El Parque de la Séquia, cultura del agua

El Parque de la Séquia es la institución que gestiona los espacios y equipamientos vinculados a la Séquia de Manresa y divulga sobre la importancia del agua para el desarrollo humano.

Lo componen espacios y equipamientos que tienen una vinculación directa con el canal medieval y el papel que ha jugado el agua que transporta para el desarrollo económico, social y cultural del territorio.

La Séquia de Manresa es un elemento esencial para entender la historia social y económica del Bages.

Desde el siglo XIV cuando se construyó hasta la actualidad, ha mantenido su función de regar los cultivos de Manresa, además de mover los telares de la pujante industria textil del siglo XIX, ayudando a la prosperidad de la ciudad.

Recorrer la Séquia es rememorar 700 años de la historia de la comarca del Bages y con las propuestas de Caminos de la Séquia se puede hacer a pie, sin preocupaciones y en libertad. La Séquia es un espacio único en Cataluña. En los 26 km de recorrido, el paisaje es muy variado, pasando por un mosaico de campos y bosques. 

Situado en el Parque de l’Agulla de Manresa, InfoSéquia es un centro de interpretación de la Séquia que también sirve como punto de información para visitantes. Aquí se pueden conocer los valores históricos, patrimoniales y medioambientales de la Séquia y del territorio que recorre. El parque de l’Agulla es el más grande del Bages y un lugar de recreo por excelencia. 

El Centro del Agua de Can Font es un espacio de interpretación, experimental y divulgativo. Es el punto neurálgico y la sede del Parque de la Séquia.

Consta de una zona expositiva, aulas, laboratorios, maquetas y herramientas para experimentar. 

El monumental edificio de los Dipòsits Vells acoge el Museo del Agua y el Textil de Manresa, con muestras permanentes vinculadas al agua y el progreso de la ciudad y espacios polivalentes y versátiles que acogen algunos de los grandes eventos de la Catalunya Central.

Por último, la casa de la Culla era una de las masías más importantes de los alrededores de Manresa, en una finca que ahora ha quedado rodeada por la ciudad pero ha mantenido su estructura medieval y sus huertos con el fin de constituir un verdadero espacio de educación ambiental.