Cuando las personas 'trans' ni siquiera existían para la OMS

Primera manifestación en Catalunya por los derechos homosexuales, el 26 de junio de 1977

Primera manifestación en Catalunya por los derechos homosexuales, el 26 de junio de 1977 / periodico

Beatriz Pérez

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El 6 de octubre de 1991, Sònia Rescalvo fue asesinada en el parque de la Ciutadella de Barcelona a causa de una brutal paliza perpetrada por un grupo de neonazis. El suyo fue el primer crimen en España por el mero hecho de ser transexual. El Front d'Alliberament Gai de Catalunya (FAGC) se presentó como acusación popular. La plazoleta del parque fue bautizada en el 2013 como 'Glorieta de la transsexual Sònia' en honor a una persona que "dio visibilidad a una realidad que existía", según Carla Antonelli, diputada del PSOE en la Asamblea de Madrid y, como Rescalvo, mujer transexual. "Sònia fue la cara visible de la brutalidad a tantas personas que no salieron en los medios y cuyas muertes quedaron como suicidios, cuando en realidad fueron asesinatos", añade Antonelli.

Las personas 'trans' serán las grandes protagonistas del Orgullo LGBTI de este año celebrado por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB), que arranca este jueves y llevará por lema 'Conquistando la igualdad, transformando la sociedad' (con excepciones en algunas ciudades como Barcelona, donde la causa social que abanderará el Pride serán las personas refugiadas LGTBI). La etiqueta 'trans' engloba a un amplio abanico de identidades que, durante años, han estado luchando por hacerse visibles: transexuales, travestis, transgénero... En definitiva, todas aquellas personas que viven en un sexo distinto al que les ha sido asignado al nacer en base a sus genitales. En España representan el uno por mil de la población: actualmente hay unas 46.000 personas 'trans', de las cuales el 10% son menores de edad. Pero para muchos la 't' es la parte más olvidada del colectivo LGBTI.

Actualmente hay en España unas 46.000 personas 'trans', de las cuales un 10% son menores

La semana pasada la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que elimina la transexualidad de su lista de enfermedades mentales (aunque pasó a considerarla "incongruencia de género", término que tampoco agrada al colectivo), en la que entró en 1990 cuando salió la homosexualidad: hasta entonces, la transexualidad ni siquiera era tenida en cuenta. Lo recuerda Gina Serra, presidenta de la Associació de Transsexuals, Intersexuals i Transgèneres de Catalunya (ATC-Llibertat). "En aquellos años, a los transexuales nos consideraban lo mismo que los homosexuales. En mi época era impensable ser transexual. Yo, por ejemplo, sabía que me pasaba algo, pero no sabía qué era. Hasta el 2000, no dije públicamente que era 'trans'", relata esta mujer de 58 años. Su padre, hoy en día, sigue refiriéndose a ella en masculino.

En España no se derogó hasta 1995 la ley de peligrosidad social, la cual, junto a la del escándalo público (derogada en 1988), sirvió para reprimir la homosexualidad y transexualidad durante la última etapa del franquismo. El Col·lectiu de Transsexuals de Catalunya (ya extinguido) se creó en 1992 como respuesta al asesinato de Sònia Rescalvo y a la campaña de "limpieza" que llevó a cabo el Ayuntamiento de Barcelona con motivo de los Juegos Olímpicos. "Querían sacar la prostitución de las calles. Muchas de las prostitutas eran transexuales y decían que no daban una buena imagen de la ciudad", recuerda Serra. Entonces los 'trans' estaban prácticamente sentenciados de por vida: en una sociedad que no los conocía ni tampoco reconocía, sus salidas laborales eran escasas y la gran mayoría se veía obligada a ejercer la prostitución.

