"Comemos patatas bravas y jamón": así celebra el Año Nuevo la comunidad china de Santa Coloma de Gramenet

Este sábado 24 de febrero es una fecha muy importante para la comunidad china de Santa Coloma de Gramenet. El fin del Año Nuevo llega a su clímax con la 'Festa dels Fanalets', mayor fiesta para clausurar esta gran celebración asiática que ha durado doce días.

El evento tiene especial relevancia en Santa Coloma, ciudad que, en su multicultural barrio de Fondo, registra la mayor concentración de comunidad china no solo de Catalunya sinó también de España, según un estudio del investigador Joaquín Beltrán, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona que confirma el dato a este diario.

El colomense barrio de Fondo, repleto de comercios en cada esquina, acoge multitud de locales chinos con negocios que van desde restaurantes hasta peluquerías, pasando por tiendas de ropa y alimentación. Estos días, además, en esta demarcación local se respira un aire de festividad por calles decoradas con los icónicos farolillos rojos, las cuales ha recorrido EL PERIÓDICO para conocer de primera mano cómo la comunidad china celebra su gran momento en la ciudad.

Caiping Xie, de 40 años, tiene un salón de belleza en la Plaça del Rellotge, que representa la vitalidad del barrio. Desde allí bromea con que "el Año Nuevo en solo lo celebran los niños" porque, argumenta, “los chinos siempre están trabajando y no tienen tiempo para estas cosas”. Así es como Xie explica que los más pequeños hacen un desfile con disfraces el último día de esta fiesta, que este sábado empieza y acaba en la misma plaza. 

Por su parte, Anna, de 37 años, que lleva un bar junto a su cuñado, añade que “las criaturas” en China suelen tener vacaciones en esta época del año y es una tradición que “se celebra mucho en las escuelas los días antes”. Aún así, lamenta que “en España esto no ocurre”. Aunque Santa Coloma es una excepción.

El Año Nuevo suele también ser una celebración en la que las familias chinas se reúnen, a menudo viajando largas distancias desde Europa. Es un momento para “compartir comidas”, disfrutar de la compañía de los seres queridos y dar las gracias con ofrendas. Lo asegura así Guoping Yu, que para gozar de la festividad con todos al completo, ha cerrado su local “una semana entera” para visitar a su padre de 93 años y su madre de 96 a su país de origen. Él tiene 60 años y mantiene un bazar con su esposa Winzu en el centro de la localidad. 

Sin embargo, no todos pueden permitirse el privilegio de viajar para compartir un recuerdo único con aquellos que aprecian más. Chen Ai Zhong, de 47 años, dependiente de una tienda de ropa en Fondo, al tener a su família lejos celebra la fiesta con su “novia y los padres de ella”.

Cuenta que no hacen “nada especial”, solo “disfrutar como si fuera Navidad”. Él y su pareja comen todos los días juntos para conmemorar Año Nuevo. Pero si bien en su país para esta ocasión preparan platos tradicionales como el ‘pescado entero’ o los ‘dumplings’, en casa de Chen se come “jamón, patatas bravas, y un poco de comida china”. Él lo describe así: “Es como si China y España estuvieran reunidas”. 

Sentimiento de pertenencia a la comunidad china

Felissa, de 26 años y su tío Juan de 52 tienen una pescadería dentro del famoso Mercado del Fondo. Ella relata que para estas fechas siempre se reúne con sus vínculos para celebrar, pero “solo un día” de todos los que dura la fiesta. “Normalmente, es el día 9 de febrero”, detalla, justo antes de la festividad. 

Como todos sus vecinos del barrio, Felissa recalca el sentimiento de pertenencia y comunidad: “La família es muy importante para nosotros”. De la misma manera que Chen, “no importa” lo que coman. En la mesa se combina “pollo, pescado y verduras”. Aún así, ella admite que lo que venden más a la población china para Año Nuevo es “el rodaballo y la lubina”. Siguiendo la misma línea, Caiping Xie reconoce el buen gusto de los asiáticos por el pescado: “A los chinos nos gusta mucho el marisco”. 

Además, en la cultura china se suele acompañar el banquete con licor de arroz. Anna cuenta que su madre hace “toneladas de licor” para esta época porque se suele vender muy fácilmente en su país, ya que “a los chinos les encanta el vino”. 

A pesar de que los adultos no salgan a la calle a celebrarlo, porque “la fiesta es cosa de jóvenes”, como lo resume Guoping Yu, la población china es una comunidad muy arraigada a la cultura, la unidad familiar y la identidad cultural. Chen se siente cerca de sus raíces con los vestidos que luce en las cenas que organiza en casa con su pareja estos días. Explica que lleva “trajes rojos y dorados”, pero precisa que no sabe identificar correctamente el nombre de la vestimenta “en español”. Aquí se conocen comúnmente como 'qipao' o 'changsan'. 

La cultura china está repleta de supersticiones y creencias. Por ejemplo, que el Año Nuevo es una oportunidad de dejar atrás el pasado y "empezar de cero con esperanza y optimismo". Es por esta razón que en algunas casas como la de Guoping Yu hay guarniciones “que traen buena suerte y alejan la mala fortuna”, concluye.

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