Los 'otros' refugios

10 rincones para escapar del calor en Barcelona

El tórrido verano que vive la ciudad se puede mitigar con estas recomendaciones para pasar un rato al fresco y descubrir sus tesoros

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Jardines de Montjuïc.

Jardines de Montjuïc. / Ajuntament de Barcelona

Andrea Gabarró

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Cuando llega el verano, muchos de los habitantes de Barcelona deciden huir del sofocante bochorno urbano. Pero si este año le ha tocado pasar el mes de agosto en la ciudad, aquí van diez lugares en los que resguardarse del calor y además pasar un buen rato. Se trata de distracciones a la sombra para quienes no encuentran consuelo en ventiladores, helados, cervezas ni abanicos.

 1.  'Ascenso' al Tibidabo

El punto más alto de la ciudad condal recibe el galardón a uno de los lugares más frescos del entramado urbano. Su latitud --que ha ayudado a no sobrepasar los 22 grados de mínima durante las noches ni a superar los 30 de máxima durante julio-- combinada con la presencia de vegetación, convierte a este pico de la sierra de Collserola en un lugar ideal para luchar contra los sofocos de verano.

2.  Refugio en Ice Barcelona

Interior del Ice Bar de Barcelona.

Interior del Ice Barcelona. /

En Barcelona existe un bar que imita a un iglú: el Ice Barcelona (https://icebarcelona.com/) . Ir a este local es una opción ideal para tomar una copa y refrescarse, ¡aquí las temperaturas no suben! Su peculiar diseño lo convierte también en un lugar ideal para tener una cita o sorprender a amigos y familiares. Además, aunque suene paradójico, se encuentra ubicado justo enfrente de la playa. Así que al salir existe la opción de rematar el enfriamiento con un buen chapuzón.

3. Descubrir 'turons'

Además de los refugios climáticos convencionales en Barcelona, existen siete más en forma de colinas. La ciudad puede presumir de sus 'turons' para huir del calor que desprende el asfalto y sumergirse en la naturaleza, olvidando por unas horas que uno está en la ciudad. Entre los más destacados, figuran el Turó del Carmel, a casi 270 metros sobre el nivel del mar; el Turó de la Creueta del Coll, que destaca por su piscina --recomendable para los más pequeños-- o el Turó de la Rovira, aunque evitando el mirador en horas punta, tomado por el turismo.

4.  Antigua Fábrica Lehmann

La  Fàbrica Lehmann.

La  Fàbrica Lehmann. / EP

 Está escondida en el corazón del Eixample, en la calle de Consell de Cent, 159. Solo al pisar el primer tramo de la calle que conduce al recinto de la antigua Fàbrica Lehmann ya se siente la brisa en la cara. De repente, parece que la temperatura disminuye, y se agradece. En este rinconcito con encanto que transporta en el tiempo hay una larga sombra y corre el aire. A medida que se avanza hacia esta joya industrial se descubre un espacio con luz y vegetación donde pasar una agradable tarde.

5.  Oxígeno en Montjuïc

Aspectos característicos como su vegetación, latitud, su gran extensión de áreas verdes y jardines y la proximidad al mar consiguen que Montjuïc sea un refugio donde hallar diferencia de temperatura con el resto de la ciudad, día y noche. La influencia de la brisa marina ejerce de termorregulador, pero además su diseño urbano logra que el aire circule de forma más fluida. Un relajante paseo puede hacer olvidar el calor unas horas.

 

6.  Ruta por los Jardines de Laribal

Jardines de Laribal.

Jardines de Laribal. / Ajuntament de Barcelona.

Siguiendo con la misma montaña, cabe una incursión concreta a los Jardines de Laribal, a distintos niveles y sorteados de escaleras y caminos. El conjunto, muy cerca del antiguo teatro Grec , dispone de un sinfín de fuentes y cipreses rodeados de esculturas. En esta pequeña Toscana uno puede disfrutar de numerosos rincones donde bajar la temperatura corporal cobijado a la sombra.

7.  Sombra junto al Museo Frederic Marès

Patio del Museu Frederic Marès.

Patio del Museu Frederic Marès. / Ajuntament de Barcelona

Entrando por la placeta de Sant Iu, en el antiguo Palau Reial dels Comtes de Barcelona, se halla el patio del Museu Marès. Es un espacio que desprende encanto por todas partes, además de ser un rincón ideal en el que refugiarse de las altas temperaturas que se ceban en el concurrido centro de Barcelona este agosto. Y, además, es un buen lugar para la lectura hasta que anochezca.

8.  Conquistar Collserola

Ruta por Collserola.

Ruta por Collserola. / Ajuntament de Barcelona

La Serra de Collserola tiene el reconocimiento de refugio térmico natural de Barcelona por excelencia. De día y de noche se resiste a elevar sus temperaturas a los mismos niveles que el resto de la ciudad. Es todo un mérito de la densa vegetación, que actúa como regulador térmico natural. Mediante el control de la humedad y la radiación solar del verde que abunda en el territorio, se generan decenas de microclimas plagados de sombra y una mayor sensación de frescor. En ella encontramos puntos donde la diferencia de temperatura respecto al centro de la ciudad puede llegar a ser de hasta 15 grados.

 

9.  Relax en la plaza Prim

Plaza Prim en Poblenou.

Plaza Prim en Poblenou. /

A falta de campo para tumbarse bajo la sombra de un árbol, destaca la alternativa de los ombús de la plaza Prim, en Poblenou. En medio de las antiguas casas de pescadores y relativamente cerca del mar, la encantadora plaza es un lugar tranquilo donde pasar una tarde en buena compañía y eludir la condena del termómetro disparado.

10. Por el camino de Sant Genís

Camino de Sant Genís.

Camino de Sant Genís. / Ajuntament de Barcelona

En Horta existe un pasaje lleno de sombra y repleto de verdes. Si uno cierra los ojos, todavía puede escuchar el agua y el cotorreo de las lavanderas del barrio: se trata del camino de Sant Genís, que en el siglo XX constituyó un lugar de veraneo para la gente de Barcelona.