PERSONAJES

Muere el inventor de juguetes que desató la fiebre del 'hula hoop'

Richard Knerr, con los aros que le hicieron famoso.

Richard Knerr, con los aros que le hicieron famoso.

IDOYA NOAIN
NUEVA YORK

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Pocos hombres han hecho mover más caderas y cinturas que Richard Knerr y Arthur Melin. Ambos fueron los padres delhula hoop, un juguete que empezaron a convertir en fenómeno en 1958, del que se vendieron millones en todo el mundo y que acaba de quedarse totalmente huérfano. El lunes, seis años después de la muerte de Melin, Knerr falleció en California por las secuelas de un derrame cerebral. Tenía 82 años y deja un legado marcado por un único objetivo: la diversión.

Aunque los hermanos Coen despiStaran a los espectadores de cine atribuyendo enEl gran saltola autoría delhula hoop al personaje de Norville Barnes (Tim Robbins), fue en abril de 1958 cuando Knerr y Melin dieron al mundo el invento. Su inspiración les llegó a través de un amigo que les habló de un aro de bambú que se usaba en Australia para hacer ejercicio. Sin ver ese original, Knerr y Melin se lanzaron al diseño del aro de plástico. Armados con los primeros ejemplares, fueron a una escuela en Pasadena y animaron a los niños a probarlo tentándoles con la posibilidad de quedárselo después.

Esas pruebas fueron un éxito y a Knerr y Melin solo les quedaba por delante convertirlo en fenómeno. Empezaron regalándolo por los barrios para que corriera la voz y exigieron a los ejecutivos de su empresa, Wham-O, que los llevaran cuando viajaran en avión para despertar la curiosidad de otros pasajeros.

UN FENÓMENO MUNDIAL

Pronto estaban ya en la senda del triunfo. Mientras otras compañías trataban de imitarlos, Wham-O producía 20.000hula hoopsal día en plantas de por lo menos siete países. En cuatro meses habían venido 25 millones; en 12, 40 millones, y para 1960 la cifra dehula hoopsrepartidos por el mundo alcanzaba los 100 millones.

El fenómeno no se tradujo en un éxito económico. Según reconoció Knerr en una entrevista conForbesen 1982, los dos empresarios perdieron "totalmente el control". Y por su inexperiencia empresarial no lograron traducir las históricas ventas en beneficios. En sus cuentas corrientes ingresaron menos de 7.000 euros.

Elhula hoopno fue la única aportación de Knerr y Melin a la diversión. Un día se habían topado con Walter Frederick Morrison, un antiguo piloto militar, que jugaba con un plato volador de su invención que había bautizado Plutto Platters. Le compraron los derechos, pusieron a trabajar a uno de sus investigadores en elementos aerodinámicos que modificaran el disco y, en 1958, presentaron al mundo elfrisbee, bautizado, según Knerr, en homenaje a un personaje de comic, Mr. Frisbie.

El disco se hizo también rápidamente popular y en 30 años se vendieron más de 100 millones de unidades. Y Knerr y Melin consiguieron otro de sus objetivos: buscarle una faceta deportiva. En los años 60 pusieron a la venta un modelo profesional que permitió el nacimiento del Ultimate Frisbee, una modalidad deportiva que hoy sigue siendo popular.

No todo fueron éxitos para los dos amigos que habían bautizado su empresa, Wham-O, a partir del ruido que hacía su primera creación, un tirachinas, y que en sus primeros años de trabajo se centraron en la producción de artículos como ballestas y bumerans.

Aunque sí lograron otros triunfos destacados como la Bola Loca (o Superball), cuyos impresionantes botes forzaron el veto del juguete en numerosas aulas de todo el mundo, fracasaron, por ejemplo, con un kit de refugios antibomba que pretendían vender durante la guerra fría.

No triunfaron tampoco en 1982, cuando intentaron relanzar elhula hoopcon aroma de menta. Ese mismo año vendieron la compañía.