aumento de casos

El acoso escolar, un fenómeno que preocupa a los fiscales

Alumnos del colegio Juan de Garay de Valencia, donde se produjo un mediático caso de acoso escolar en el 2012. / MIGUEL LORENZO

Alumnos del colegio Juan de Garay de Valencia, donde se produjo un mediático caso de acoso escolar en el 2012. / MIGUEL LORENZO / MIGUEL LORENZO

María Jesús Ibáñez

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El día que su hija llegó a casa (siete años tenía entonces) explicando que un grupo de entre ocho y 10 niños la habían rodeado y la habían abofeteado y propinado patadas, Sònia explotó. La familia llevaba más de un año escuchando cómo la pequeña contaba que en el patio la dejaban sola, que las otras niñas de la clase la ninguneaban, la ignoraban. Aquella agresión en grupo fue la gota que colmó el vaso.

"En los dos últimos años que Valèria estuvo en aquel colegio llegamos a pedir explicaciones a la directora del centro y a la tutora de la niña, en hasta 14 ocasiones", cuenta la madre, que en cuanto sacó a su hija de aquella escuela inició un largo proceso judicial para exigirle responsabilidades. "No queremos dinero, de hecho pensamos reclamar solo un euro como una indemnización simbólica, pero al final no lo hicimos porque pensamos que los jueces podían no tomar en serio nuestra demanda", agrega Mario, el padre de la niña. "Lo que queremos es una retractación de la versión que da la escuela de lo ocurrido, que admitan lo que le pasó a nuestra hija", añade Sònia.

El efecto mediático

Como el de Clàudia, los casos de acoso escolar que llegan a los juzgados españoles crecen de año en año. La Memoria de la Fiscalía General del Estado del 2017 habla ya del "preocupante fenómeno del acoso escolar" y destaca, como ejemplo, el caso de Madrid, "donde de 141 asuntos de esa naturaleza denunciados en el año 2015 se ha pasado a los 230 del 2016", aunque la mayoría se resuelven por la vía extrajudicial.

El fiscal reconoce no obstante que semejante aumento "no se corresponde con un aumento objetivo y real de los comportamientos violentos entre iguales en los colegios". La explicación, concluye, es que el incremento de casos que llegan a los tribunales "cabe atribuirlo a la profusión de noticias en los medios de comunicación relacionadas con algunas de estas conductas".

Y aunque desde el 2005 existe una instrucción de la misma Fiscalía General del Estado sobre el tratamiento del acoso escolar, "todavía existe la mentalidad anticuada en la judicatura de que algo habrá hecho la víctima", lamenta Javier Pérez, presidente de la asociación NACE-No al acoso escolar. "Cuando precisamente el niño que presenta problemas para relacionarse deberá estar más cuidado por los adultos y por las administraciones", reclama Pérez.

Más vigilancia en patio, vestuarios y lavabos

La experiencia dice que hay lugares, además de las inmediaciones del colegio, donde el acoso tiene lugar con mayor frecuencia: patios de recreo, aseos, vestuarios y gimnasios, comedor y pasillos. De ahí que, según el fiscal general, sea legítimo exigir a los responsables de las escuelas, que tienen asignada la misión de "guardador del menor" durante el tiempo que este pasa en el colegio, que esos lugares cuenten con la "adecuada supervisión".

Lamentablemente, "eso no siempre es así... Al contrario, pocas veces hay una vigilancia en lugares como los lavabos, donde se cometen tantos casos de 'bullying'", denuncia Rafael Romero, director del  Instituto Andaluz para la Prevención del Acoso Escolar (IAPAE).