Una diada musical

El autógrafo se venga del selfie en el Sant Jordi Musical de la Damm

El multiespacio de la calle Rosselló respondió en modo multitudinario al programa de conciertos y firmas a cargo de artistas como Els Amics de les Arts, Triquell o Adrià Salas (La Pegatina)

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Concierto de Triquell en la Antiga Fabrica Damm con motivo de la diada de Sant Jordi.

Concierto de Triquell en la Antiga Fabrica Damm con motivo de la diada de Sant Jordi. / Jordi Cotrina / EPC

Jordi Bianciotto

Jordi Bianciotto

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En el gremio de los discos se mira al de los libros con envidia, porque ahí el objeto físico aguanta por ahora mucho mejor los envites del paradigma digital. Pero tanto el compacto como el vinilo cuentan con renovados ‘superfans’ y muchos de ellos se reunieron este martes en el Sant Jordi Musical de la Antiga Fàbrica Estrella Damm: muchachada liberada de las clases, por la mañana, y un público algo más crecido por la tarde, atendiendo a catas de la música en vivo como la de Triquell, el talento respondón salido de la escudería de ‘Eufòria’. 

Triquell se presentó con cuatro músicos para ofrecer un condensado de sus ‘hits’, como ‘Jugular’, adscritos a lo que él llama “un mestizaje de pop electrónico llevado a un terreno oscuro y experimental”. Así lo explicó en un aparte a este diario, en el que mostró su desacuerdo con la etiqueta de ‘música urbana’. “Es una creación del marketing, cuánto más lejos esté de ese saco más feliz seré. Que gente que vive en un dúplex de Poble Nou diga que es urbana me da un poco de palo”. 

Adrià Salas (La Pegatina) firmando en la Antiga Fabrica Damm con motivo de la diada de Sant Jordi.

Adrià Salas (La Pegatina) firmando en la Antiga Fabrica Damm con motivo de la diada de Sant Jordi. / Jordi Cotrina / EPC

Multitudes repartidas en tres escenarios, todos bautizados con nombres propios de la Revolución Industrial: el Moll d’Envasat, la Sala de Màquines y la Sala de Cocció, con un total de 10.000 asistentes en total. Ahí estuvieron Els Amics de les Arts, en versión de trío sin aditivos, recuperando canciones como ‘No ho entens’ (que en su día valoraron poco y que se ha convertido en un clásico: “nunca hemos sido muy acertados con los ‘singles’”), o Mama Dousha, con su célebre ‘Rikiti’ servido en formato de banda, o Meritxell Neddermann, sola ante el sintetizador, desplegando el refinado el art-pop de ‘Suelta’.

Fue sorprendente comprobar que, después de todo, el selfi no ha matado al autógrafo de toda la vida como reliquia suprema del ‘fandom’. Colas ante Adrià Salas (La Pegatina), Figa Flawas, Riders of the Canyon… Y Guillem Gisbert, en su estreno sin el abrigo de Manel, firmando hojas de blocs en blanco, abrigos, repertorios de conciertos… ¡y hasta discos, oigan! “Estoy sorprendido, no pensaba que hubiera tantos, cedes y vinilos al 50% más o menos”, confesaba a este diario. Algarabía y buen humor. ¿Ya tiene seguidores que le sueltan gracias como ‘te sigo desde que era pequeño’? “¡Y tanto! Ese estatus ya lo alcancé hace tiempo”.