El penoso precedente de Tarragona

Españoles y extranjeros pernoctaban el verano pasado ante las comisarías de la ciudad y de Tortosa debido a la falta de cita previa

Colas ante la comisaría de Tortosa, en julio del 2015.

Colas ante la comisaría de Tortosa, en julio del 2015.

RAFAEL MORALES / TARRAGONA

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La imagen tercermundista que estos días se está dando ante la oficina del Ministerio de Justicia en la calle Garcilaso de Barcelona no es un hecho aislado en la desconsideración que en ocasiones la Administración muestra hacia los ciudadanos. En este caso se trata de una única oficina en Catalunya para tramitar el certificado de penales, pero el verano pasado centenares de personas, tanto españoles como extranjeros no comunitarios, sufrieron una situación similar para tramitar el documento nacional de identidad (DNI) o el NIE, en el caso de los extranjeros.

Alrededor de medio centenar de personas durmieron al raso a diario en cada una de las comisarias del Cuerpo Nacional de la Policía situadas en zonas céntricas de Tarragona Tortosa (Baix Ebre). Ciudadanos de todo tipo y condición calificaron la situación de esperpéntica e impropia de un país desarrollado. Debido a la falta de un sistema de cita previa los afectados estaban obligados a hacer cola en la calle desde el día anterior para tener opción a uno de los pocos números de atención que se repartían a diario a partir de las 8 de la mañana.

EL EFECTO DE LAS DENUNCIAS

En Tarragona, la imagen se prolongó durante casi todo el mes de julio frente a la comisaría situada en el centro de la ciudad, justo al lado de la Audiencia Provincial. Algunos de los afectados no podían creerse lo que sucedía porque al llegar al mediodía a la cola los propios afectados ya se habían organizado y pronto copaban todos los números que se debían entregar al día siguiente y, por lo tanto, la espera aumentaba otro día.

En Tortosa ocurría algo parecido, aunque numerosas personas explicaron que la situación era habitual durante todo el año y no solo durante el verano. Los propios afectados ya se habían autoorganizado para aliviar en lo posible las penurias de las esperas diurnas y nocturnas. De forma extraoficial, ellos mismos gestionaban listas de espera con la intención de evitar molestias innecesarias a otros ciudadanos y, en lo posible, evitar tensiones. Pero todos tenían que permanecer en el lugar (dormían en sacos o en el coche), para formar la cola a primera hora del día siguiente.

CAMBIO RADICAL

La situación que denunció EL PERIÓDICO y otros medios hizo reaccionar a los responsables de la Subdelegación del Gobierno en Tarragona, que reclamó medidas a los ministerios afectados. Alegaron, no obstante, que el problema se repetía de forma  puntual cada verano debido a los extranjeros a los que les caducaba el NIE y lo querían renovar con urgencia para poder irse de vacaciones.

La solución llegó en apenas una semana con la implantación provisional del reparto de números a cualquier hora del día y el refuerzo de personal en las oficinas policiales para tramitar la documentación. Poco después se implantó la cita previa a través de internet y la situación ha dado un vuelco radical. "Ya no he tenido que dormir más en la calle, el servicio ahora es excelente", ha explicado este martes Joan Salvador, un vendedor inmobiliario de Tortosa que estaba habituado a dormir en la calle, cerca de la comisaría, para poder tener opción a tramitar la documentación de sus clientes. "Ahora es un placer", ha insistido.