DEPORTE DE OCIO

Revisiones para captar clientes

Tres jóvenes se ejercitan en un gimnasio de Barcelona.

Tres jóvenes se ejercitan en un gimnasio de Barcelona.

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El deporte que se practica por diversión, por el mero disfrute personal, es seguramente el más difícil de regular. Hasta ahora, las experiencias sobre controles cardiovasculares en centros deportivos privados son contadas. Y, muchas veces, más publicitarias que reales. Hay afamadas cadenas de gimnasios que, en el momento de la matrícula, ofrecen revisiones médicas a sus clientes mayores de 35 años, pero que, a la hora de la verdad, no las hacen efectivas.

«Esta es la principal novedad de la nueva ley del deporte: los centros privados, que hasta ahora no tenían ninguna obligación», indica un portavoz de la secretaría general. Con todo, la Generalitat es consciente de que regular la actividad física que se practica en los gimnasios y otros centros de titularidad privada no es suficiente.

Las estadísticas dicen que, solo en la ciudad de Barcelona, casi la mitad de los ciudadanos que hacen asiduamente deporte no están inscritos en ningún gimnasio. Y el porcentaje es bastante más elevado en otras ciudades catalanas. «Desde el que participa en una carrera popular y se entrena duro para ello hasta el que sale a pasear en bicicleta o a patinar los domingos, el abanico de aficionados es amplísimo», admite Araceli Boraíta, jefa del servicio de cardiología del Consejo Superior de Deportes. ¿Saben estos aficionados si el deporte que practican es el más adecuado a sus condiciones físicas?