Dónde comprar regalos para toda la familia en Barcelona

Las fiestas hay que desenvolverlas con alegría, por mucho que se te dibuje la sonrisa tiesa de un 'tió' solo con recordar a tu suegra desgañitarse cantando villancicos por Zoom el año pasado. La Navidad se pasa mejor si pones de tu parte y regalas algunas alegrías. Así que quita esa cara de Grinch, anúdate la guirnalda y vamos a buscar sorpresas. Estos son los regalos para toda la familia que jamás se le ocurrirían a Papá Noel.  

1. Para el amigo invisible

Bazares fantásticos

Te ha vuelto a caer el jefe en el amigo invisible. Odias los lugares comunes, te pone el reto de encontrar algo original. No vamos a renegar del socorrido Tiger, porque nos ha salvado la vida en mil y una ocasiones con sus gadgets, juguetitos y caprichos. Este año tienen envoltorios molones a los que puedes dar forma de Papá Noel vía tutorial, con papel de regalo procedente de explotaciones forestales responsables. 

Tú buscas algo extraordinario contra la vulgaridad. Difícil encontrar un mogwai en un bazar remoto, pero seguro que una visita a Fantastik (Joaquín Costa, 62) te pone las pupilas en órbita. Este templo de lo insólito tiene una mareante cantidad de objetos originales provenientes de México, India, China, Marruecos y Rusia, entre otros. Juguetes, menaje, decoración, hay de todo. Puedes decidirte por una rana de hojalata retro, algún juego de mesa indio, o una máscara de papel. Aunque se te cae la baba especialmente con la muñeca Nevaliashka, ese tentetieso con cascabel de fenomenales aires retro, un juguete muy popular en los países del bloque comunista. Un regalo multicultural, colorido y con historia para quedar bien en la oficina o con esos compromisos inesperados, como la enésima novia de tu hermano díscolo.

2. Para el cuñado insufrible

Remedio contra bichos 

Hay que hacerle un regalo al cuñado. Aunque sea para cerrarle la boca. Para combatir ese multiverso de perogrulladas, mansplainings, chascarrillos y teorías conspiranoicas, lo mejor es tomar la iniciativa. Al plasta terraplanista se le planta un globo terráqueo, un planisferio o una carta náutica de Llibreria Monimoon (Pau Alsina, 55). Al sabelotodo que sigue dando la turra con las mascarillas, un pasamontañas buff de Cuylás (Via Augusta, 37). Pero que se lo ponga del revés. Al trol incel le puedes llevar un patito-orco de Tierra Media, en Galeries Maldà (Portaferrissa, 22). Se le desencajará el gesto con la frikada.  

A ese machirulo baboso que te tira la caña con tu hermana delante sería maravilloso que le pusieran en vereda en la sección de feminismo para señoros de La Carbonera (Blai, 40), o darle unas entradas para la expo 'Constelación gráfica' en el CCCB (Montalegre, 5). Aunque no descartemos ese nuevo arnés anticonceptivo que están probando en Francia. Eso sí, con alambres ad hoc. A ver si se descontruye un poco, o se destruye directamente. Para cualquiera de esos sabelotodos del averno que no dejan acabar ninguna frase en la mesa, nada como un bozal para perros de Fauna Viva (Sant Iscle, 23). Y el último recurso: subirte encima de la mesa y cantar aquella popular canción de los turrones, pero con un pronombre personal añadido: Vuelve, a tu casa vuelve, por Navidad.

3. Para la jefa del clan

Mamá, mamá, mamá

Tenemos clarísimo que si hay un ser sobrenatural que consigue que reine la armonía mientras las viandas y las copas desfilan Navidad tras Navidad, esa es la mama. Por eso este año la vamos a sacar de casa a ritmo de Rigoberta Bandini. Que se dé un homenaje a lo grande mientras el resto se curran la comida. Puedes sorprenderla llevándola a media mañana al spa Aire (paseo de Picasso, 22), relax absoluto entre masajes y baños termales para comenzar el día. Después, un menú degustación en Xarcuteria La Pineda (Pi , 16), con su copita de cava y jamón ibérico en un ambiente rústico sensacional. También os podéis llevar provisiones a casa. Para rematar, un ramo de Maria Ponsà Flors (Rambla de Catalunya, 124) o alguna maravilla de OMG BCN (Corders, 7). Su repertorio de ítems de diseño y arte con firma local es infinito: láminas ilustradas, bolsos de material reciclado Wouf, camisetas serigrafiadas de A Go-Go Prints, móviles estilo Calder… Todo finísimo. Tras tanta alegría, tocará sentarse a la mesa y puntuar esa sopa de galets que han cocinado los hombres de la casa como si estuvierais en 'Joc de cartes'. Brutal.

