ALERTA EN LOS MESES DE FRÍO

Braseros mortales

Vivienda en la que fallecieron cuatro niños el pasado mes de marzo.

Vivienda en la que fallecieron cuatro niños el pasado mes de marzo.

RAFAEL MORALES
TARRAGONA

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La mala combustión de un brasero amargó la Navidad a una familia de La Bisbal del Penedès (Baix Penedès). Un total de ocho personas resultaron intoxicadas por el humo que se produjo en la vivienda de dos plantas de la calle de Almeria y tuvieron que ser atendidas en el hospital de El Vendrell tras el aviso que recibieron los Bombers de la Generalitat a las cuatro de la madrugada. El incidente no acabó en tragedia, pero esta época del año está marcada en rojo por los bomberos en cuanto al riesgo de incendio en viviendas. Braseros y chimeneas, además de las distracciones y los riesgos derivados de las situaciones de pobreza energética, ya han causado este año 14 muertes en Catalunya.

«La mayoría de los incendios en viviendas se concentran en los meses de diciembre, enero, febrero y parte de marzo», explicó Ramon Parés, director general del Servei de Prevenció i Extinció d'Incendis i Salvaments de Catalunya, durante la presentación de la campaña Ho pots evitar que llevan a cabo los Bombers de la Generalitat para prevenir los incendios en los hogares. «El 95% de estos incendios se podrían evitar de forma sencilla», aseguró el subinspector del servicio de prevención de los Bombers, Carles Noguera.

Además del mencionado incidente en La Bisbal del Penedès, y de otro fuego que se declaró ayer mismo en un bloque de cuatro pisos en Vilafranca del Penedès sin causar heridos, entre el día de Navidad y el de Sant Esteve se produjeron cuatro incendios en viviendas en Ullastrell, Terrassa, Igualada y Sant Quintí de Mediona. El balance fue de siete personas intoxicadas por inhalación de humo y una más con quemadas leves en la cara. Un mal menor si se compara con el incendio que se produjo en marzo en una vivienda del barrio vendrellense de Pisos Planas y que acabó con la vida de cuatro niños.

Algunos especialistas apuntan a que la pobreza es la causa de algunos de los fuegos contabilizados en las viviendas catalanas, pero Parés asegura que es difícil encontrar datos objetivos que confirmen esa situación. «Es complicado afirmar que la pobreza energética provoca más incendios en las viviendas, pero en el caso de la tragedia de El Vendrell sí parece claro. Sabemos que fue una noche fría y ventosa y es posible que el incendio se produjera debido a un fuego alternativo», explicó el responsable de la Generalitat en alusión a un brasero.

INSTALACIONES VIEJAS

Los braseros son un peligro, pero también las viejas instalaciones eléctricas o los apaños caseros que en algunos casos se hacen para conseguir suministro eléctrico. También los calefactores, las chimeneas o conectar demasiados aparatos en un solo enchufe. A estos factores hay que sumar los despistes con los fuegos de la cocina. «Los principales puntos de riesgo en una vivienda son la cocina, los aparatos de calefacción y la mala utilización de la electricidad», insiste el subinspector Noguera. «Parece una tontería, pero cuando en el departamento oímos las palabras '¡olla en el fuego!' ya sabemos que el incendio se ha producido porque alguien se ha dejado un fuego de la cocina encendido», aclara.

En este caso, el protagonista del descuido acostumbra a ser una persona mayor. De los 14 fallecidos este año en los 3.069 incendios en viviendas en Catalunya registrados por los Bombers hasta el 31 de octubre, seis tenían más de 80 años. A estas estadísticas habría que sumar las que se dan en Barcelona, donde el cuerpo de bomberos de la capital intervino en el 2013 en 1.156 incendios en viviendas. Los datos de los Bombers no ha variado notablemente en los últimos años. En el 2009 realizaron 4.008 actuaciones en viviendas con un saldo de 14 víctimas mortales, las mismas que han registrado en este 2014 a falta de las incidencias de noviembre y diciembre. El año pasado intervinieron en 4.140 incendios en hogares, en los que también se produjeron 14 muertes.

«La mayoría de los incendios se podrían haber evitado con solo tener en cuenta detalles pequeños peros que pueden evitar víctimas, especialmente entre los colectivos más vulnerables, que son los menores, las personas mayores y los discapacitados», detalla Noguera. Los detalles a los que se refiere son, por ejemplo, evitar las distracciones con la tele o el teléfono cuando hay un fuego de la cocina encendido, no sobrecargar los enchufes, y a evitar secar la ropa al lado de la estufa o del fuego de la chimenea.