LACRA SOCIAL

Las agresiones físicas al colectivo LGTBI se triplican en Catalunya

Pareja LGTBI besándose durante la manifestación del Orgullo

Pareja LGTBI besándose durante la manifestación del Orgullo / periodico

Elisenda Colell

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Las agresiones físicas contra las personas homosexuales, bisexuales y transexuales registradas por el Observatorio Contra la Homofobia en Catalunya se dispararon en el 2019. Si en el 2018 la entidad registró 16 agresiones físicas contra el colectivo LGTBI, en el informe del 2019 ha reportado 45 casos, prácticamente un aumento del 300%. El observatorio pide medidas urgentes a las administraciones y considera que la extrema derecha ha alentado a los agresores, cada vez más deshinibidos en la intolerancia.

"Me quedé bloqueada, no me pude mover ni un milímetro. Si mi pareja no se hubiera puesto en medio me habría llevado una buena hostia. En cambio, la hostia la recibió ella: hematomas y uñas en los brazos que me hacen pensar que aun así tuvimos suerte, que podría haber sido mucho peor y que hay gente que se lleva auténticas palizas". Esta es una de las 47 personas que, el año pasado, denunciaron ante el Observatorio contra la Homofobia haber sufrido una agresión física por su orientación sexual. En su caso, el desencadenante de la violencia fue dar un beso a su pareja en el metro de Barcelona. 

En total, en el 2019 el observatorio contabilizó 92 agresiones violentas, tanto físicas (45) como verbales (47), a personas del colectivo LGTBI en Catalunya. En el 2018 fueron 51 los ataques de todo tipo reportados. En la mayoría de los casos, estas agresiones se dan contra personas homosexuales, en la vía pública, en el transporte público y en espacios de ocio. "Estamos hablando de un patrón, de una conducta generalizada en la que los agresores se encuentran cada vez más impunes; son chicos jóvenes que agreden en grupo", señaló el presidente del observatorio, Eugeni Rodríguez.

Rodríguez pidió que los cuerpos policiales actúen con rapidez ante estos casos y que se trasladen al lugar de los hechos para identificar al agresor, que normalmente sale impune del ataque. De hecho, según esta memoria del 2019, solo el 16% de las víctimas han denunciado las agresiones recibidas ante la justícia, y el Govern solo ha abierto un expediente de sanción. "Necesitamos ya que la Generalitat depliegue el reglamento de la ley catalana contra la homofobia", se quejó Rodríguez. Esta ley, aprobada por el Parlament hace ya seis años, permite al Govern sancionar ataques o actos discriminatorios que no sean considerados un delito. En el 2019, sin embargo, según los datos que ha facilitado la entidad, el Govern solo abrió un expediente. 

En total, los actos discriminatorios contra el colectivo han crecido un 41%, según los datos registrados por el Observatori Contra la Homofobia, que corresponden a las personas que se han contactado con la entidad para poner el caso en su conocimiento. El 18% de ellos son casos de odio contra el colectivo, ya sea de forma anónima, con pintadas en la calle o mensajes en las redes sociales, o con discriminaciones personales; el 9,4% dijo haber recibido un trato inadecuado, y el 7,5% denunció acoso. Durante el confinamiento, la entidad ha seguido una veintena de casos en donde las personas afectadas eran víctimas de acoso por parte de sus vecinos, tras conocer su identidad sexual. 

Barcelona es la ciudad donde más actos discriminatorios se han producido, un total de 73, principalmente localizados en el Eixample, Sants-Montjuïc y Ciutat Vella. "Es importante que las personas denuncien lo ocurrido, que acudan a nuestros servicios y hagan aflorar todos estos actos", ha afirmado el concejal de Derechos de Ciudadanía, Marc Serra, que ha confirmado que el ayuntamiento colgará la bandera del arcoíris este 28 de junio, en defensa de las personas LGTBI.