medioambiente

Yates y lanchas son claves en la propagación de especies invasoras en el Mediterráneo

Los investigadores abogan por mejorar y mantener hábitos estrictos en el mantenimiento de los yates para prevenir sus efectos en la biodiversidad marina

Yates

Yates / periodico

Julia Camacho

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El Mar Mediterráneo es el segundo destino de turismo náutico del mundo. Cada año, miles de embarcaciones de recreo surcan las costas españolas y arriban a alguno de los 200 puertos deportivos con los que cuenta el país. Pero pocos de sus propietarios son conscientes de que cada llegada supone la entrada en las costas de especies exóticas que acaban alterando la biodiversidad marina autóctona. Un estudio elaborado por el departamento de Zoología de las Universidades de Sevilla y Pavía (Italia) y la Facultad de Ciencias del Mar de Cádiz constata que esa navegación de recreo es una de las vías más eficaces para la propagación de especies no autóctonas, presentes en más de la mitad de los barcos analizados.

Los científicos, encabezados por Gemma Martínez Laiz, analizaron las comunidades incrustantes ('fouling'), la fauna y flora marina que crece sobre estructuras artificiales como cascos de barcos, hélices y quillas, pero también sobre estructuras de los propios puertos, como los pantalanes, boyas o cuerdas. Se tomaron muestras de 247 embarcaciones pertenecientes a 10 puertos deportivos. La investigación se centró en los crustáceos peracáridos, un tipo de organismo muy pequeño del que existen numerosas especies procedentes de todo el mundo.

El 56% de los barcos

Los resultados, difundidos por la Fundación Descubre, demostraron que el 56% de los barcos transportaban variedades exóticas. "Vimos además una similitud entre la composición de las comunidades presentes en los barcos y el puerto donde atracaban, lo cual indica un intercambio entre ellos. Las embarcaciones son capaces de transportar especies de unos puertos a otros del Mediterráneo", apunta Martínez.

El estudio, publicado en la revista 'Marine Pollution Bulletin'es el primero que aborda el asunto desde una perspectiva biológica y social, ya que incluye un acercamiento a los hábitos de limpieza, rutas realizadas habitualmente y conocimientos que tienen tanto los propietarios de las embarcaciones como los gestores de los puertos de las invasiones marinas, una de las principales amenazas para la biodiversidad. Las llamadas especies exóticas (introducidas de forma artificial, accidental o intencionada por acción humana) pueden volverse invasoras y causar impacto no solo en los recursos naturales, sino también en los económicos, sociales y de salud humana.

En este sentido, es llamativo como solo el 29% de los encuestados conocían ese riesgo. "Los dueños de barcos y gestores de puertos deportivos pueden contribuir a minimizar este problema. Necesitamos asegurar hábitos estrictos de mantenimiento de los yates. Una vez establecida la especie invasora, es casi imposible librarnos de ella. Por eso, es más rentable una estrategia de prevención que de erradicación", avisan los científicos.