Educación financiera en el instituto

De la hucha al cajero

Adolescentes 8 Aula de cuarto curso de ESO de un instituto de Barcelona.

Adolescentes 8 Aula de cuarto curso de ESO de un instituto de Barcelona.

VÍCTOR VARGAS LLAMAS
BARCELONA

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La adolescencia es una etapa difícil en la que los chicos empiezan a prepararse para las responsabilidades que conlleva la edad adulta. Y la realidad económica no es una excepción. Esa tarea de adaptación es la finalidad que persiguen las clases de Educación Financiera, que el año pasado tuvieron su experiencia piloto en ocho centros educativos de Barcelona y este curso amplían su horizonte a toda Catalunya. Los contenidos de la materia se adaptan a las recomendaciones de la Comisión Europea para que los alumnos tomen conciencia del uso del dinero y asimilen las operaciones financieras más elementales.

«Con 15 o 16 años, muchos chicos ya obtienen sus primeros ingresos, haciendo de canguro, dando clases particulares, trabajando de camarero en verano...», explica Patricia Carreras, exempleada de banca y que impartió clases de esta materia el año pasado.«Es un buen momento para que empiecen a conocer de qué forma pueden conseguir una buena gestión de su capital y qué prácticas no son nada recomendables», añade Carreras.

Cinco sesiones

Jordi Jofra, empleado de La Caixa y que ejercerá de voluntario en el actual curso, es consciente de que los objetivos deben adaptarse a la capacidad de los jóvenes. «Basta con que tengan claras cuatro nociones sobre presupuesto familiar, cómo administrar su propio dinero, si les conviene endeudarse o no...», explica Jofre. Los docentes han recibido una formación previa para reciclarse con garantías. Un reto novedoso para estos nuevos profesores, muchos de ellos prejubilados o jubilados de entidades financieras que colaboran de forma altruista.

¿Por qué en 4º de ESO? El director general de Política Financera de la Generalitat, Jordi Òliva, lo razona: «Es el último curso de enseñanza obligatoria y de esta forma no quedan excluidos de la iniciativa los chicos que no van a seguir estudiando». Para Carreras, ya disponen de madurez suficiente para familiarizarse con responsabilidades que asumirán en un futuro próximo.

La materia se divide en cinco sesiones de una hora de duración que se impartirán en 105 centros de toda Catalunya. Los 250 voluntarios, empleados o extrabajadores de entidades financieras, aportarán sus conocimientos a 6.535 alumnos, que asistirán a los talleres como actividad complementaria al currículo escolar.«Las clases son un buen complemento para la formación sobre emprendeduría que desde este mismo curso se incluye con gran éxito como materia optativa en 3º de ESO», explica la directora general de Educació Secundària i Batxillerat, Teresa Pijoan.

Planificación y ahorro

En los talleres se aprende a administrar el dinero, planificar y endeudarse con sentido común y distinguir qué productos financieros son los más apropiados para cada perfil. También se enseña a gestionar situaciones financieras cotidianas, como distinguir los apartados de una nómina, pagos por internet y tipos de cambio. «Les enseñamos consejos prácticos, como las comisiones en función del cajero que utilicen o no apuntar la contraseña en el billetero», dice Carreras.

Aspectos que aparecerán en la vida de los chicos a medida que se vayan haciendo mayores y que ya les despiertan algunas dudas. Sin embargo, no siempre se escuchan las mismas preguntas. «El programa era igual para todos los centros, pero las dudas variaban según las posibilidades de los alumnos», explica Carreras. Y pone un ejemplo:«Algunos chicos querían saber cómo financiar la compra de su primera moto, mientras que otros se conformaban con poder pagarse un móvil».

Jofra, que pertenece a la Asociación de Voluntarios de La Caixa, aguarda con ilusión el momento de comenzar su periplo en las aulas. Y espera que con sus explicaciones los chicos entiendan mejor no solo su realidad económica, sino también«qué pasa en el país y en la Unión Europea».«La economía nacional es la suma de pequeñas economías -explica Jofra-.

Y es bueno que los jóvenes sepan que el país quiebra cuando lo hacen muchas economías como la suya».