Por un cambio de mentalidad

Cada vez que la violencia de género acumula puntas de horror, echamos un vistazo a las estadísticas, en busca de respuestas que no llegan, porque algo que se ha aprendido es que la violencia de género no tiene patrón: un año es malo y el siguiente peor, o al revés, sin cambios de tendencia que respondan a factores claros. Nos preguntamos en voz alta cómo acabar con el fenómeno y luego el debate remite hasta que otro crimen acaba con otra mujer, que a menudo no había presentado denuncia. Ese dato, casi siempre el primero que se destaca, es para muchos expertos un arma de doble filo, porque aunque el mensaje es que para poder ayudar a alguien hay que conocer su situación, parece que la víctima que no denunció tenga algo de culpa.

La principal conclusión es que no hay conclusión, no a corto plazo. La presidenta del Institut Català de les Dones, Montse Gatell, abordó ayer la cuestión al hilo de las muertes de mujeres, y niños, a manos de parejas y exparejas en Castelldefels, y de las dos jóvenes asesinadas en Cuenca. «Vivimos en una sociedad regida por esquemas absolutamente patriarcales, que legitima de una manera u otra la violencia contra las mujeres y la autoridad que algunos hombres ejercen sobre las mujeres. Es muy difícil combatirlo de forma integral porque de lo que estamos hablando es de una concepción diferente de las relaciones entre las mujeres y los hombres», afirmó en declaraciones a RAC-1.

Por supuesto, ha habido avances. Hace 40 años, el maltratador solía ser incluso aplaudido. Pero los datos de los últimos años dan a entender que la situación no experimenta mejoras. Sí se ha consolidado la red de atención a las víctimas que sobreviven.

En lo que va de 2015, según el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, con datos confirmados hasta el 6 de agosto, 23 mujeres han muerto víctimas de la violencia de género en España. Si se suman los casos que están en investigación, y que todo indica que se confirmarán, la cifra asciende a 32. Y aunque parece que haya sido el peor verano, hubo más muertes en años anteriores.

790 muertas desde el 2003

Hasta el 6 de agosto del 2014 hubo dos más, 34. En el mismo periodo del 2013 las asesinadas fueron 33. En el del 2012, 37. 43 en el 2011. Las mujeres que han muerto víctimas de la violencia de género desde el 2003 en España ascienden a 790, informa Europa Press. Hay otra estadística: la de los menores muertos por violencia de género, a menudo víctimas por venganza hacia la madre. Este año han sido ocho los menores que han muerto a manos de sus progenitores o de parejas o exparejas de sus madres. En  todo el 2014 fueron cuatro, y en el 2013, seis.

Gatell precisó que de lo que se trata «no es solo de un salto generacional» sino de «un cambio de mentalidad como sociedad». Sin duda, es clave que los jóvenes aborden ese cambio, pero los datos sobre la naturaleza de las relaciones entre los más jóvenes no resultan en absoluto halagüeños, más bien al contrario. En marzo, el Ministerio de Sanidad informó, en el marco de un macroestudio, de que una de cada cuatro adolescentes sufre acoso psicológico por parte de su novio, lo que se conoce como «violencia psicológica de control». La combinación de amor romántico, adolescencia y redes sociales ha generado un nuevo eje de control, que pasa por escudriñar en el móvil de la novia su uso de las redes sociales. El riesgo es que el entorno del novio aplauda esa actitud. Y que las adolescentes lo juzguen normal. Otro dato preocupante de un estudio de enero pasado: el 33% de las mujeres entre 15 y 29 años decían admitir que les parece inevitable o aceptable la violencia de control por parte de sus parejas.