trabajadoras en la capital del catolicismo

GUDRUN SAILER: "La primera empleada laica fue una arqueóloga alemana y judía"

Gudrun Sailer posa en la plaza de San Pedro.

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La austriaca Gudrun Sailer, escritora y periodista de Radio Vaticano, es una mujer curtida por unas cuantas aventuras, lo que no impide que el caparazón se le resquebraje cuando habla de la presencia de la mujeres en el Vaticano, que cree debe aumentar.

«Las mujeres en el Vaticano se consagran con pasión a su trabajo y dan a sus labores un toque femenino, algo de lo que carecen las diferentes congregaciones vaticanas», afirmó Sailer.

«Los hombres que trabajan en el Vaticano, los sacerdotes, los obispos, los cardenales, deben entender que la Iglesia somos nosotros, los laicos. Y los laicos son también las mujeres, que se casan y tienen hijos», añade esta mujer de 40 años.

Motivada por estas convicciones, Sailer escribió en el 2008Frauen im Vatikan(Mujeres en el Vaticano), el único libro hasta ahora que recoge entrevistas y datos sobre algunas de las mujeres más influyentes de la Santa Sede.

«Antes de empezar a trabajar aquí pensaba que no había mujeres en el Vaticano, ¡fue una sorpresa darme cuenta de que sí!", comenta Sailer, que hoy es la encargada de la sección alemana de Radio Vaticano.

LA PRIMERA EMPLEADA De ahí nació su interés por el tema, plasmado en el libro y en las investigaciones que continúa llevando a cabo sobre las féminas en el reino del Papa. «Según he descubierto hasta ahora, la primera mujer laica con un contrato regular de empleada por el Vaticano fue una tal Hermina Spieier, una arqueóloga alemana» explica Sailer, casada y madre un bebé de seis meses. «La emplearon en 1934 después de que fuera despedida por el Instituto de Arqueología Alemán de Roma a raíz de las leyes raciales. ¡Es que era judía!", narra la escritora austriaca.

En esta línea, la escritora sostiene que la presencia de mujeres en la Santa Sede está destinada a aumentar de forma irremediable. Y no solo porque lo dice el Papa. «Estoy segura de que los nuevos sacerdotes de 40 años que serán elegidos en lugares de importancia, al menos algunos de ellos, se acordarán de sus compañeras en las universidades religiosas a la hora de elegir sus colaboradores», aseveró.