¿En qué paisajes de la Catalunya interior se rodó 'Escanyapobres', el wéstern mediterráneo con Àlex Brendemühl?

Tras encandilar en Netflix con la romántica 'The girl from the song', el director Ibai Abad explora relaciones más turbulentas en 'Escanyapobres', adaptación del clásico de Narcís Oller en forma de cruento wéstern mediterráneo. A finales del siglo XIX, un pequeño pueblo abraza la llegada del tren, pero esta innovación trae consigo al usurero Oleguer (Àlex Brendemühl), quien expropia la masía de la campesina Cileta (Mireia Vilapuig), acostumbrada a luchar y decidida a recuperar su casa por los medios que sean. La película tendrá su estreno el sábado, día 20, en el BCN Film Fest.

Como la novela se desarrolla en un pueblo imaginario (Pratbell, inspirado en Valls, de la comarca del Alt Camp), el equipo tuvo margen y libertad para crear el suyo propio, "un híbrido entre los paisajes de aquí y el imaginario colectivo de wéstern que todos tenemos en la cabeza", según nos explica el cineasta. 

Los campos bucólicos de La Saira (Segrià) sirvieron para aislar la masía de Cileta, la protagonista. Allí mismo recrearon algunas calles de Pratbell: "Sobre la base del mismo pueblo de piedra en medio de la nada, que se conservaba bastante bien, construimos un montón de porches de estilo wéstern para generar el famoso punto de fuga que hemos visto en todas las películas de este género", explica Abad. Por otro lado, los paisajes más puramente del Oeste se rodaron en Crevillent (Alicante), "donde hay enormes formaciones rocosas rojas que recuerdan a los escenarios de John Ford".

Interiores vividos

Nada peor en una producción de época que esos escenarios pulidos y limpios donde nadie parece haber puesto un pie antes del rodaje. "En 'Escanyapobres' se hizo una apuesta fuerte por rodar los interiores en espacios reales de principios del siglo XX", dice Abad. "Queríamos aproximarnos a una estética más realista, vivida y desgastada, un poco como hizo Paul Thomas Anderson en 'Pozos de ambición'". Decidieron, a pesar de las complicaciones, rodar en lugares auténticos bien conservados, como la taberna-café de Salàs de Pallars (Pallars Jussà) y las tiendas-museo de Calaf (Anoia). También las minas se rodaron en un museo, el de las Mines de Bellmunt del Priorat. 

Por otro lado, la primera llegada del tren a Pratbell se recreó en Móra la Nova (Ribera d'Ebre), cuyo Museu del Ferrocarril prestó una ayuda muy considerable. "Todo estaba rodeado de elementos actuales, así que hubo que hacer mucha intervención de construcción y efectos visuales", recuerda Abad. 

Algo más lejos, hasta Mutxamel (Alicante), tuvieron que desplazarse para encontrar el palacio del notario Don Magí (Juli Mira) y Doña Tuies (Laura Conejero), con la que Oleguer se acaba casando. Querían "un palacio real que en su momento fuera de una familia aristocrática, pero que hubiese quedado abandonado y descuidado con el paso del tiempo. En este las paredes estaban llenas de frescos y pinturas que habían perdido todo su brillo. Ahora desprendía mucha decadencia. Era justo lo que buscábamos: un espacio de gente rica avariciosa".