La empresa del túnel del Pertús esquiva por el momento la quiebra

La concesionaria del tramo internacional del AVE, TP Ferro, presidida por Florentino Pérez, ha alcanzado in extremis un principio de acuerdo de reestructuración de la deuda de 400 millones de euros que mantiene con varias entidades financieras e inversores. Ello le permite esquivar, al menos por el momento, la quiebra a la que parecía abocada y garantizar la continuidad del servicio.

La propuesta de convenio de reestructuración debe ser aprobada por el titular del juzgado mercantil número 1 de Girona, Hugo Novales, a cuyas decisiones la empresa está sometida desde que el año pasado entró en concurso de acreedores. El pacto debe ser ratificado posteriormente por la Junta de Acreedores convocada para el próximo 15 de septiembre, aunque TP Ferro ha pedido al juzgado que se aplace al 15 de octubre.

FLECOS PENDIENTES

La concesionaria necesita más tiempo para cerrar los flecos aún pendientes en la negociación con los bancos para evitar una ruptura del principio de acuerdo que abocaría a la quiebra y la liquidación de la empresa. El aplazamiento de un mes lo pidió TP Ferro al juez unas semanas atrás pero este aún no ha respondido.

En el escueto comunicado hecho público por la compañía, esta destaca que “la propuesta de convenio no afecta a la continuidad del servicio ferroviario en la Sección Internacional”. “TP Ferro continuará explotando dicha sección con el máximo nivel de seguridad, fluidez y regularidad”, añade. Tanto el Ministero de Fomento como la concesionaria se han comprometido a que, incluso en situación de quiebra, el relevo se haría sin que afectara a la circulación de trenes.  

EL RESCATE SE ALEJA

La posición inamovible del Fomento a la hora de negarse a pactar cualquier tipo de ayuda o rescate en la etapa electoral abierta desde el pasado octubre ha influido probablemente en la decisión de los acreedores de evitar una quiebra en la que podrían aún perder más que con la reestructuración pactada. Desde el Gobierno se ha hecho hasta ahora oídos sordos a las presiones de Florentino Pérez.  

El acuerdo aleja, por el momento, la posibilidad de que la compañía reclame un rescate haciendo valer las cláusulas del contrato que le permitirían recibir una cuantiosa indemnización si se demostraba que la concesión era definitivamente inviable desde el punto de vista económico.

ESCASO TRÁFICO

TP Ferro está participada al 50% por la constructora ACS, propiedad de Florentino Pérez. El otro 50% lo detenta la francesa Eiffage. Desde que el tramo entró en servicio, en diciembre del 2013, las cuentas de la compañía han estado en números rojos debido al incumplimento de las previsiones de tráfico ferroviario.

La empresa preveía dar servicio a 34 trenes de pasajeros y 24 de mercancías diarios pero solo pasan 12 y 4 respectivamente. Los escasos ingresos aportados por este tráfico le han impedido cumplir los plazos de la amortización de la deuda contraida para realizar la obras de construcción y puesta en marcha.

El director de la compañía ha atribuido recientemente el fracaso de las previsiones a los incumplimientos del Estado español en el impulso al eje mediterráneo y a los pocos e inadecuados servicios puestos en marcha por Renfe y su socio francés, la SNCF.