La filosofía del certamen

¿Fiesta o competición?

Los Minyons de Terrassa se mantienen fieles a su forma de entender los 'castells' y evitan competir en Tarragona, a pesar de ser una de las 'colles' más destacadas

La sede del concurso 8 Unos empleados ultimando, ayer, los preparativos para la competición.

La sede del concurso 8 Unos empleados ultimando, ayer, los preparativos para la competición.

RAFAEL MORALES
TARRAGONA

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¿A alguien le pasa por la cabeza que la Liga del fútbol española se disputara sin el Barça o el Real Madrid? Pues bien, eso es lo que pasa en el mundo de loscastells, donde lacollade los Minyons de Terrassa, que en los últimos años ha disputado la supremacía castellera a las de Valls y Vilafranca, nunca ha participado en la única competición estrictamente oficial que existe. Claro que en este caso, más que una liga, el concurso que se celebra hoy en Tarragona es una final que tiene lugar cada dos años.

Nadie quiere reabrir heridas en el susceptible mundo de loscastellers, pero la realidad es que los Minyons de Terrassa se han quedado solos en la defensa de no participar en concursos.«No hemos participado nunca porque en nuestra concepción de los castells prima más la vertiente festiva que la competitiva»,explica Pep Forn, presidente de la entidad egarense.

Trayectoria inédita

Esta postura apenas tendría importancia si los Minyons fueran una entidad de segunda fila. Al contrario, a pesar de su juventud (fue fundada en julio de 1979), su trayectoria es única en el mundocasteller. Ello tiene que ver con la rapidez con que lograron construir castillos de nueve y diez pisos, pero también a su capacidad para renovar tanto la técnica de esa disciplina como los cánones tradicionalmente establecidos. También fueron pioneros en admitir a las mujeres.

Lacollade Terrassa prefiere apartarse del espíritu competitivo y dice no tener ansias de ganar.«Ya existe suficiente competitividad en la vida como para que la sociedad catalana se tenga que regir por estos valores»,justifica Forn.

Los premios del concurso, además, aunque puedan servir para tapar algunos agujeros de entidades en situación precaria, tampoco son un aliciente poderoso para nadie. El ganador obtendrá 16.500 euros, una nadería para entidades que, en el caso de las más potentes, desplazarán hoy a Tarragona a un mínimo de 500 personas.«Aunque es innegable que entre las colles existe competitividad, no la queremos llevar al extremo del concurso»,destaca el presidente de los Minyons.

La postura parece totalmente asumida en el mundocasteller, entre otras cosas porque el concurso no ha parado de ganar altura en los últimos años.«La ausencia de los Minyons es un hecho que ya no se debate»,confirma David Miret,cap de collade los Castellers de Vilafranca, la entidad que ganó la última edición del concurso.«Nos gustaría que estuviesen, pero sabemos que no podrá ser»,explica.

Para Miret, los Minyons de Terrassa«son víctimas de una filosofía que adoptaron hace mucho y que tarde o temprano tendrán que cambiar».Forn, en cambio, insiste en que el concurso está hoy menos justificado que nunca.«Entendemos que en un momento de crisis se recurriera al invento del concurso, pero ahora no es el caso»,insiste el presidente de los Minyons.

En cualquier caso, la sombra de los Minyons volverá a merodear hoy por la renovada plaza de toros de Tarragona, pero Miret no duda en proclamar que«el concurso es un gran espectáculo que se ha convertido en la gran fiesta del mundo casteller».