Placeres de verano

Ruta por la Barcelona mágica y misteriosa: mapa e itinerario

Si eres de espíritu aventurero, te proponemos una ruta por los lugares más siniestros de la ciudad condal

La leyenda negra del Hostal del Lliri infiere un aire misterioso a la callejuela Flor del Lliri de Barcelona

La leyenda negra del Hostal del Lliri infiere un aire misterioso a la callejuela Flor del Lliri de Barcelona / Ricard Cugat

Andrea Gabarró

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Diversión, cultura, arquitectura, gastronomía e incluso magia y misterio. A Barcelona no le falta de nada. Tanto si eres amante de los escalofríos como si te van más las ilusiones ópticas, Barcelona tiene encanto para rato. Años de historia esconden un sinfín de leyendas y enigmas sin resolver.

Te proponemos una ruta que pone los pelos de punta, a partir de cinco historias recogidas por dos excelentes guías temáticas: Misteris de Barcelona per no dormir, de Sylvia Lagarda-Mata, y Guía de la Barcelona Mágica de Ernesto Ernesto Milá Rodríguez.

El Liceu, sobre un antiguo convento

El Gran Teatro del Liceo, situado en la Rambla, es uno de los edificios más representativos del paseo barcelonés. Todo un templo a las bellas artes donde se han representado las óperas más importantes en la ciudad. Sin embargo, desde su primera inauguración el 4 de abril de 1847, ha sido un lugar marcado por el misterio. 

Sus orígenes se remontan al 1837, en la Sociedad Dramática de Aficionados. Esta edificó su sede sobre las ruinas de un convento arrasado por un incendio en el mismo siglo. Durante las obras se encontraron restos de antiguos monjes, presagio que el misterio y la intriga marcarían para siempre este lugar.

A lo largo de su historia ha sufrido varios infortunios. El 9 de abril de 1861 se incendió por primera vez. Seis meses después se inundó. El 8 de abril de 1945 se desplomó parte del techo y el 31 de enero de 1994 se incendió por segunda vez. Se dice que después de cada desgracia siempre se ha encontrado en sus inmediaciones un papel con los siguientes versos: 

“Sóc un mussol

i vaig tot sol, 

si el torneu a aixecar, 

jo el tornaré a cremar” 

Gran Teatre del Liceu

Gran Teatre del Liceu / Europa Press

Hostal 'Flor de Lliri'

Antiguamente los hostales eran conocidos por sus exquisitos guisos. Cuanto mejores, más popular el antro. Caminando por el encantador barrio de Sant Pere en Barcelona, nos encontramos con la calle del Pou de la Figuera. Una calle oscura y con casas de piedra. A excepción de un agujero entre casas, donde debería estar el número 14.

Cuenta la leyenda que en 1950 muchos de los huéspedes que se hospedaban allí desaparecieron y nunca más se volvió a saber de ellos. Otros cuentan que había una habitación en la que el colchón se plegaba hasta asfixiar al huésped elegido, o que por la noche los mataban para robarles, los descuartizaban y se los daban de cenar a los otros clientes.

Hoy en día no podemos ver el Hostal -que habría sido popular por sus guisos, secretamente de carne humana- pero podemos pasear por la que era su entrada, que tiene un aire que congela. Además, cuenta la leyenda que, si se mira fijamente la pared se ven varias caras, supuestamente las de la gente que mataron. 

Calle de la Flor de Lliri, donde supuestamente estuvo un siniestro hostal de Barcelona

Calle de la Flor de Lliri, donde supuestamente estuvo un siniestro hostal de Barcelona / Joan Puig

Parada de metro Rocafort

En Barcelona hay paradas de metro fantasma y fantasmas en las paradas. La parada del metro de Rocafort (L1), una de las más antiguas de la línea roja (Hospital de Bellvitge- Fondo), es una estación a la que se atribuye muy mala estrella. 

Después de múltiples suicidios (incluidos cuatro en el intérvalo de un mes), se la conoció como la estación maldita. También se la conoce por los distintos accidentes que han sucedido en ella. Se dice que se han visto fantasmas caminando sobre la plataforma y las vías, actividad paranormal que incluso habría sido captada por las cámaras de vigilancia de la estación. Años antes de formar parte de la red de metro, el espacio había servido de refugio durante la Guerra Civil.

Estación de metro de Rocafort, en la L1

Estación de metro de Rocafort, en la L1 / Wikimedia - Pere López

Monasterio de Sant Pere de les Puel·les

El monasterio de Sant Pere de les Puel·les de Barcelona fue un monasterio benedictino femenino, fundado en el siglo X por el conde de Barcelona Sunyer I y su esposa Riquilda. Fue un convento extramuros rodeado de campos de cultivo, donde actualmente está el barrio de Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera.

Una de las historias más escalofriantes asociadas a este monasterio es la de la muerte del caballero Pere Pals. Según la tradición oral, cuando hay luna llena, si vienes a las doce de la noche, aún se puede oír a una mujer llorar. Pere Pals era un caballero soltero que vivía en el barrio de Sant Pere y siempre que podía iba a la misa que se ofrecía en el monasterio para ver a su amada, una novicia. El amor a primera vista de los dos jóvenes fue tan profundo que acordaron huir juntos, pero al llegar la cita de la escapada -una noche de luna llena a medianoche- la novicia vió cómo los lobos devoraban al caballero cuando acudía en su busca. 

Monasterio de Sant Pere de les Puel·les, en Barcelona

Monasterio de Sant Pere de les Puel·les, en Barcelona / Ayuntamiento de Barcelona

Carrer de Joaquín Costa

En la calle Poniente de Barcelona, la actualmente llamada Joaquín Costa, muy cerca del bar Casa Almirall, estaba la casa de la famosísima 'Vampira del Raval'. Enriqueta Martí fue condenada como presunta asesina de niños a principios del siglo XX, aunque la historiografía moderna ha puesto en duda los secuestros, torturas y proxenetismo que se le atribuyeron. Incluso se la acusó de extraer la sangre de sus pequeñas víctimas para hacer tónicos contra la tuberculosis, de ahí su apodo.

Fue capturada tras la desaparición de una niña llamada Teresita, a quien sus padres buscaron tediosamente hasta que fue reconocida a través de una ventana de la casa de Martí. Durante décadas se atribuyeron a su finca sonidos parecidos al lamentos de niños encerrados en el sótano. 

Vista de la calle de Joaquín Costa de Barcelona

Vista de la calle de Joaquín Costa de Barcelona / JUAN CAMILO MORENO

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