LA LUCHA CONTRA UNA LACRA SOCIAL
Solo el 30% de las peticiones de órdenes de protección por malos tratos son aceptadas
J. G. Albalat
Redactor
Ha trabajado en el Diario de Barcelona, El País y AVUI. Desde hace años en El Periódico cubriendo los acontecimientos judiciales. Premios Ortega y Gasset, Save the Children, Ramon Barnils y Josep Maria Planes por la investigación del 'caso Maristas' sobre abusos sexuales en los colegios. En el 2016, mención honorífica de la Generalitat en el Día de la Justicia. Colaborador de publicaciones jurídicas. Profesor asociado Master de Criminología de la Universitat de Barcelona.
J. G. ALBALAT / BARCELONA
Solo el 30% de las órdenes de protección para víctimas de violencia machista solicitadas por los fiscales en la provincia de Barcelona durante el año pasado fueron aceptadas por los juzgados, según la última memoria de esta institución. El informe destaca que el número de medidas de estas características “es muy bajo” y se mantiene la tendencia de años anteriores con una cifra “muy elevada” de denegaciones. En el 2015, los fiscales reclamaron 2.903 órdenes y solo fueron concedidas 869.
Fuentes de la fiscalía aseguran que piden órdenes de protección cuando hay riesgo hacia la víctima, pero que son los jueces los que “en base a su independencia” deciden. Sin embargo, los magistrados lo ven diferente y afirman que en muchos casos, cuando la mujer maltratada solicita esta medida, la fiscalía "de forma sistemática" también lo hace y que son ellos, los jueces, quienes, al final, valoran la situación con ayuda de los informes policiales.
Las fuentes de la fiscalía inciden en que la situación en la ciudad de Barcelona, donde hay juzgados exclusivos y han aumentado las órdenes de protección, es diferente a lo que ocurre en otras poblaciones, donde los juzgados no están especializados en esos casos. Estas fuentes subraya que “en ningún caso grave se deja a una mujer sin protección”. Las estadística demuestran que la mayoría de las denuncias por violencia machista son por “hechos puntuales”. En el 2015 se incoaron 11.993 procesos por maltrato ocasional y 870 por violencia habitual, pues hay actos de esta naturaliza que no se denuncian.
ATADURAS EMOCIONALES
La fiscalía también destaca el “importante” número de sentencias absolutorias. En el 2015, se dictaron 1.690 condenatorias y 2.137 exculpatorias. Es decir, el 55%. La memoria argumenta que la víctima debe estar en condiciones de hacer frente al proceso contra su agresor y de “deshacerse de las ataduras” que la mantienen unida a él.
Los principales escollos no sólo son de índole económica, “sin bien tiene gran importancia”, sino los emocionales. Esta situación impide a las afectadas “abandonar a quien ha logrado conseguir que la víctima piense que es lo único que tiene”, según los fiscales. Por ello se producen retractaciones, inasistencia al juicio o que las denunciantes se acojan al derecho a no declarar contra su marido o expareja. La mayoría de absoluciones se producen por este último motivo, según fuentes judiciales.
El uso de esta dispensa obliga a los fiscales a ir a juicio con las pruebas que refuercen su acusación y no depender exclusivamente del testimonio de la perjudicada. Se ha detectado que muchas de las víctimas que se retractan mantienen la convivencia con el agresor. “Debemos conseguir que la víctima de malos tratos se muestre beligerante ante su situación”, indican.
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