Récord de asistencia en las playas de la Gran Barcelona mientras persiste la pérdida de arena

Las playas del área metropolitana de Barcelona sumaron casi once millones de usuarios en 2022, la máxima afluencia registrada. Unas cifras de récord que contrastan con la constante regresión que sufren los arenales a lo largo de la costa metropolitana y que suponen cada vez menos metros de playa disponibles.

Así se desprende de la encuesta de ocupación y satisfacción de las playas que este viernes ha presentado el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) en Castelldefels (Baix Llobregat), acto en el que Ramon Torra, gerente del AMB, ha aprovechado para hacer un nuevo grito de alerta sobre la pérdida de arena que desde hace años sufren las playas de alrededor de Barcelona, una situación agravada por los efectos del cambio climático y los temporales que azotan la costa, principalmente durante los meses de enero y febrero.

Respecto al aumento de visitantes, los datos recabados por la administración metropolitana señalan que un total de 10.845.677 personas visitaron las playas el año pasado, unos datos que implican un incremento del 23% respecto a la anterior encuesta, realizada en 2018. Al margen de Barcelona, que en 2022 recibió un total de 4.994.268 de usuarios, el municipio más visitado fue Castelldefels, que contó con 1.670.804 usuarios. Le siguen Gavà (1.348.625) y Badalona (1.146.411).

En términos generales, la encuesta muestra que la ocupación de la playas metropolitanas aumentó más de un 20% respecto a 2018. Todas estas cifras de asistencia contrastan con el riesgo para muchas de estas playas de desaparecer en los próximos treinta años “si no se actúa con un Plan estructural de resiliencia”. De hecho, la playa que ha sufrido la mayor pérdida de asistentes es la de Montgat, un hecho que se debe a que el municipio ha perdido hasta un 75% de su arena en los últimos años.

La pérdida de arena

Así, durante la rueda de prensa para presentar los datos, Ramon Torra ha explicado que cuando el AMB empezó la gestión de las playas, a principios de los noventa, las ciudades metropolitanas llegaron a contar con hasta 250 hectáreas de arenales, mientras que ahora la superficie es inferior a las 200. “Hemos perdido un 20% de la superficie de las playas metropolitanas desde el año 2014 y las proyecciones del cambio climático es que se perderán más de 20 metros en 30 años”, destacó ya en octubre Daniel Palacios, jefe del servicio de playas del Àrea Metropolitana, cifras que hoy ha vuelto a exponer.

Tanto Torra como Palacios, como ya hicieron también en octubre, inciden en señalar, más allá del cambio climático, a la “artificialización” de la costa como responsable de la pérdida de arena. Así, explican que la construcción de los puertos deportivos y otras infraestructuras que se han producido a lo largo de las últimas décadas han provocado “una alteración en la dinámica litoral” y que las playas ya no recuperen de forma autónoma la arena perdida tras los temporales, como sí ocurría años atrás.

Con todo, el gerente del AMB ha aprovechado el acto para urgir de nuevo al Ministerio de Transición Ecológica a estudiar y aplicar medidas estructurales que permitan mantener las playas metropolitanas con “intervenciones mínimas”. En este sentido, Torra ha explicado que el Ministerio está realizando un estudio y que se espera que los resultados lleguen a finales de año. “Después tocará entrar en la fase de proyectos, hacer pruebas piloto…”, ha comentado Torra.

Por ahora, las principales actuaciones para evitar que desaparezcan las playas son las llamadas de “emergencia”, como las incorporaciones de arenas que se realizan cada año, sobretodo antes de la llegada de verano, con la intención de que las playas puedan usarse durante la temporada alta. En este sentido, hace poco más de un año, el Consell Assessor per al Desenvolupament Sostenible de la Generalitat de Catalunya publicó el informe 'Un litoral al límite. Recomendaciones para una gestión integrada de la costa catalana', donde ya se señalaban muchos de los problemas expuestos durante la presentación del Àrea Metropolitana de Barcelona. Así, el texto señalan también cómo las grandes aportaciones de arena con medios mecánicos, como ocurre en buena parte de las playas de la zona de Barcelona habitualmente, "es insostenible a largo plazo y tiene unos costes económicos ambientales elevados y crecientes".

La valoración de los usuarios

De media, la encuesta del AMB refleja que los usuarios valoran las playas metropolitanas con un 7,76 sobre 10, "la mayor puntuación de toda la serie histórica", celebran desde la administración metropolitana. El municipio de Viladecans es el mejor valorado por los usuarios, con un 8,08 sobre 10.

Por lo que respecta a la satisfacción, que es la ratio entre la calidad esperada y la calidad percibida, también va en aumento y crece un 103%. "Este dato indica que las personas valoran la calidad de la playa una vez están por encima de la calidad que preveían antes de ir", dicen desde el AMB.