El cambio de milenio

La situación mejoró a partir del 2000, cuando los partidos políticos crearon áreas LGTBI dentro de su seno y ganaron fuerza movimientos mundiales que abogaban por la despatologización de la transexualidad. En el 2007 se aprobó la Ley de Identidad de Género de Zapatero, la más significativa para el colectivo en la historia de la democracia. Esta norma permitió el cambio de nombre y sexo en el DNI sin necesidad de cirugía genital. Hasta ese año, quien conseguía el cambio del DNI era reconocido legalmente una "ficción de varón" o una "ficción de hembra". El pasado noviembre, el PSOE presentó en noviembre una reforma de esta ley (actualmente está en fase de ponencia) que reconoce el género no binario, establece que no harán falta informes médicos para pedir el cambio en el Registro Civil y reconoce también el derecho de los menores 'trans' a cambiar su DNI. 

Hasta el 2007, las personas debían operarse para cambiar el sexo del DNI. Pasaban a ser consideradas una "ficción de hembra" o de "varón"

Precisamente el debate social en torno a los menores 'trans' ha dado mayor visibilidad al colectivo en los últimos años. Y también lo ha desestigmatizado porque en un niño no hay "perversión" ni otros falsos mitos asociados a la transexualidad. El apoyo de las familias ha sido clave. "Seguramente somos la primera generación de familias que acompaña a sus hijos en esto", explica David Tello, presidente de Chrysallis en Catalunya, la asociación de familias de menores transexuales creada en el 2015. A nivel estatal, la entidad cuenta con más de 700 familias adheridas; en Catalunya, con 115. "Pedimos que se incluya la diversidad en los libros. Que se hable de cuerpos diversos y que se forme a los profesionales", añade Tello. "No son niños que quieren ser niñas, ni niñas que quieren ser niños. Son niños y niñas, y sus cuerpos son preciosos y perfectos", concluye.

Mané Fernández, vicepresidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB), destaca que, si hoy se habla de menores 'trans', es "gracias al trabajo de los mayores" que llevan años luchando. "Yo, por ejemplo, creía que era lesbiana", dice. "Hoy hay una gran población de menores y adolescentes que tienen referentes. A mí me decían: 'Tú no eres una niña, eres un maricón'", certifica Mar Cambrollé, presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucía-Sylvia Rivera. Cambrollé explica que actualmente la mayoría de los jóvenes están en las universidades, algo "impensable" en su época porque "el 'bullying' hacía imposible estudiar". "Entonces el 80% de los 'trans' en España eran prostitutas. Hoy no llegan al 5%".

Los menores 'trans' de ahora cuentan ya con referentes y con el apoyo de sus familias

El colectivo 'trans' pide que se apruebe la Ley de Igualdad LGTBI, presentada por Unidos Podemos y que actualmente está en fase de ponencia, que toca ámbitos como la educación, la sanidad y el trabajo. En Andalucía existe actualmente una ley 'trans' que es de las más avanzadas de España porque establece la libre determinación de la identidad de género y que los 'trans' son "un sujeto de derecho y no un objeto médico", en palabras de Cambrollé. Madrid, Valencia y Aragón poseen leyes similares. 

La realidad social de los 'trans' 

Según Transgender Europe, al menos <strong>325 personas</strong> 'trans' han muerto en el último año por culpa de la violencia ejercida contra el colectivo, 30 más que el año anterior. El observatorio hizo pública esta cifra el 20 de noviembre, Día Internacional de la Memoria Transexual. Brasil (con 171 muertes) es el país en que más muertes se han producido. Además, un total de <strong>14 países</strong> en el continente europeo requieren la <strong>esterilización forzada</strong> a las personas 'trans'. Ser estéril es un requisito necesario en Finlandia, Letonia, República Checa, Eslovaquia, Rumanía, Serbia, Bosnia y Herzegovina, Montenegro, Bulgaria, Turquía, Armenia, Azerbaiyán y Georgia. Paralelamente, otros <strong>34 países europeos</strong> requieren un <strong>diagnóstico de salud mental</strong> para reconocer legalmente a las personas 'trans', <strong>entre ellos España.</strong> De hecho, solo Francia, Bélgica, Irlanda, Noruega, Dinamarca, Grecia y Malta <strong>no requieren </strong>de este diagnóstico que impulsa aún más el estigma y la discriminación.