Magrebí de Logroño

Detenido 8 La detención del agresor.

Detenido 8 La detención del agresor.

TONI SUST
BARCELONA

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Hay días en los que todos los agresores parecen extranjeros. Es el caso del joven detenido el mates por atacar con un cuchillo, el lunes, a cinco personas en el centro de Lleida, de las que cuatro sí eran foráneas. Porque él, Alejandro Ruiz Vidal, es español, caucásico, de Logroño, aunque fue descrito por la policía como un hombre de tez oscura y de 35 años (tiene 21). Sin rodeos: fue descrito como un magrebí, y ante el temor de esa presencia se encerraron en casa muchos vecinos de la ciudad. Al parecer, los Mossos difundieron ese perfil en función de varios testigos, sin duda equivocados. Y la precisión sobre el origen del agresor no cayó en saco roto.

Quizá merezca la medalla de chocolate en este asunto el diario 'La Gaceta' que tituló sin ambages: «El apuñalador magrebí aterroriza a Lérida». Las redes sociales, las consabidas redes sociales, sirvieron de marco para las denuncias que en algunos casos apuntaban a la posibilidad de que los apuñalamientos fueran obra de un grupo yihadista vinculado o imitador de los decapitadores del Estado Islámico. En todo caso, de un musulmán extremista.

REACCIÓN POR LA MEZQUITA

El exdiputado ilerdense de ERC Miquel Pueyo reunió algunos de los tuits desafortunados. Entre ellos, el de una chica que decía haber recibido 24 horas antes de las agresiones este wasap: «Vigila, los moros tienen la consigna de apuñalar a gente por la prohibición de la mezquita». Y añadía: «Para reflexionar». En efecto, es necesaria una reflexión. La hace, breve pero contundente, Alba Cuevas, portavoz de SOS Racisme, que se acuerda del papel que ha jugado en este asunto el alcalde de Lleida, Àngel Ros:  «Es grave que un representante político, sin conocer los detalles, se atreva a asumir un perfil del agresor basándose en estereotipos. Eso responde a una actitud racista que tiene consecuencias muy negativas para la convivencia y la cohesión social. Sobre todo cuando lo dice un alcalde».

Ros no ha tenido mucha suerte. Al fin y al cabo, un alcalde tiene que escuchar a los Mossos. El regidor afrontó la cuestión llamando a combatir una posible ola de xenofobia por el presunto origen del apuñalador. Pero también quiso descartar que la xenofobia pudiera estar detrás del ataque a cuatro extranjeros de cinco víctimas. No hay ningún motivo para creerlo, dijo el alcalde, guioado por la versión policial, horas antes de la detención y de que trascendiera el pasado nazi del arrestado. El bulo del yihadista suelto llevó a temer represalias a la comunidad magrebí. Por eso el lunes, a media tarde, la mayoría de comercios regentados por magrebís cerraron sus puertas anticipadamente.

«Éramos los primeros que queríamos que se detuviera al culpable», afirmó ayer Rachid, propietario de una carnicería de la calle del Nord, informa Eva Visa.Tras conocerse el origen de Ruiz proliferó el rechazo a quienes estaban dispuestos a encender la antorcha contra los extranjeros. Unitat contra el Feixisme i el Racisme de Lleida (UCFR) emitió un comunicado.

Concentración

En el comunicado, el colectivo convoca a una concentración que tendrá lugar mañana a las seis de la tarde en la plaza de la Pau de Lleida, expresa su condena a los hechos y subraya que Ruiz Vidal no tiene problemas psiquiátricos, como se barajó inicialmente, sino «vínculos con la organización fascista Nueva Época».

Pero lo que UCFR «lamenta especialmente» en el texto que difundió es que en los últimas días medios de comunicación «diesen por buena una mala descripción (piel oscura y gorro musulmán) y que esto desencadenase comentarios racistas tanto en las redes sociales como en los medios convencionales». El colectivo miró atrás en la historia para advertir de que la Alemania nazi se empezó a fraguar con «expresiones racistas de baja intensidad que crecían exponencialmente mientras todos miraban hacia otro lado».