DIVERSIÓN PARA LOS NIÑOS

Regreso a la infancia

DAVID GARCÍA MATEU / BARCELONA

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“La idea de venir ha sido de mi padre, él ha sido quien se lo ha montado para traerme”, explica Eric Alandi mientras David, el padre, ríe el comentario. “Como mis padres también me traían, me ha hecho gracia que mi hijo también tuviera este recuerdo”, explica. Con el paso de los años su punto de vista es diferente. Observa el pabellón de Montjuïc con nostalgia. “No es lo mismo. Con 8 años se vive distinto; todo parecía más grande y daba más ilusión... pero supongo que es como él lo vive ahora”, reflexiona.

POCAS COLAS

La primera mañana del Festival de la Infància de Barcelona ha estado marcada por la 'tranquilidad' (teniendo en cuenta los centenares de niños que había). Pocas colas y pasillos oxigenados. Las familias más madrugadoras han sido las que han podido participar en más actividades. “Hemos saltado por el pulpo del reciclaje, hemos jugado al mini-fútbol, luego hemos hecho escalada y ahora vamos al Open Camp”, explica a toda pastilla Sergi Ostigo, de 10 años, que estaba en la puerta del recinto antes de que abriese.

El cambio generacional en los juegos también se hace notar. “Todo es mucho más interactivo”, destaca Marga Cursach, quien vigila junto a su marido a sus dos hijos de 8 y 6 años. “En nuestra época era impensable toda esta digitalización”, recuerda mientras mira el simulador de carreras con gafas de realidad virtual. En el asiento del aparato, un chico de unos 7 años prueba de conducir un Fórmula 1. Con más o menos destreza resigue el asfalto del circuito virtual; el empeño que le pone es equivalente al de sus padres a la hora de sacarle una buena foto con el móvil.

PEPPA PIG PROTAGONISTA

La cerdita británica tiene incluso un pabellón propio. En el espacio acondicionado al mundo de Peppa Pig los más pequeños saltan, bailan y hacen manualidades. “Hemos venido desde Barberà del Vallès por él”, asegura Judith Ventura mientras su hijo le estira de la mano para coger sitio ante el escenario donde Peppa tiene que aparecer en breves.

Xavier Serra afirma que hay prácticamente las mismas actividades que el año pasado, aunque destaca “la organización por sectores deportivos, de manualidades o más infantiles” de las últimas ediciones. A Serra le acompaña toda la familia, menos su mujer: “Tenía que trabajar”, justifica.

Lo que sí que encuentran a faltar Serra son las etiquetas y los pósters que regalaban cuando él era pequeño. “Ahora el recuerdo que nos llevamos solo son las manualidades que hacen nuestros hijos”, comenta.

MOSSOS Y EJÉRCITO

Mucha familias andan buscando lo mismo: “¿Sabes dónde están los coches de los Mossos?”, preguntan. Cuando se enteran de que este año ni la policía ni el Ejército han sido invitados, la gran mayoría se desilusionan. La polémica originada el año pasado durante el Saló del Ensenyament ha llevado a suprimir sus 'stands'. “No entendemos por qué, exclaman muchas de ellas.

Lo han politizado todo, a los niños lo que les gusta es subir al coche de policía, poner la alarma o correr por las pistas americanas del ejército”, apunta Mónica de Blas, una de las madres incondicionales del festival. 

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