PATRIMONIO

Arquitectos como Bohigas o Coderch estarán tan protegidos como Gaudí

El Palau Sant Jordi, candidato a ser declarado pro la Generalitat Bien Cultural de Interés Nacional .

El Palau Sant Jordi, candidato a ser declarado pro la Generalitat Bien Cultural de Interés Nacional . / periodico

Ernest Alós

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La Generalitat de Catalunya solo tiene protegidos patrimonialmente 81 edificios de los siglos XIX y XX como bien cultural de interés nacional: un listado escaso y concentrado de forma desproporcionada en las tres grandes figuras del modernismo, Gaudí, Doménech i Montaner  y Puig i Cadafalch (ellos solos suman 30 de esas 81 obras). La dirección general de Patrimoni de la Conselleria de Cultura se ha propuesto remediar esta muestra de interés selectivo. Ayer presentó una lista de edificios que se propone proteger: 438 ejemplos de la arquitectura catalana desde estilos decimonónicos hasta ahora menospreciados, como el eclecticismo, hasta las muestras de la arquitectura racionalista o la Escuela de Barcelona (y las 'guest star' internacionales) que construyeron a Barcelona tanto de los 70 como la del 92. 

Los edificios que Cultura propone como candidatos a catalogar como Bien Cultural de Interés Nacional (283) o ser propuestos a los ayuntamientos para que los consideren Bien Cultural de Interés Local (155) tenían hasta ahora solo esta calificación local o no tenían ningún grado de protección. El listado ha sido presentado hoy en las Jornadas de Arquitectura y Patrimonio organizadas por el departamento. De ellos, 49 deberían ser protegidos con carácter de urgencia, y el resto en tres fases temporales. 

El racionalismo y la Escuela de Barcelona

Hasta ahora, de los edificios de 1850 a la actualidad con protección como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) 36 corresponden al modernismo, 17 al noucentisme, solo 9 al racionalismo y ninguno al postmodernismo o la Escuela de Barcelona. La nueva lista de candidatos se plantea proteger 130 obras de la Escuela de Barcelona, incluyendo las obras olímpicas (de 1981 al 2000, los edificios a proteger serían 141), 150 del racionalismo de preguerra y del racionalismo tardío de la posguerra, 43 edificios alineados en el postmodernismo, 40 en el noucentisme y solo 37 en el modernismo.

El foco se pone, señalando con el máximo nivel de protección y de urgencia, en el racionalismo y la renovación arquitectónica liderada por Coderch en la posguerra: edificios sin el aura aún de patrimonio histórico y por lo tanto más susceptibles a los desmanes de la piqueta o las rehabilitaciones poco respetuosas. La valoración de la Escuela de Barcelona quiere amparar "una actitud respecto a la arquitectura que, en nuestro país, sustituye en parte a los estilos postmodernistas que aportaron dudosa calidad a otros países como es el caso de Inglaterra".

Un nuevo 'top ten'

En el nuevo 'top' de la arquitectura catalana protegida destacarían Antoni Bonet Castellana y el estudio Martorell, Bohigas Mackay, con 20 obras protegidas cada uno cuando actualmente ninguno de ellos tiene protección por parte de la Generalitat, seguidos de José Antonio Coderch (pasaría de 3 a 16), Antoni Gaudí (pasaría de 12 a 15 obras), Josep Maria Jujol (que ahora se equipararía a los 'grandes' del modernismo, con 12 obras como BCIN cuando solo contaba con 3), Josep Puig i Cadafalch (11), Cèsar Martinell (pasaría de 9 a 10), Josep Lluís Sert (de 3 a 11), Ricardo Bofill, Esteve Bonell y Piñón-Viaplana (todos pasarían de ninguna obra protegida a 10) y Lluís Domènech i Montaner (de 7 a 9).

Entre las obras que Patrimoni propone como Bien Cultural de Interés Nacional figuran las viviendas de la Maquinista de Coderch y Valls, la sede central del Col.legi d'Arquitectes de Xavier Busquets, el edificio de Banca Catalana de Fargas y Tous, el del Banco Atlántico de Mitjans y Balcells, la Anella Olímpica de Correa y Milà, el Palau Sant Jordi de Arata Isozaki, la Torre de Collserola de Norman Foster, el Macba de Richard Rogers, el CCCB, la Caixa d'Estalvis de Sabadell de Martorell, la Casa Gomis, o La Ricarda, de Antoni Bonet, el poblado de colonización de Poblenou del Delta, las bodegas Raimat de Joan Rubió, la iglesia de Pont de Suert de Eduardo Torroja y Rodríguez Mijares o el Camí de Ronda de S'Agaró de Rafael Masó.