informa controvertido

Un estudio contracorriente descarta que las pantallas sean dañinas para los niños

El colegio de pediatras británico apunta que móviles y tabletas son una oportunidad para explorar el mundo

Un estudio descarta que las pantallas sean malas para los niños

Un estudio descarta que las pantallas sean malas para los niños / periodico

Alfons Saladrigas

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Un estudio del colegio de pediatras británico concluye que existen "muy pocas evidencias" que prueben que pasar muchas horas delante de una pantalla electrónica es "tóxico" para los niños, como otros estudios afirman, y que, en consecuencia, los padres no deberían preocuparse por el tiempo que pasan sus hijos delante de móviles, tabletas, ordenadores o videojuegos. El colegio ha elaborado la primera guía con recomendaciones para los padres sobre los peligros de la exposición de los menores de 18 años a las pantallas.

En los últimos años se había generado el debate sobre si debía restringirse el tiempo de acceso de los hijos a los dispositivos electrónicos pero, en la guía, los pediatras eluden fijar límites porque considera que no es dañino para la salud de los niños de ninguna edad. Esta conclusión se contradice, por ejemplo, con la de la asociación profesional de pediatras estadounidense, que sí que recomienda a los progenitores fijar límites de tiempo dependiendo de la edad.

El doctor Max Davie, oficial del colegio, asegura, en un comunicado, que las tabletas, los ordenadores y los smartphones son "fantásticas maneras de explorar el mundo" y critica que los padres a menudo hacen sentir a los hijos que está mal.

Evidencias en cuestión

Hasta la fecha, se había relacionado el tiempo de uso de aplicaciones electrónicas a la obesidad, a problemas mentales, enfermedades del corazón y fracaso escolar, "pero las evidencias siempre han sido impugnadas". La guía dice que los padres deben preguntarse si controlan el tiempo que pasan delante de pantallas, si esto interfiere en lo que la familia quiere hacer, en el sueño o en la comida. Y que si no les afecta, no deben preocuparse.

Según Davie, son los padres los que deben ajustar el tiempo que pasan sus hijos delante de pantallas a las necesidades de su familia, que el único límite debe ser que no les impida hacer otras actividades. "Es importante animar a los padres a que hagan lo que crean que es mejor para su familia", afirma. Y añade: "Cuando desplace actividades como la socialización, el ejercicio o el sueño, entonces se está poniendo en riesgo el bienestar del niño".

La guía también afirma que los niños no deberían ver la televisión ni utilizar internet al menos una hora antes de irse a la cama porque los dispositivos estimulan el cerebro y la luz azul que producen puede alterar la secreción de la melatonina, la hormona del sueño. Recomienda a los padres que aprovechen la hora de comer para crear zonas sin artilugios y que reflexionen sobre si el uso que ellos hacen de los móviles y los ordenadores es un buen ejemplo a sus hijos.

Esta guía es la respuesta del colegio de pediatras a una investigación de la comisión parlamentaria de ciencia y tecnología iniciada el pasado mes de febrero para determinar el impacto de las redes sociales y las pantallas electrónicas en los jóvenes basada en diversos estudios preocupantes. El primero era del centro de estudios Instituto para Políticas Educativas, que publicó un informe en el cual mostraba que el 95% de los adolescentes de 15 años usaban los medios sociales antes y después de clase y la mitad del segmento de los 9 a los 16 años utilizaban smartphones a diario.

Pendientes de los 'likes'

Otro estudio, del comisionado de la infancia inglés (organismo independiente que asesora al gobierno), advertía que el paso de primaria a secundaria se había convertido en problemático para los niños por culpa de su dependencia de los medios sociales. La mayoría de los niños de 8 a 12 años eran excesivamente dependientes de los likes para su validación social. La comisaria infantil se quejó de que no hubiera información para los padres y los profesores que les asesorara sobre cómo actuar ante estas situaciones.

Su publicación generó una ola de críticas en televisiones y radios de padres que no estaban de acuerdo con las conclusiones y que sí que veían una relación entre el tiempo de uso de pantallas y la condición física, mental y académica de sus hijos. "Las pantallas forman parte de la vida moderna, el genio está fuera de la botella y no podemos volver a guardarlo", justificó Russell Viner, presidente del colegio de pediatras. Y recordó que en los años 80 existía la preocupación de que las pantallas de los televisores impedían el desarrollo de los niños. "Más tarde encontraron que no había evidencias conclusivas", dijo.