de intolerancia siempre los va a haber. Forma parte de la condición del ser humano rechazar lo diferente. Quien rechaza al diferente es por ignorancia. La educación en la clave, así como la respuesta sancionadora de la Administración. Ha habido una transformación social desde que se ha hecho visible el colectivo homosexual. Se han roto muchos prejuicios y estereotipos. Los ejes fundamentales en la lucha contra la discriminación son, en definitiva, la educación, la formación obligatoria de quienes tenemos la responsabilidad de la seguridad pública y privada y en la justicia, y el refuerzo del sistema normativo mediante la ley de igualdad de trato.

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