La oposición evita criticar al Govern y deplora la actitud "intolerable" de los violentos

Después de aprobar por unanimidad una declaración institucional de rechazo a los episodios de coacción, los partidos de la oposición han evitado por un día la crítica al Govern. Todos se han centrado en la condena de los actos "violentos" y "antidemocráticos" que se han producido en los accesos al parque de la Ciutadella, y han coincidido en que la actuación de algunos grupos radicales no debe generalizarse a todo el movimiento 15-M.

El jefe del grupo parlamentario del PSC, Joaquim Nadal, ha afirmado que Catalunya "se juega hoy su dignidad como pueblo" y ha respaldado al president, Artur Mas, en su advertencia de que la policía puede utilizar la fuerza "de forma legítima" para asegurar la integridad de los diputados a la salida del pleno. "Nadie se puede atribuir una representatividad que no tiene para negar a los representantes del pueblo catalán su propia representatividad", ha asegurado.

"Es el día más triste de mi vida", ha declarado la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, quien también ha hecho piña con Mas en su amenaza a los indignados de hacer uso de la fuerza. Es más, la líder popular ha exigido a los Mossos "contundencia" para que la "mayoría silenciosa" de la sociedad catalana haga frente a "la cara más agresiva y violenta" del movimiento surgido el 15-M.

Democracia representativa y participativa

El secretario general de ICV, Joan Herrera, ha advertido a los indignados que actitudes de este tipo "dificultan la lucha contra los recortes y la construcción de alternativas". También ha calificado de "inaceptable" lo que han vivido los diputados a la entrada del Parlament, pero ha eludido opinar sobre lo que debería hacer la policía esta tarde si continúan las coacciones.

El presidente de ERC, Joan Puigcercós, también ha lamentado los hechos con un aviso: "Fracasaremos como sociedad si no hacemos compatible la democracia representativa con la democracia participativa". Ha añadido, en la línea de Mas, que los indignados han traspasado hoy la línea de lo aceptable en un sistema democrático.

Los diputados del Grupo Mixto Albert Rivera (Ciutadans) y Alfons López Tena (Solidaritat) se han sumado a la condena de las acciones violentas, aunque han apelado a no generalizar el comportamiento de una minoría con el de todo el movimiento de protesta cívica. López Tena ha dado la nota de nuevo al negarse a responder a una pregunta en castellano con el argumento de que, por la mañana, había sido insultado solo en esta lengua.