LA CRISIS CATALANA

Un antidisturbios de la Brimo, a Torra: "Nosotros cumplimos sus órdenes"

El malestar en el cuerpo da alas a una campaña de "bajas médicas" para participar en la huelga del 12 de diciembre

Torra presiona a Buch para que reforme la cúpula de Interior, y los Mossos enfurecen.

Torra presiona a Buch para que reforme la cúpula de Interior, y los Mossos enfurecen. / periodico

Guillem Sànchez

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A las 9.20 horas de este jueves, una cincuentena de encapuchados rompieron la barrera montada en la plaza 1 d’Octubre de Girona -hasta hace pocos meses, plaza de la Constitución- para proteger el espacio en el que a las once iba a realizar un acto el partido ultraderechista Vox.  Los manifestantes, convocados por la Plataforma Antifeixista Girona, atacaron el cordón policial. Hubo lanzamientos de objetos, bengalas y vallas contra los agentes antidisturbios, a quienes cogieron por sorpresa.

El propio intendente jefe de la Brigada Mòbil (Brimo), sin casco, intervino golpeando con una porra extensible (arma autorizada) para repeler el intento de los manifestantes de acceder al espacio reservado por el partido de Santiago Abascal. La acción del intendente le ha situado en el ojo del huracán independentista. Algunos medios de comunicación han publicado su nombre y apellidos, su cara e insinuado una afinidad con la Guardia Civil basada en una fotografía tomada en un acto institucional. 

En Terrassa, a las 18.40, cuando Vox dio por finalizado ese acto, comenzó también una "lluvia de piedras" contra los antidisturbios, subrayan fuentes policiales. Durante esa respuesta policial, la diputada de la CUP Marta Sirvent sufrió un disparo de un proyectil de foam en la mano. 

"Quiere quedar bien con todos"

"Nosotros estábamos allí para cumplir con sus órdenes, pero después [Quim] Torra siempre quiere quedar bien con todos", le afea un agente de la Brimo, en declaraciones a EL PERIÓDICO, subrayando la incompatibilidad de presidir el Govern que manda a los Mossos para, a continuación, unirse a las críticas de la CUP por la actuación policial que lleva las órdenes a cabo. "Las pelotas de goma están prohibidas y para recuperar una posición tenemos que entrar en el cuerpo a cuerpo", razona. "Nadie cuestiona que si un agente actúa mal, debe ser sancionado. Pero lo que ha pasado en Girona es muy injusto", concluye.

En Girona se desplegaron cinco furgonetas de la Brimo y algunas de la ARRO para proteger el acto de Vox, comunicado y aceptado por las autoridades catalanas y municipales. Tras el ataque de una cincuentena de encapuchados contra la línea policial, las "órdenes" que recibieron los agentes "fueron las de recuperar la posición". "Y eso hicimos", subraya.

"Gripe azul"

El malestar generado por la purga dictada por Torra ha activado de nuevo una campaña interna en el cuerpo de Mossos, "una ola de bajas". Los policías no tienen derecho a la huelga y para ausentarse deben presentar una baja médica, que en masa daría pie a la llamada "gripe azul", y participar así en la movilización del 12 de diciembre en el sector de la función pública de Catalunya.

Esta última crisis ahonda en la brecha entre policía catalana y Govern. Los sindicatos de los Mossos y el movimiento interno MosS.O.S. han advertido de la situación límite en que se encuentra el cuerpo por la falta de efectivos, la pérdida de condiciones laborales y el hartazgo por su instrumentalización política.

En un mensaje del chat de Telegram de MosS.O.S. al que ha tenido acceso este diario, lamentan: "Arengan al pueblo y nos hacen responsables a nosotros de la violencia de aquellos que no se atreven a condenar". Avisan de que Torra y el 'conseller' de Interior, Miquel Buch, "podrán disfrutar" el 12-D "de una jornada de reflexión sin Mossos" y ver "qué camino quieren escoger" con la policía catalana, "si el respeto o la confrontación total".

El 21-D

Si no hay, añaden, "una rectificación inmediata", lanzan una advertencia para el 21 de diciembre, día en que el Gobierno trasladará a Barcelona su Consejo de Ministros y en el que podría haber nuevos incidentes: "Nos volveremos a quedar en casa y que entren hasta la cocina del Parlament. Veremos entonces si quieren Mossos o no".