EL DIARIO DE NOAH

Amor incondicional, ¿fantasía o realidad?

"Me resulta difícil aceptar la idea de un amor sin condiciones. Siempre parece haber algún tipo de acuerdo implícito"

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Se atribuye a Moccia la costumbre de que los enamorados dejen candados en los puentes.

Se atribuye a Moccia la costumbre de que los enamorados dejen candados en los puentes. / The Conversation

Noah Zafra

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A veces me pregunto si el amor incondicional de verdad existe o si es solo una fantasía que nos han vendido en las películas y los libros. Desde que soy pequeña, siempre he escuchado sobre el amor que todo lo puede, el amor eterno e inquebrantable, pero ¿es real? ¿Es posible amar sin condiciones, sin importar lo que pase?

Desde temprana edad, nos enseñan que el amor de los padres hacia sus hijos es el ejemplo definitivo de amor incondicional. Sin embargo, a medida que crecemos, comenzamos a notar grietas en este supuesto fundamento. ¿Es realmente amor incondicional cuando los padres establecen expectativas sobre cómo deberíamos vivir nuestras vidas, o cuando su afecto parece variar según nuestro desempeño en la escuela o en otros aspectos de nuestra vida? ¿Puede llamarse incondicional un amor que a menudo se ve eclipsado por el resentimiento, la decepción o la incapacidad de comprender nuestras elecciones y deseos?

Relaciones que se desmoronan

También está el amor romántico, esa fuerza omnipresente y todopoderosa que nos rodea en películas, libros y canciones. Nos venden la idea de que el amor verdadero es incondicional, que es capaz de superar cualquier obstáculo y de perdurar para siempre. Sin embargo, la realidad a menudo difiere drásticamente de esta narrativa romántica. ¿Cómo puede ser el amor incondicional cuando tantas relaciones se desmoronan ante el más mínimo desacuerdo o inconveniente? ¿Cómo podemos conciliar la idea de amor incondicional con la frecuente manifestación de celos, egoísmo y manipulación en las relaciones románticas?

¿Cómo puede ser el amor incondicional cuando tantas relaciones se desmoronan ante el más mínimo desacuerdo?

Incluso en mis propias relaciones, tanto con amigos como con parejas, me resulta difícil aceptar la idea de un amor sin condiciones. Siempre parece haber algún tipo de acuerdo implícito, alguna expectativa tácita que debe cumplirse para mantener el afecto del otro. ¿Es realmente posible separar el amor del egoísmo y la necesidad de reciprocidad?

Quizás estoy siendo demasiado cínica. Pero a medida que observo a mi alrededor y reflexiono sobre mis propias experiencias, no puedo evitar preguntarme si el amor incondicional es más una ilusión reconfortante que una realidad alcanzable. Quizás sea un objetivo que perseguimos, pero que nunca logramos completamente en un mundo donde nuestras relaciones están tan profundamente arraigadas en la complejidad de nuestras emociones, deseos y expectativas.

¿Es realmente posible separar el amor del egoísmo y la necesidad de reciprocidad?

Entonces, ¿dónde deja esto al amor incondicional? ¿Es simplemente una fantasía que perseguimos en vano, o hay algo de verdad en su existencia?

El lugar en el medio

Tal vez la respuesta esté en algún lugar en el medio, en la capacidad de amar a pesar de nuestras imperfecciones y limitaciones, en aceptar que el amor puede ser complicado y desafiante, pero aún así vale la pena perseguirlo, incluso si nunca podemos alcanzar la perfección del amor incondicional.

Tal vez la respuesta esté en algún lugar en el medio, en la capacidad de amar a pesar de nuestras imperfecciones

Tal vez, el amor, en cualquier forma, es más complicado de lo que nos enseñan. Quizás el verdadero reto es aprender a amar con todas las imperfecciones y límites que eso implica. ¿Puede ser que el amor incondicional sea más una aspiración que una realidad? No lo sé. Pero lo que sí sé es que mientras más crezco, más dudo de su existencia. Quizás, al final, el amor se trata de elegir seguir adelante incluso cuando las cosas se ponen difíciles, pero no necesariamente sin condiciones.