JOVEN DE 16 AÑOS DESAPARECIDA EN BCN

Martina reaparece sana y salva en San Sebastián

GUILLEM SÀNCHEZ / BARCELONA

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Centro comercial de San Sebastián, siete de la tarde. A una mujer le llama la atención la cara de una joven adolescente. De golpe, se da cuenta de por qué: es el de la niña que buscan en Catalunya. La clienta avisa a la Ertzaintza pero cuando los agentes llegan ya no hay rastro de ella. Se movilizan para buscarla por las inmediaciones del centro y aparece al cabo de pocos minutos en una biblioteca. Se acercan, le preguntan si es Martina Alemany y la joven responde que sí. Este es el relato de la aparición de Martina que la policía vasca le ha contado al padre de la joven y que este, a su vez, ha explicado a este diario.

Es el final feliz de una historia que había comenzado 36 horas antes en la capital catalana, con la misma protagonista marchándose de su domicilio -posiblemente- hasta la estación de Sants. Entonces su cara no llamó la atención a nadie. Faltaban todavía unas horas para que esta se convirtiera en la más buscada de Catalunya.

LUNES, SIETE DE LA MAÑANA

Martina, de 16 años, el lunes se levantó más pronto que de costumbre. Les dijo a sus padres que tenía que marcharse antes porque necesitaba hacer fotocopias. Cogió su mochila rosa y cerró la puerta. Al pasar junto a los buzones de la entrada de la finca, introdujo una nota por la rendija del suyo y desapareció.

Las clases de primero de bachillerato en el colegio Ipsi comienzan a las ocho de la mañana. Cuando ayer lo hicieron, Martina no estaba en su pupitre. Esta ausencia podía deberse a que estaba haciendo novillos para preparar el examen que tenía a la una. Llegó la hora del control y tampoco apareció. A las 14.15 horas tenía programada una visita médica en el Hospital Clínic. Estaba previsto que la joven recibiera en este centro médico un tratamiento para el trastorno alimentario que sufre desde hace más de un año y medio. Tampoco acudió.

La inquietud se transformó en alarma y sus padres se marcharon a la comisaría de los Mossos d’Esquadra ubicada en la plaza de Espanya para presentar una denuncia. Los progenitores estaban haciendo algo que en Catalunya pasa unas 1.700 veces cada año. Hay cinco menores como ella -de entre 13 y 17 años- que desaparecen diariamente. ¿Por qué el caso de Martina ha sido distinto?

HERVIDEROS SOCIALES

Genís Roca, experto en redes sociales, enumera dos factores que explican por qué una información se viraliza en Twitter, Facebook o Whatsapp. El primero es que "lo compartan usuarios relevantes". El segundo es que "lo divulguen medios de comunicación". En esta desaparición se dieron ambas cosas. Antes de que se cumplieran 24 horas de una desaparición aparentemente voluntaria, Martina ya era tendencia en Twitter. Su madre Ester pidió ayuda en su Facebook y la noticia en pocas horas se había compartido "más de 30.000 veces".

A última hora de la noche del lunes, la cuenta oficial de los Mossos d’Esquadra, conscientes del revuelo que estaba armando la desaparición de la chica, confirmó que la estaban buscando. "Si no lo airean en Twitter en los otros 1.700 casos se debe sencillamente a que nadie les pregunta por estos y porque no levantan esta polvareda", los defiende Roca. 

MOVILIZACIÓN REAL

Más allá de la "solidaridad de sofá" -en palabras de Roca- que lleva a los ciudadanos a incrementar el eco de algo sin más esfuerzo que el de compartirlo en su cuenta, para buscar a Martina hubo muchos padres del entorno más cercano que se arremangaron y se pusieron a buscarla.

Sobre la una de la madruga, Ester tenía la casa llena de personas que "necesitaban hacer algo". "Sabemos que no vamos a encontrarla, pero tenemos que intentarlo", cuenta que le decían. Se repartieron los barrios de la ciudad y salieron a patrullar.

Mientras esta batida nocturna se llevaba a cabo, la madre se pasó toda la noche estrujándose el cerebro imaginando donde podría estar su hija. "Si se hubiera quedado a dormir en casa de un amigo, sus padres me habrían avisado. Tal vez esté de alguien más mayor que vive solo, ¿Pero quién?", se interrogaba sin respuesta. En realidad, Martina había pasado la noche entera en un portal de San Sebastián.

MARTES, DISPOSITIVO EN MARCHA

A primera hora de este martes, el padre ha encontrado la nota que había dejado Martina en el buzón. La joven confirmaba que se había marchado voluntariamente.

Agentes de la Unidad de Investigación de los Mossos habían empezado ya una investigación para dar con su paradero. Tras entrevistar a los padres y al entorno más próximo de la joven, han intentado también geolocalizar su teléfono móvil pero estaba apagado y la niña, además, lo había dejado en su habitación.

Lo que sí ha resultado de gran ayuda ha sido escudriñar su ordenador. Las últimas fotos que se habían buscado con este eran las de la ciudad de San Sebastián. Los Mossos han dado a la Ertzaintza un aviso que ha terminado siendo clave. 

El portavoz del cuerpo policial, Xavier Porcuna, ha ofrecido al mediodía una rueda de prensa que ha convocado una presencia multitudinaria en la comisaría de Les Corts. Pedía calma para evitar falsos rumores, insistía en la colaboración ciudadana y recordaba que la inmensa mayoría de desapariciones se resuelven durante los cuatro primeros días.

Así ha ocurrido también esta vez. Queda la incógnita de saber qué habría pasado si la mujer del centro comercial no hubiera reconocido una cara tan famosa gracias a la reacción popular en las redes sociales. Por eso, los padres, desde un coche rumbo a San Sebastián, no se cansan de dar las gracias por una movilización sin precedentes.

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