Entrevista |

"Mi exmujer ha usado de manera falsa mis problemas de salud mental para que no vea a mi hija"

Alerta contra el uso de los trastornos mentales como arma en divorcios y custodias de menores

Antonio Joaquín Serrano

Antonio Joaquín Serrano / FIDEL MASREAL

Fidel Masreal

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Antonio Serrano tiene 54 años. Era técnico en prevención de riesgos laborales. Estalló en una crisis de pánico y cayó en una depresión. Tiene un diagnóstico de trastorno bipolar. Es activista en Amb Experiència Pròpia (AEP), donde realiza talleres y charlas en institutos, universidades, empresas y entidades. Está separado y tiene una hija de nueve años a la que hace nueve meses que no ve. Su ex pareja alega problemas de salud mental que él ha acreditado que no existen. Ha conseguido de nuevo un régimen de visitas, que todavía no se ha concretado. Su caso es la excepción que confirma la regla, en la que la mayor parte de casos de discriminación tienen como víctima a mujeres.

-¿Cómo empezaron sus problemas de salud mental?

-Empecé a los 13 años con problemas de anorexia y bulimia, lo cual derivó en depresiones graves, severas. Llegó el intento de suicidio. A los 35 años fue cuando me diagnosticaron trastorno bipolar tipo II. Hasta que no me separé y cambié totalmente de forma de vida no empecé a recuperarme. El gran paso ha sido hacer activismo y ver a personas en mi misma situación y ayudar a otras. Eso me empoderó de forma exponencial.

Hacer activismo y ver a personas en mi misma situación me empoderó de forma exponencial

-¿Y cuál es su trayectoria familiar?

-Viví en pareja durante 22 años con la madre de hija, que tiene 12 años. La madre de mi hija vivió la peor parte de mi depresión y lo pasó muy mal a nivel emocional. Convivir con alguien en fase depresiva no se lo recomiendo a nadie. Ni yo mismo quisiera vivir con mi yo de esa época. Por esta parte lo comprendí, cuando ella pidió la separación.

-¿Cómo se organizó la separación en relación con su hija?

-Establecimos un convenio por el que yo veía a mi hija los fines de semana alternos y dos días entre semana sin pernoctar en mi casa, más 15 días en agosto, y días en Navidad y Semana Santa. Y aparte, para que ella viera que estaba en un proceso total de recuperación, coloqué una cláusula según la cual si ella me veía mal podía quedarse con mi hija. Ella puede activar la cláusula y para desactivarla tengo que presentar un documento de mi psiquiatra diciendo que estoy estable.

-¿Qué pasó el pasado año?

-El 4 de julio fui a recoger a mi hija, me había arreglado la semana para pasar más tiempo juntos. A ella no le pareció bien, me contestó, se me encaró, discutimos. Para no seguir así me fui al balcón a tender la ropa. El tendedero se partió y pegué un grito y di una patada al tendedero. Ella me vio. Pedí disculpas y ahí se quedó la cosa. Por la tarde la llevé a clase de arte marcial y cuando voy a recogerla me encontré a cuatro Mossos d'Esquadra de uniforme y otro de paisano. Me rodearon, delante de todos los padres y me movieron hacia la pared. Me dijeron que la madre de mi hija ha aplicado la cláusula de la separación que habla de mi salud mental, que presentara los informes y todo se resolvería. Pedí despedirme de mi hija. Y no la he vuelto a ver desde ese día.

Fui a recoger a mi hija y me encontré a cuatro Mossos d'Esquadra de uniforme y otro de paisano

-¿Ese día había usted agredido a su hija?

-No, nunca he agredido a mi hija, ni física ni verbalmente.

-¿Por qué se produjo esa situación con los Mossos?

-Cuando presenté un requerimiento para volver a ver a mi hija, en las alegaciones su madre explicó que tiene un emoticono de seguridad con su hija en caso de que yo sea peligroso. Seguramente le ha dicho que tengo un problema de salud mental y puedo llegar a ser peligroso. Supongo que mi hija, cuando vio mi enfado con el tendedero, mandó el emoticono a su madre.

-¿Cómo se sintió cuando se vio rodeado de policías?

-Pensé dos cosas. O monto un pollo diciendo que no tengo ningún problema de salud mental... pero si la lío voy a sumar más puntos contra mí. Así que estuve tranquilo, me despedí de mi hija y enseguida llamé a mi abogado. Pero por dentro me sentí totalmente inútil. Presenté informes de mi psiquiatra diciendo que he estado totalmente estable desde que me separé de mi ex. Ella no aceptó el informe y dijo que teníamos que ir a juicio.

He estado totalmente estable desde que me separé de mi ex pareja

-¿Cómo acabó el juicio?

-Se inicia un proceso gradual para que yo pueda volver a ver a mi hija a través de un punto de encuentro seguro con una educadora social y un psicólogo que escucharán todo lo que hable. Llevo esperando desde marzo a que me den día y hora.

-¿Cómo lleva el hecho de estar tantos meses sin ver a su hija?

-Al principio estaba en shock. No había hecho nada en absoluto, más allá de lo que la inmensa mayoría de padres hacen que es echarles la bronca. Si por eso llevo nueve meses sin ver a mi hija es que algo no funciona en el sistema. Todo porque mi ex mujer ha usado de manera falsa mis problemas de salud mental, y ha engañado a los Mossos diciéndoles 'este señor no puede estar con su hija'.

-¿Qué imagen traslada este caso sobre la salud mental?

Tengo la etiqueta: he hecho algo malo con mi hija porque tengo un problema de salud mental, estoy loco y no soy de fiar

-Es más de lo mismo. No somos de fiar, hagamos lo que hagamos. Ahora solo me relaciono con una de las madres del colegio de mi hija. El resto han desaparecido. Tengo la etiqueta, he hecho algo malo con mi hija porque tengo un problema de salud mental, estoy loco y no soy de fiar. Y les pasa mucho más a las mujeres, hay un sesgo brutal, por el que se les quitan las custodias de sus hijos con problemas de salud mental. Tengo una compañera, con trastorno bipolar. Su marido tuvo cáncer. Decidieron tener hijos. A él no le pusieron ningún problema y a ella, mil y una dificultades pese a que llevaba años estable.