INVESTIGACIÓN

Las misiones de los detectives privados durante el confinamiento

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Luis Rendueles

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Sus padres están divorciados. El menor seguía compartiendo su tiempo con los dos durante el estado de alarma, tal y como marcaba el régimen de visitas. Pero un detective privado siguió a la madre, le hizo fotografías y descubrió que la mujer se saltaba el confinamiento y llevaba a su hijo a "una playa con casetas" en las que le dejaba jugar sin cumplir las condiciones de seguridad y arriesgando la salud del crío. La juez Navarro, del número 7 de Santa Cruz de Tenerife, dictó un auto suspendiendo las visitas de la madre mientras no acabe el estado de alarma.

Es solo una de las investigaciones que han realizado los detectives privados en tiempos de coronavirus y fases de desescalada en España. Unos 5.000 profesionales con licencia de los que trabajan activamente unos "1.600 o 1.700", en palabras de Julio Gútiez, propietario de Mira Detectives en Madrid y uno de los veteranos del sector. Cada investigación es un mundo y tiene un precio. Una tarifa normal por un caso normal ronda los 80 euros la hora. Un caso complejo de custodia de menores en el que los detectives sean decisivos puede valer hasta 3.000 euros.

Los investigadores españoles auguran un aumento de fraudes durante las próximas semanas. "Habrá bolsas de engaños con el ingreso mínimo vital", advierten

Las investigaciones por la custodia de menores han sido una de las misiones más encargadas en estos tiempos de confinamiento. Agustín Ruiz, 30 años en el oficio y vicepresidente de la Asociación Nacional de Agencias de Detectives Privados de España y director del despacho Indaguer, explica que ha habido varios casos en los que un padre se negaba a cumplir el régimen de visitas y entregar al hijo a la madre, alegando que el crío estaba mejor en su casa para pasar el confinamiento.

El estado de alarma y las diferentes fases de desescalada por provincias condicionan las misiones encargadas a los detectives. "Nosotros nos dedicamos a investigar conductas y esas conductas se han visto modificadas por la situación actual", explica el detective Ruiz, "al haber menos gente en la calle es mucho más difícil pasar desapercibido, aunque siempre hay maneras de lograrlo", añade. En un primer momento, hubo confusión sobre si los investigadores podían estar en la calle, pero un escrito de 30 de abril del Ministerio del Interior los autorizaba claramente a seguir haciendo investigaciones en la calle.

Bajan los encargos

Los encargos han bajado, "hasta un 80%", subrayan fuentes del  sector, pero se han hecho investigaciones con éxito. Algunas, cómo no, de fraude, esta vez fraudes vinculados al coronavirus. "Hemos tenido casos de personas que decían a sus jefes que estaban confinados en sitios sin cobertura ni acceso al móvil, que se habían ido a ver a su madre al pueblo, no podían teletrabajar. Y hemos comprobado que el hombre estaba en su casa, en Madrid", añade Ruiz.

La detective Angeles Pérez, más de 20 años en el oficio, dirige la agencia Ar Follow en Las Palmas. Explica que con el estado de alarma ha sido más difícil hacer seguimientos por las calles, pero sí han seguido produciéndose investigaciones sobre fraudes, esta vez con el coronavirus y sus consecuencias como coartadas. "Hemos hecho vigilancias a objetivos desde bien temprano y hemos visto que supuestos enfermos salían a comprar sin mascarillas ni guantes, se veían con otras personas, incluso hacían deporte". Otros han sido fotografiados fumando, hablando con gente y aplaudiendo radiantes en los balcones a las ocho de la tarde. No siempre era fácil identificar a un objetivo, muchos llevaban mascarillas.

José María Fernández Abril, director de la agencia Abril Detectives en Barcelona, explica que "ha habido picaresca y algún listo. Una persona que decía que no podía mover el brazo y la tenemos jugando a tenis, otros que han hecho 'footing'…".

