Avance femenino en el trabajo

Obreras entre hombres

ANTONI FUENTES
BARCELONA

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«Cuando entré en Seat hace siete años, los hombres se sorprendieron de la facilidad con la que superé las pruebas físicas. Era una fábrica de hombres pero ahora hay mujeres en cualquier parte de la cadena», explica Pilar Pérez. Tiene 36 años y dos hijos y es una de las 2.283 mujeres que trabajan en Seat, que en 10 años ha duplicado la cifra de empleadas. De ellas, 1.592 trabajan de operarias. Pilar se ha sacado el permiso de carretillera y aspira a subir de categoría.«Quiero seguir formándome para mejorar y abrirme puertas –afirma–. Hay compañeras que ya han ascendido a supervisoras y jefas».

Seat es pionera en el automóvil. La temprana incorporación de mujeres ha hecho que tengan un peso del 22% de la plantilla, frente al 7% de media en el sector. El proceso ha ido acompañado de«la voluntad de la empresa de fomentar la conciliación de la vida laboral, familiar y personal así como la potenciación de cargos técnicos con la incorporación de mujeres ingenieros», asegura Ramón Paredes, vicepresidente de personal de la compañía.

Operadoras en una química

Enfundadas en un mono azul y con el equipo completo de protección de una fábrica química, es difícil reconocer a Diana Torres y Laia Doménech. Son dos de las casi 10 operadoras que tiene Dow Chemical en la fábrica de etileno en la Pobla de Mafumet. Esas mujeres son el fruto más visible del plan de igualdad que puso en marcha la compañía en enero de este año.

Entre los objetivos de Dow se encuentra el de animar a las chicas a estudiar la formación profesional necesaria para trabajar de operadora química, un puesto en el que hasta ahora era muy raro ver a una mujer.«En las charlas que damos a los jóvenes que visitan la fábrica, intentamos romper el estereotipo de que es un trabajo de hombres. Antes sí era necesario tener fuerza para mover válvulas, pero ahora las plantas están muy automatizadas», asegura Alfred Arias, responsable de formación de Dow Chemical.

En las ofertas de trabajo o en las entrevistas de la compañía, no preguntan por el sexo ni por la edad de los candidatos, afirma Concepció Sumoy, agente de igualdad del fabricante químico. La llegada de mujeres a la planta ha obligado a invertir en la construcción de un vestuario femenino, aunque esperan una clara rentabilidad en forma de«atracción de los mejores profesionales y una mayor fidelidad por una especie de salario emocional».

Limpiadoras en altura

En la compañía de limpieza Ben Net, donde las mujeres son el 90% de la plantilla, sucede un fenómeno opuesto. La empresa se ha fijado entre sus objetivos incorporar a más hombres con la categoría de limpiador para romper el casi monopolio femenino.

En cambio, ya están formando a varias empleadas para que empiecen a trabajar en la limpieza de ventanales en plataformas elevadoras. En esa categoría, que tiene una sueldo más alto, hasta ahora solo había hombres, asegura Sandra Clapés, directora de servicios integrales.«Cuando se produzca una vacante en esos puestos, las mujeres que tengan la formación adecuada tendrán las mismas oportunidades que otros candidatos», destaca Clapés.