entrevista con el NIETO DE EMILI PALLÀS, SUPERVIVIENTE DEL 'TITANIC

Gerard Pallàs: «Bajó al bote por las poleas, pero se cayó y quedó inconsciente»

Gerard Pallàs posa con una foto de su abuelo en Barcelona, esta semana.

Gerard Pallàs posa con una foto de su abuelo en Barcelona, esta semana.

MAURICIO BERNAL / Barcelona

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Gerard Pallàs tenía tan claro lo que se venía, estaban tan marcadas estas fechas en su calendario, era tan consciente de que le llamarían, le reclamarían de todas partes, de que tendría que contar una y otra vez la misma historia, por qué su abuelo viajaba en el Titanic, adónde se dirigía, cómo consiguió salvarse, si resultó herido, si fue aclamado al regresar, etcétera, que sencillamente decidió pedir la semana libre en el trabajo. Pallàs es médico.

-Hábleme de su abuelo. Qué hacía. Por qué embarcó en el Titanic.

-Mi abuelo era panadero en Barcelona. Había nacido en Basturs, en Lleida, pero de joven se había trasladado aquí. ¿Por qué embarcó en el Titanic? Tenía 30 años y su intención era ir a Cuba, a buscar fortuna, como hacían tantos españoles en esa época. Iba con un amigo, Julià Padró. Compraron billetes de segunda clase y se embarcaron en Cherburgo. Padró regentaba un bar también aquí, en Barcelona, pero no estaba muy contento.

-Cuénteme cómo se salvó.

-Bueno, al parecer los dos, mi abuelo y su amigo, se habían ido a dormir, no se habían enterado de lo que ocurría, pero vino un argentino que habían conocido en el viaje que les tocó a la puerta y supongo que les dijo, no sé: 'Chicos, esto pinta mal'. Entonces subieron a cubierta y se descolgaron en un bote salvavidas por las poleas, pero mi abuelo perdió el equilibrio, se cayó y quedó inconsciente. Como a los que estaban inconscientes los tiraban directamente al mar, Julià escondió a mi abuelo bajo unas lonas.

-Le salvó la vida.

-Exacto.

-¿Y luego?

-Luego los rescató el Carpathia, y luego a mi abuelo lo ingresaron en un hospital de Nueva York, el Saint Vincent's. De hecho, tengo una foto, que además está publicada en la Enciclopedia Titánica, en la que aparece él en el hospital. Mírela: esta foto está cumpliendo ahora 100 años.

-¿Se quedó mucho tiempo en Nueva York?

-Calculo que dos semanas, como mínimo. Mi abuelo no tenía ni puñetera idea de inglés y no sé cómo espabiló, pero bueno, supongo que en una situación así haces de más y de menos para espabilar. Básicamente, se quedó esperando la indemnización. Y que lo embarcaran nuevamente.

-¿Hacia Cuba?

-No. Volvió aquí. La indemnización le daba para vivir bien aquí, así que volvió a Barcelona y montó su propia panadería, en la calle del Consell de Cent. Al año siguiente, 1913, se casó con Aurora Rabasa, mi abuela, y tuvieron un solo hijo: mi padre. Mi abuelo murió en 1940. ¿Quiere saber en qué fecha? El 14 de abril.

-No puede ser. Eso... Eso es una coincidencia brutal.

-¿A que sí? Se ve que tenía que morir ese día. Pero no ese año.

-Todo esto que me cuenta, supongo que es información que le transmitió su abuelo a su padre, y luego su padre a usted, ¿no?

-Sí, yo a mi abuelo no lo llegué a conocer, conocí a mi abuela, que me contó algunas cosas, pero lo que sí sé es que a él, a mi abuelo, no le gustaba hablar de lo sucedido. Hablaba cuando le preguntaban, pero no era de dar muchas explicaciones.

-¿Qué pasó con el amigo? ¿Con Julià?

-Ah, él sí que acabó yendo a Cuba.

-¿Mantuvieron el contacto, él y su abuelo? ¿Tiene usted contacto con sus descendientes?

-Ninguno.

-Me causa curiosidad ese sobre lleno de recortes y fotos que lleva bajo el brazo. ¿Está muy marcada su vida por lo de su abuelo?

-No, qué va. Esta semana, por lo del centenario y eso, pero no más. A mí el tema me interesa y tengo algunos libros, por ejemplo, pero no solo por el hecho de que mi abuelo hubiera estado ahí, la verdad; me habría interesado igual, creo. Y a mi padre le pasó un poco lo mismo que a mí esta semana pero cuando estrenaron la película, en 1997, y poco más. De hecho, recuerdo que le ofrecieron ir al estreno, a Estados Unidos, pero mi padre dijo que no tenía la menor intención de ir.

-¿Por?

-Estaba mayor. Tenía 82 años, creo, en ese entonces.

-¿Qué le pareció la película, por cierto?

-¿La película? Pfff... Mucho DiCaprio y poco Titanic.