Montgat ya cuenta los días

A muchos vecinos de Montgat se les puso la piel de gallina ayer por la mañana al ver en la portada de EL PERIÓDICO la cara de Marcelo Roberto Marín Iannadrea, el presunto narcotraficante que, según la Policía Nacional, suplantó la identidad de Óscar Sánchez. Hubo abrazos, llantos de alegría y palabras de esperanza entre los miembros de la plataforma de apoyo, pues muchos celebran la vía que esta nueva y aparentemente decisiva prueba abre para la liberación de Sánchez. Y es que a pesar de que este lavacoches sigue preso en Italia, sus familiares, amigos y vecinos tienen cada día más esperanzas de que su Óscar regrese al pueblo. Ya cuentan los días.

La solidaridad crece

La pesadilla de Óscar cuestiona la garantía de las extradiciones

«La gente no se moviliza porque sí. Todos supimos desde el principio que Óscar era inocente», afirma Juan Fernández, primo del detenido y fundador de la Plataforma a Favor de Óscar Sánchez.«Cada semana se añade más gente a la plataforma. Es todo un éxito del pueblo», añade.«Se ha hecho justicia por fin y ahora es cuando tenemos más trabajo», dice, entusiasmado.

«Rebosamos de felicidad», exclama el hermano de Óscar, José Antonio, que no lo ha visto desde que fue detenido.«Mi hermano es incapaz de hacer algo así. Es una persona sencilla, introvertida y nunca llega a fin de mes», explicó.

Los vecinos de Sánchez comienzan a ver la luz al final del túnel.«Hemos visto el progreso desde su detención hasta ahora, y por fin vemos que se acerca el final», añade una vecina del municipio. La emoción a veces culmina en impaciencia.«Ahora tenemos más prisa que nunca por la vuelta de Óscar»,añade Rosa Funtané, una de los miembros más activos de la plataforma que ha recogido firmas y dinero para pagar al abogado:«Todo el mundo nos felicita».

De vuelta en casa

Aunque nunca es bueno avanzar acontecimientos.«Hay que frenar la euforia porque todo el pueblo ya se imagina a Óscar de vuelta en casa», expone Jordi Funtané, amigo de Sánchez y también fundador de la plataforma.«La gente me ha parado por la calle e incluso cuando iba a bordo del tren. Todo el mundo en el pueblo está al corriente de la noticia que ha publicado EL PERIÓDICO», añade Funtané.