4. Para el padre paciente

Qué bello es reír

En estas fechas tan empachadas, ese paterfamilias de gesto amable y mirada perdida que se conforma con unos socorridos calcetines mientras todo el mundo enloquece con la consola o el modelito de turno se merece un atracón de risas. El papa, que no pone mala cara ni con ese carro de suspensos ni con las seis multas de coche del año pasado, se ha ganado un regalo de la tienda más ingeniosa de la ciudad, La Llama Store (Villarroel, 34). Allí los ojos hacen chiribitas entre libros de humor y juguetitos desternillantes. Lo primero que coges sin pensar son esas manos diminutas que generan la ilusión de haber crecido de tus dedos. Ya ves a tu progenitor aplaudiendo sarcásticamente con ellas al suegro. También triunfa echar una partida a 'Hoy se sale', parodia de las noches de bar en forma de juego de cartas con ilustraciones de Paco Alcázar. Tampoco descartas el cojín de pedos (ojo que no lo pille el cuñado) o la riñonera-barriga: la risa padre. 

5. Para la suegra fina

Clase chic

Ella es muy elegante. Y le encanta la Navidad. Como te imaginas que ya se ha pasado por Käthe Wohlfahrt (Banys Nous, 15) para hacerse con alguno tesoro de la tierra de Santa Claus, este año a tu suegra le vas a traer algo del Festivalet, el mercadillo de diseño y artesanía independiente que se celebra los días 17 y 18 en Fabra i Coats (Sant Adrià, 20). Un ovillo de Lalanalú o esos pendientes Hand de Materia Rica le harían mucha gracia, seguro. Otra opción es perderte por los meollos del Born y hacerte con alguna pieza de diseño local de Ivori(Mirallers, 7) o Colmado Shop (Brosolí, 5). En Gràcia también podemos encontrar diseños de autoras como Ana Tichy (Encarnació, 39) o Emma Pardos (Sant Gabriel, 8). Lo fina que va a quedar con una de esas blusas, sombreros o bolsos que no se encuentran en los grandes almacenes. La harás sentir exclusiva, y te va a amar para siempre.

6. Para los adolescentes

Cosas raras

Están metamorfoseando. Les aburres, adoran lo extraño y que la luz del móvil bañe su cara a todas horas. Más allá de recomendarles alguna youtuber con algo interesante que contar como Ter, estas Navidades apuestas por lo analógico para los adolescentes. Con el futbolín de RS Barcelona (Còrsega, 365) tal vez consigas que jueguen juntos. Al menos el diseño les encantará. Para ver reflejadas sus tortuosas experiencias post-infantiles, en Antifaz Comic (Gran de Gràcia, 239) te pueden servir extrañeza adolescente en viñetas impactantes como las de 'Agujero negro' de Charles Burns o 'Ghost World' de Daniel Clowes. A ella que le gusta lanzar cortes y vestir estilosa cual Wednesday Addams, ruta por tiendas retro. En Bogo Vintage (Portaferrissa, 9) tienen vestidos victorianos imbatibles para epatar en el insti. 

7. Para los iaios

El último clásico

Para ellos que nos lo han dado siempre todo, hay que afinar la sensibilidad. Los abuelos se merecen regalos tan auténticos y candorosos como ellos mismos. El día del gran banquete, nada como sacar una antigua vajilla de las que recuperan en Bon Vent (Argenteria, 41). Tienen copas y platos de cerámica de la Bisbal, candelabros y otras maravillas en vidrio de Mallorca, además de cálidas lámparas y jabones naturales. Atención a sus adornos navideños, son todo candor. También da mucho cariño el bol con patas y las tazas hechas a mano de Adarbakar (Sant Pere Més Baix, 56). Ojo, porque hay una marca de ropa que se llama Iaios. Reciclan sobrantes textiles para hacer ropa inspirada en la de antes. Cosa fina, un jerseicito de esos. Pero casi seguro que lo roban los chavales de la casa. 

8. Para los peques

Alta fantasía

En 'Padre en apuros', el tío Arnie (Schwarzenegger) luchaba contrarreloj por conseguir una figura de Turbo Man en pleno centro comercial. Si no quieres pasar por esa rueda turbo-capitalista, chívale al tió, a los Reyes o a Santa que en casa solo confiáis en tiendas cercanas y artesanales. En Londji (Princesa, 49) tienen unos juguetes rústicos que enriquecerán el imaginario y el tacto de los pequeños de la casa. Mira esos yoyós clásicos, los arbolitos navideños y los libros de actividades. Fabre (Aribau, 84), la librería más antigua de Barcelona, atrae desde su escaparate con un fabuloso despliegue de cajas de música, muñecas alemanas, peluches de animales y esos fabulosos juegos de construcciones con tablillas de madera. Eso sí, cuidado con el cuñado, que se apoderará de las piezas para jugar haciendo ruiditos molestos. La Navidad, sin sorpresas.

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