Un policía entre dos aguas

Josep Lluís Trapero estrena el cargo de 'major' en un contexto político difícil dentro y fuera del cuerpo

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GUILLEM SÀNCHEZ / BARCELONA

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El uniforme de Josep Lluís Trapero tiene desde este martes 18 de abril tres rayas sobre el hombro. Una más que los galones que identifican a los comisarios de los Mossos d’Esquadra. Trapero, cuyo número TIP es el 1.899 -una cifra que para todo culé remite al nacimiento del F.C. Barcelona-, es el primer jefe del cuerpo que ha desarrollado toda su trayectoria dentro de los Mossos y el único que ha concursado para 'major'. 

PERFIL DE INVESTIGADOR

Ingresó en la Escuela de Seguretat Pública de Catalunya en 1989 y se estrenó como agente raso en la comisaría de Girona. Con formación en criminalidad informáticafinanciación del terrorismo o un curso en el FBI -Latin American Law Enforcement Executive Development Seminar (LALEEDS)-, Trapero es licendiado en Derecho y ha estado casi siempre desempeñando funciones de investigador criminal, una especialidad que comenzó a desarrollar en las unidades territoriales y acabó en la dirección de la comisaría general de investigación. Al frente de esta lo situó el entonces 'conseller' de Interior, Felip Puig, en el 2011. Quien le dio la batuta del cuerpo fue, no obsante, Ramon Espadaler, un 'conseller' de la desaparecida Unió Democràtica de Catalunya, que lo eligió para suceder a Josep Milán -actualmente comisario de Girona- en el 2013.

Al 'major' Trapero, un hombre de carácter fuerte que no rehuye los focos, le toca navegar por un mar abierto y difícil -su condición de policía le obliga a cumplir rigurosamente los dictámenes judiciales mientras el gobierno que lo ha nombrado estudia la desobediencia para culminar 'el procés'- y aguas interiores no menos sencillas. El último escollo interno ha sido a raíz del atropellamiento de un mosso en Rubí a finales del 2016, un episodio que motivó que tres de los cinco sindicatos del cuerpo (SPCCAT y USPAC) pidieran su dimisión.

10 AÑOS SIN 'MAJOR'

Los Mossos llevaban 10 años sin 'major'. En este tiempo, se han inventado tres nombres distintos para el jefe de la policía catalana: subdirector operativo (como el de los Bombers de la Generalitat), prefecto comisario jefe. Desde ahora, vuelve a usarse el nombre del cargo que ha conseguido Trapero. 

El policía con más poder en Catalunya está por debajo de los representantes políticos: empezando por el director de la policía, Albert Batlle, siguiendo por el 'conseller' de Interior, Jordi Jané, y hasta el president de la Generalitat, Carles Puigdemont. Con este último, Trapero coincidió en verano en una comida organizada en Cadaqués por la periodista Pilar Rahola, que terminó estruendosamente publicitada en Twitter. A muchos les pareció una escena de camaradería innecesaria entre cargos políticos y policiales. A otros tantos, en sentido inverso, les gustó la normalidad de una simple estampa veraniega.

El desempolvado cargo de 'major', según fuentes de Interior, es vitalicio pero no conlleva un aumento salarial. Tampoco significa que Trapero no pueda ser relevado del timón de los Mossos. Operativamente no implicará ningún cambio dentro del cuerpo, aunque simbólicamente, tal como defiende el propio Trapero, era importante recuperarlo.