MISIÓN ESPACIAL EUROPEA

El módulo 'Philae' despierta tras siete meses de hibernación en el cometa 67P

ANTONIO MADRIDEJOS / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

De forma inesperada, cuando solo los más optimistas lo creían factible, el pequeño módulo Philae se ha despertado después de siete meses de hibernación en la superficie del cometa 67P / Churyumov-Gerasimenko y se ha comunicado con la Tierra, según informó ayer la Agencia Espacial Europea (ESA). Concretamente, Philae envió durante poco más de un minuto unos 300 paquetes de datos que fueron recibidos en el centro de control de la ESA en Darmstadt (Alemania) a las 22.28 del sábado.

Todo indica que el módulo ha recuperado la energía que le permite comunicarse, pero aún se ignora en qué estado se encuentran sus 10 instrumentos y su capacidad real de trabajo. «Hola, Tierra. Me he despertado. ¿Cuánto tiempo he estado dormido?», tuitearon con humor los responsables de la misión.

El pasado noviembre, el pequeño aterrizador de la misión Rosetta se soltó de la nave nodriza, descendió hasta de 67P y, tras una maniobra de aterrizaje fallida que incluyó varios rebotes sobre la superficie, acabó en un acantilado escarpado y umbrío, lejos del lugar planeado originalmente. Al no poder usar sus paneles solares para recargar las baterías, unas 60 horas después dejó de enviar señales y entró en hibernación, un evidente desencanto para quienes esperaban que la misión durara varias semanas e incluso meses.

Sin embargo, los técnicos de la misión confiaban en recuperar la señal cuando 67P avanzara y se acercara más al Sol, lo que mejoraría la orientación y las posibilidades de recarga de los paneles de 'Philae'. No había muchas esperanzas, pero sí alguna. De hecho, recuerda la ESA, desde el 12 de marzo la unidad de comunicación del orbitador Rosetta estaba encendida en previsión de posibles mensajes.

Temperatura ambiental

 «'Philae' está en buen estado: tiene una temperatura de funcionamiento de -35 grados y 24 vatios disponibles», explicó escuetamente Stephan Ulamec, primer responsable del robot en el Centro Aeroespacial Alemán (DLR). «El módulo de aterrizaje está listo para las operaciones».

Tras analizar los datos recibidos, la ESA considera que es posible que 'Philae' llevara un tiempo despierto, pero sin las suficiente energía como para enviar una señal. «Posiblemente ya ha estado trabajando antes de que recibiéramos el contacto», dijo. Ahora los científicos están a la espera del próximo contacto. Todavía hay más de 8.000 paquetes de datos en la memoria de 'Philae'.

Según explicó el DLR, que ha analizado los datos, el frío ambiental que rodea a 'Philae' es aceptable para poder trabajar (en el momento del aterrizaje llegó a -100 grados y se necesitan al menos -45 grados). En cuanto a los 24 vatios de potencia acumulados, es el doble de lo que precisa para poner en marcha sus sistemas.

La operación de anclaje falló el pasado noviembre y el módulo rebotó en dos ocasiones (sus 100 kilos en la Tierra equivalían a un solo gramo en la microgravedad cometaria). La ESA cree que 'Philae' se encuentra ahora en un saliente de una región del cometa que ha sido bautizada como el Acantilado del Perihelio, pero lo cierto es que desde que se apagó no ha habido manera de localizar visualmente el lugar exacto. Ni siquiera con la potente cámara Osiris que lleva a bordo Rosetta.

Desgraciadamente, lo que ya se sabe seguro es que no podrá emplear (porque no funciona) el taladro SD2, concebido para atravesar el suelo y aportar muestras a dos laboratorios químicos que lleva a bordo.