Deudas y morosos

La situación de encierro domiciliario ha beneficiado a los detectives en un aspecto importante. Ayudan a los juzgados a localizar personas que no se presentan ante los tribunales. "Las citaciones hay que entregarlas en mano, los juzgados no tienen medios y muchas veces no se localiza a las personas. Suelen ser temas de deudas, morosos, impagados", explica Agustín Ruiz, que admite que "el confinamiento nos ha venido bien para localizarlos. Estaban en sus casas". En estas semanas de encierro, han confirmado la localización de varios de esos morosos escurridizos para la justicia. ¿Cómo lo hacen? "Con imaginación, con picardía haciendo alguna gestión sin alertarlos", sugiere este detective.

No solo han seguido en las calles, también han investigado desde los despachos y en redes sociales. Julio Gútiez, de Mira Detectives, explica que han recibido muchas peticiones para investigar acosos a través de las redes sociales. En algunas ocasiones, la Policía Nacional se ha hecho cargo de las denuncias. Una directora de Recursos Humanos de una importante empresa ha sufrido el acoso de alguien que se hizo pasar por directivo de otra firma. Creó una red de perfiles falsos y acabó amenazándola a ella y a sus hijos. Algo similar ha sufrido durante el estado de alarma un director de un laboratorio farmacéutico. A través de una conocida red social profesional ha sido acosado y amenazado con perfiles falsos en los que se le acusaba a él y a su firma de no colaborar en la lucha contra el virus.

Aumentarán los fraudes

En cuanto a las próximas semanas, Abril, que fuera presidente del Colegio de Detectives de Barcelona, prevé que cuando acabe el confinamiento habrá un aumento de casos de fraudes al seguro. "Tendremos mucha gente sin ingresos y habrá más simulaciones de accidentes", asegura.

El detective Agustín Ruiz coincide. Acaba de culminar una investigación en Andalucía. Un hombre dijo que habían entrado a robar en su casa. Se habían llevado muchas cosas, incluida una televisión de 1.500 euros. Su  informe fue contundente: "Lo fingió. Falsificó facturas y simuló forzamientos en la puerta". "Prevemos una escalada tremenda en el tema de los fraudes. Siempre suben en momentos de crisis. Entre trabajadores y empresarios. Habrá muchas personas con la tentación de quemar por ejemplo una nave donde tengan colección de ropa de primavera u otras mercancías".

Y otro foco del fraude, en este caso al Estado, serán los ertes y los créditos ICO. "Los servicios de inspección cuentan con muy pocos medios humanos y ninguno técnico. Habrá empresarios que reciban las ayudas y empiecen a trabajar sin declararlo", señala Ruiz. La detective Angeles Pérez lo ratifica: "Hay gente que cobra el erte y está yendo a trabajar ya. El empresario  no les paga nada".

Los detectives quieren que la Agencia Tributaria y la Tesorería de la Seguridad Social establezcan canales para que ellos puedan informarles de esas situaciones de fraude, tal y como ya hacen con la policía. "El Estado se ahorraría mucho dinero", señalan.

Alarmas con la renta mínima vital

Lo mismo va a ocurrir con la renta mínima vital que el Gobierno ha puesto en marcha, añade Agustín Ruiz. "Habrá personas que no tengan esa necesidad consigan cobrarla. Nos gustaría ayudar a descubrir esa bolsa de fraude, que mermará las arcas públicas y perjudicará a los ciudadanos que de verdad necesiten la ayuda".

Queda lejos el tiempo en que los detectives dedicaban buena parte de su tiempo a descubrir infidelidades. Con la ley del divorcio ya no hacen falta causas ni pruebas para romper el matrimonio legalmente. Son, además, investigaciones caras. Aun así, la detective Angeles Pérez explica: "Se siguen haciendo algunas. Son personas que quieren tener claro si su pareja las engaña, a veces incluso después de saber que su pareja les es infiel, siguen viviendo con ella. Solo quieren saberlo y, quizás, hacer lo mismo que ellos sin sentirse culpables". En ese campo, el objetivo más fácil para ser cazado por los detectives sigue siendo el mismo: los hombres. "Ellas son más cuidadosas y mucho más observadoras, más difíciles de descubrir", asegura esta detective, "los hombres se fijan menos y cometen muchos más errores".