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'The Crown': su temporada más tensa, defendida por sus protagonistas 

Hablamos con Dominic West (Carlos), Olivia Williams (Camilla), Imelda Staunton (Isabel II) y Jonathan Pryce (Felipe) sobre los polémicos nuevos episodios, que llegan a Netflix el miércoles, día 9

'The Crown': su temporada más tensa, defendida por sus protagonistas 

'The Crown': su temporada más tensa, defendida por sus protagonistas  / Netflix

Juan Manuel Freire

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Toda temporada de 'The Crown', la aclamada serie de Peter Morgan que ficcionaliza el reinado de Isabel II, ha sido observada con lupa y escepticismo por los partidarios de la monarquía, pero la quinta y penúltima (Netflix, miércoles, día 9) lo será más todavía. En primer lugar porque aborda una época especialmente peliaguda para la corona: desde comienzos hasta mediados de los noventa, cuando la sociedad británica cuestionó seriamente la relevancia y la rentabilidad de una institución en caída libre; cuando se produjo el incendio del castillo de Windsor, o cuando Isabel tuvo que presenciar los fracasos maritales de sus hijos. El más sonado, el que distanció y acabó llevando a un agrio divorcio al por entonces príncipe Carlos y su primera esposa, Diana Spencer.

En el majestuoso tráiler estrenado en septiembre se hablaba de su separación como una "guerra total", lo que "llevó a miembros eminentes de la familia real a proteger la reputación del Rey", según explicó el 'Telegraph' en un famoso artículo. El mismo en el que un amigo del recién coronado Carlos tachaba a la serie de "explotadora" y acusaba a Netflix de "no tener escrúpulos a la hora de arruinar las reputaciones de la gente". Este retrato de un divorcio, de un fracaso moral y religioso, habría inquietado a muchos hace solo unos meses, pero es que llega, además, con una buena parte de la nación todavía de luto por el fallecimiento de Isabel II. Los sentimientos siguen a flor de piel. La guerra total podría ser entre serie y público. Nadie va a dejar de verla, eso por descontado.

Carlos impaciente y volátil 

Dominic West
"Soy muy fan de él"

Hasta la fecha, ayudado por un O'Connor eternamente vulnerable, Morgan había dibujado un retrato bastante empático de Carlos. Pero la nueva temporada arranca arrojando aires fríos sobre esa visión cálida: vemos a un hombre ansioso, casi demasiado ansioso, por cumplir su destino real y construir otra monarquía; displicente con una esposa (ahora, Elizabeth Debicki) que algunos, incluyendo el primer ministro John Major (Jonnny Lee Miller), creen su único valor. 

Pero cuando pregunto a West si le resultó difícil encontrar un equilibrio entre la mejor y la peor versión de Carlos, no convertirlo, sin más, en el malo de la película, se afana en aclarar que no han querido criticar al expríncipe: "Fue la prensa la que le convirtió en malo de la película", responde. "Creo que, en términos generales, la visión de Morgan es empática. Cuando escribe sobre la impaciencia de Carlos por ser rey, lo hace en el contexto de su impaciencia por influir en el mundo cuando está en la flor de la vida. Siente una ligera frustración por tener que esperar a ser viejo para reinar". 

Morgan extiende su empatía a Camilla Parker Bowles, verdadera mujer de la vida de Carlos. "El tiempo ayuda a dar perspectiva", nos dice la actriz que le da vida ahora, Olivia Williams. "Personalmente no creo que ella tuviera la ambición de expulsar a nadie de la vida real o de dejar de ser la amante. Diría que no tenía ni pizca de ambición. Es un malentendido que se arrojó sobre ella y es una asunción profundamente errónea". El equipo de 'The Crown' aborda también con matices el sonado escándalo del "quiero ser tu Tampax", aquella entrañable declaración de amor de Carlos que acabó en primera plana. 

Un viejo yate como metáfora

Bajo la corona encontramos a Imelda Staunton, venerable actriz británica conocida por su trabajo con Mike Leigh ('Vera Drake', 'Another year') o como la bruja Dolores Umbridge de la saga 'Harry Potter'. Encarna con la maestría de esperar a una monarca abrumada primero por su peso de más y, poco después, algo aún peor: una encuesta de 'The Sunday Times' según la cual media población británica apoyaría una abdicación temprana de la reina en favor de Carlos

Cual Reina Victoria esperando a morir para ceder su puesto a Eduardo VII, Isabel se aferra a su puesto y sus privilegios sin dejarse amilanar por el público ni por un primer ministro que le recomienda pagar la renovación del yate real de su bolsillo. "Ese viejo barco es como una metáfora de su obstinado reinado", confirma Staunton. “Creo que era importante para ella porque se construyó por encargo de su padre, y ver cómo se echaba a perder debió resultarle duro. También debió costarle aceptar que la gente se cuestionara si ese barco era necesario; si la monarquía era necesaria". El Britannia no es la única metáfora de ese reinado: también está esa televisión que se resiste a funcionar correctamente y que conviene renovar para alternar la BBC con los aires frescos de los canales por satélite. 

Para Jonathan Pryce (Gorrión Supremo de 'Juego de tronos'), estelar como ese Duque de Edimburgo incapaz de callar sus frustraciones, de darlo todo por sobrentendido o asumido, la serie siempre ha sido "como un viaje en el tiempo", uno que sirve para recordar y aprender, a pesar de las libertades cronológicas que pueda tomarse Morgan por cuestiones de dramaturgia. "Yo tenía seis años cuando Isabel fue coronada", dice el actor. "Recuerdo ver la ceremonia en una de las pocas teles que había en mi calle. Estaba tumbado boca abajo, jugando con un cañón de juguete, disparando cerillas a la coronación. ¡No sé si ese fue el comienzo de mi republicanismo!".

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