UN MODELO RADIAL QUE NO SE CORRIGE

El corredor a ninguna parte

Una brigada de limpieza se dirige al AVE S-112 después de que descendieran las autoridades tras el viaje inaugural entre Madrid y Valencia, ayer.

Una brigada de limpieza se dirige al AVE S-112 después de que descendieran las autoridades tras el viaje inaugural entre Madrid y Valencia, ayer.

C. B.
BARCELONA

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No hay conversación que se precie acerca de las infraestructuras ferroviarias en la que no aparezca el corredor mediterráneo. Con estrenos como el de ayer en Valencia

-en el que se prima una vez más la conexión de todo con el kilómetro cero-, más. La espina dorsal de la silueta peninsular ha vuelto a enseñar las vergüenzas esta semana, en plena celebración por la línea Madrid-Valencia (el miércoles se abrió un primer tramo hasta Cuenca y Albacete). Su plasmación con rayas discontinuas en los mapas sofoca a catalanes y valencianos que van juntos en la reivindicación del eje.

Esos trazos interrumpidos entre Tarragona y Vandellòs y L'Hospitalet de l'Infant (Baix Camp) significa, para quien todavía no lo sepa, que por allí no hay ni dos vías. Solo hay una. Con este panorama, lograr no solo un servicio competitivo para viajeros sino también que las mercancías salgan hacia Europa con solvencia parece lejano.

En el Ministerio de Fomento blanden los proyectos de modernización de estos y otros tramos para convencer de que sus preocupaciones ferroviarias no solo tienen la forma del morro del Pato, el popular AVE de Talgo-Bombardier. El ministro de Fomento, José Blanco, también se refirió ayer en el acto en la estación de Valencia para insistir en que es una de sus prioridades.

Gasto ruinoso

El secretario general del lobi ferroviario Ferrmed, Joan Amorós, se queja de que con el paso de los años no se corrige el esquema radial. «Se ha hecho un gasto ruinoso con el que estamos en desacuerdo. Mejorar el eje mediterráneo debería haber sido el principal objetivo y dejar de lado recorridos sin sentido», opina este activo defensor del corredor. Amorós cree que las «únicas» líneas que se deberían haber llevado a cabo en alta velocidad deberían haber unido Madrid y Barcelona y desde la capital catalana a Valencia. «Como mucho el triángulo tendría que alcanzar el País Vasco, el otro polo económico», describe.

Durante lustros se ha gastado el dinero de los Fondos Europeos de Cohesión en desarrollar la red del AVE cuando, según Amorós, «Fomento debería habernos hecho caso y por solo 1.700 millones de euros habría logrado modernizar el eje mediterráneo», plantea.

Cambio de ancho de vía

De hecho, Ferrmed ha planteado siempre que la solución para comunicarse cómodamente con el resto del continente europeo era afrontar de forma valiente una sustitución de las vías, estrechándolas para logran la medida internacional. El martes, y solo como medida provisional durante un par de años, se estrenará una conexión para trenes de mercancías desde el puerto de Barcelona hasta la ciudad francesa de Lyón.

El siguiente capítulo se escribe en Europa ya que en los próximos meses se decidirá qué proyectos se consideran prioritarios para la Red Transeuropea de Transportes. La traducción de esa mención tiene forma de subvención, algo que en el contexto de crisis en el que está inmersa la economía española puede ser el desatascador para impulsar de una vez el corredor.