PROTESTAS DEL MOVIMIENTO 15-M

Más de 100.000 indignados claman en paz contra Puig y los recortes sociales en Barcelona

La cabecera de la manifestación de Barcelona, al inicio de la marcha, cerca de la plaza de Catalunya.

La cabecera de la manifestación de Barcelona, al inicio de la marcha, cerca de la plaza de Catalunya. / periodico

FIDEL MASREAL / XAVIER BARRENA / RAFA JULVE / Barcelona

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Más de 100.000 personas --según el cálculo de EL PERIÓDICO-- se han manifestado este domingo por la tarde por las calles del centro de Barcelona, desde la plaza de Catalunya hasta Pla de Palau, pasando por la Via Laietana y Marquès de l'Argentera. Los cánticos contra Felip Puig y las pancartas contra los recortes han sido la nota dominante en la protesta, convocada por el movimiento de los indignados.

La concentración, que ha transcurrido en un ambiente festivo y familiar, ha sido pacífica, algo que la organización se había propuesto desde un principio. Y lo ha conseguido, lo que ha avalado el distanciamiento de la violencia por parte del movimiento del 15-M. Desde el arranque de la manifestación y durante todo el recorrido, decenas de voluntarios con chaleco reflectante y el lema "Violencia No" cuidaban que no hubiera ningún disturbio. Por megafonía, se insistía una y otra vez en que la marcha era pacífica. Había que desmarcarse totalmente de los incidentes ocurridos el pasado miércoles frente al Parlament.

Con el lema "La calle es nuestra, no pagaremos su crisis", la marcha se había convocado para reivindicar un nuevo modelo político, económico y social. La cifra de asistentes ha motivado las habituales discrepancias entre fuentes. Si el Departament d'Interior ha cuantificado los manifestantes en 50.000 y el Ayuntamiento de Barcelona en 75.000, los organizadores han elevado el número a 275.000.

Lúdica y festiva

De forma lúdica y festiva con timbales y cánticos, los concentrados han portado pancartas y han coreado lemas contra la clase política y el capitalismo como No nos representan, La crisis que la paguen los capitalistas, El dinero del banquero, para el obrero y Hoy la democracia está en la calle, entre otras.

Uno de los cánticos más repetidos ha sido el que pedía la dimisión del conseller de Interior, Felip Puig, y, en menor medida, la del presidente de la Generalitat, Artur Mas.

Gente de todas las edades

La marcha, secundada por numerosos jóvenes, pero también personas de todas las edades, incluso ancianos y bebés, ha discurrido de una forma pacífica, a la vez que reivindicativa, y solo se han vivido momentos de tensión a la entrada de la Ciutadella.

A las seis y media, una hora y media después de haber salido de la plaza de Catalunya, la cabecera de la manifestación ha llegado al final del recorrido. Mientras, en el otro extremo, aún se algopaban miles de personas que aún no habían podido iniciar el recorrido.

Los Mossos d'Esquadra han movilizado un fuerte dispositivo policial, que ha esperado la marcha a las puertas del parque de la Ciutadella, donde la mitad de furgones se han marchado.

Algunas tensiones en la Ciutadella

Una vez acabada la protesta, se han producido algunas tensiones entre los manifestantes que querían acceder al parque y los que buscaban impedir la entrada para evitar posibles incidentes dentro del recinto.

En la avenida del Marquès de l'Argentera, bautizada por los indignados como avinguda de la indignació, los Mossos d'Esquadra han procedido a cerrar las puertas principales al parque de la Ciutadella, y se han retirado dentro. Momentos después un trabajador de Parcs i Jardins ha abierto una puerta, pero algunos manifestantes han hecho un cordón humano para que la gente no entrase.

A las puertas del Parlament

Un centenar de personas han pasado dentro y se han quedado junto a las vallas que separan el parque de la entrada al Parlament. Sin embargo, han sido miles las de personas que han preferido no entrar al parque. Además, miembros de la organización les han pedido que abandonen la zona o bien que permanezcan allí sentados para demostrar que la concentración es pacífica.

Al poco, un representante de la organización ha dicho por megafonía que daba la marcha en Pla de Palau por concluida y que todo aquel que se quedara en la Ciutadella lo haría a título personal.

En Tarragona, Lleida y Girona también se han manifestado miles de indignados, y precisamente este domingo los acampados de Girona han empezado a levantar el campamento con el compromiso de recoger las tiendas de campaña antes de esta noche, y el resto de enseres, antes del martes.