TRIBUNALES

El 'carcelero bueno' de Àngels Feliu sale libre

La farmacéutica de Olot lo definió como su «confesor y relajante»

Sebastià Comas, 'Iñaki'.

Sebastià Comas, 'Iñaki'.

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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Sebastià Comas, Iñaki, el carcelero que liberó a la farmacéutica de Olot (Garrotxa) Maria Àngels Feliu tras su cautiverio de 492 días, ha logrado la libertad definitiva tras pasar entre rejas ocho de los 17 años a los que fue condenado por el secuestro no terrorista más largo de España. Según informaron a Efe fuentes jurídicas, Comas, que liberó a Feliu el 27 de marzo de 1994, obtuvo el miércoles por la tarde la libertad definitiva al beneficiarse de las redenciones de condena que permitía el antiguo Código Penal, anterior a 1995.

Iñaki fue considerado el carcelero compasivo que vigiló a Feliu durante su largo cautiverio, ya que, según declaró ella, fue su «confesor, transmisor y relajante», la mantuvo con su dinero y la liberó al ver que el jefe del grupo que protagonizó el secuestro, Ramon Ullastre, la quería dejar morir «en sus manos».

LIBERTAD CONDICIONAL / Tras ser detenido, y antes de ser condenado, Comas pasó poco más de dos años en la cárcel, del 15 de marzo de 1999 al 4 de mayo del 2001, fecha en que quedó en libertad condicional, junto a los otros detenidos, al cumplirse el tiempo máximo de prisión preventiva, que la jueza, Pilar del Castillo, intentó prorrogar sin éxito.

Iñaki volvió a ingresar en la cárcel el 10 de abril del 2003, el día en el que la Audiencia de Girona le condenó a una pena de 17 años de cárcel, donde ha permanecido entre rejas hasta que ayer, poco más de seis años después, obtuvo la libertad definitiva gracias a las redenciones de condena que el antiguo Código Penal establecía por buena conducta y estudios o trabajos en prisión.

Maria Àngels Feliu fue secuestrada la noche del 20 de noviembre de 1992, cuando tenía 35 años y tres hijos de corta edad, al ser asaltada por unos encapuchados en el garaje de su casa. Hija de un acaudalado industrial, la mujer permaneció en cautiverio en un pequeño zulo, sin luz, sin apenas alimentos y sin casi poder moverse, hasta que el 27 de marzo de 1994 fue liberada en una gasolinera de Lliçà de Vall (Vallès Oriental) cuando la Guardia Civil ya había registrado sin éxito centenares de masías de la Garrotxa.

El 10 de abril del 2003, la Audiencia de Girona condenó a 22 años de cárcel al supuesto cerebro del grupo, Ramon Ullastre, y al expolicía local de Olot Antoni Guirado; a 18 años a la esposa de Ullastre, Montserrat Teixidó; a 14 al vecino de Camprodon (Ripollès) José Luis Paz Garcia y a 17 a Iñaki. En julio del 2004, el Tribunal Supremo confirmó todas las condenas.