Maltrato animal

Aparecen 20 perros muertos que habían sido atados a las vías del tren en Sevilla

Aparecen 20 perros muertos que habían sido atados a las vías del tren en Sevilla

Aparecen 20 perros muertos que habían sido atados a las vías del tren en Sevilla / periodico

Julia Camacho

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El mes de febrero está marcado en rojo en el calendario de los animalistas. Termina la temporada de caza, y en algunas zonas es el momento en el que comienzan a aparecer perros abandonados, cuando no muertos, por los campos cercanos a los cotos. Una escena atroz que se ha convertido en siniestra en Sevilla, donde han sido localizados 20 cadáveres de animales atados a la vía del tren. Aunque algunos estaban aún vivos, muchos estaban completamente destrozados, otros con miembros seccionados… El estado de descomposición o incluso momificación de varios de ellos apunta a que se trata de una práctica continuada en el tiempo, por lo que el Partido Animalista contra el Maltrato Animal (Pacma) ha presentado una denuncia ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, y reclaman cambios legislativos para aumentar la pena por estos casos.

El delegado en Sevilla del Pacma, Javier Sanabria, explica que además han denunciado a los cuatro ayuntamientos, Salteras, Olivares, Espartinas y Villanueva del Ariscal, en cuyo término han aparecido los canes, así como a la empresa pública Adif, responsable de las vías. “No es creíble que los maquinistas no vieran a los animales atados a la vía”. Fueron unos vecinos quienes contactaron con ellos para explicar que habían localizado a varios animales amarrados a la vía con apenas dos palmos de cuerda. Ellos acudieron al punto señalado y en apenas dos kilómetros hallaron una veintena de cadáveres, “por lo que dejamos de contar y fuimos a denunciar”. Han reconocido por el chip a un galgo, raza a la que corresponderían la mayoría de los cadáveres por su fisonomía, aunque también hay un pastor alemán e incluso una oveja.

“Es terrible pensar en la angustia de esos animales al ver venir el tren y luchar por desengancharse, no es humano”, subraya, poniendo de relieve que es una práctica habitual en estas fechas. De hecho, aunque los vecinos no han querido señalarse, les han dejado entrever que los responsables serían miembros de dos grupos de cazadores de la zona. Y es que el fin de la temporada de caza es uno de los cinco motivos de abandono de animales, según constata el estudio de la Fundación Affinity, el único que indaga en este tema y arroja un poco de luz en el tema de las adopciones y abandonos de perros y gatos a nivel nacional.

“Pero es incompleto, participan las perreras y protectoras que se ofrecen voluntarias y no recoge por tanto el cien por cien de los abandonos”, matiza Ana Belén Martín, delegada territorial del Pacma. El estudio confirma que el número de animales abandonados por el fin de la temporada de caza va en aumento, pasando de ser un 10,4% en 2010 a suponer el 12,6% en 2016, último año analizado.

En cualquier caso, los datos que manejan las asociaciones animalistas son aterradores. Cada año se federan en España alrededor de medio millón de perros de caza, pero al llegar febrero en torno al 10%, son “descartados”. Unos 50.000 ejemplares, casi un 20% más que el resto del año, según la oenegé Galgos Sin Fronteras. Los galgos representan hasta 40% del total de animales abandonados, especialmente en zonas como Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha y Castilla y León, las regiones donde más se practica la caza de liebre y donde más abandonos hay.

Los cazadores rechazaron tajantemente estos datos, tras verlos reflejados en el documental ‘Febrero, el miedo de los galgos’, y no han dudado en expresar en varias ocasiones su condena al maltrato animal. No obstante, la Real Federación Española de Caza cuestiona los datos de los animalistas, y argumentan que según los datos del Seprona, del total de perros abandonados y maltratados en España, un 10,17% eran de la raza galgo, y un 22,7% perros de caza. Y apunta a que sólo 56 canes fueron maltratados en 2016, aunque conceden que son solo los casos denunciados, y que ellos son los primeros en posicionarse en contra de cualquier tipo de abandono o maltrato animal, en especial, de los perros de caza.

Desde Pacma exponen que el caso de Sevilla es un ejemplo de la necesidad de endurecer la normativa sobre maltrato animal, recogida como delito desde 2015 en el Código Penal pero que contempla como máximo penas de 18 meses de cárcel. Tampoco establece gradación en cuanto al número de víctimas o el daño infligido, circunstancias que reclaman sean tenidas en cuenta. “Nadie entra en la cárcel solo por maltratar a un animal”, dicen, explicando que son encarcelados por delitos vinculados, como ocurrió recientemente en una protectora de Málaga. De momento, van a retomar la campaña de concienciación, con una manifestación de protesta el próximo sábado en Sevilla.