FIESTA 'GAMER'

Checkpoint Gaming: una noche juguetona

En este 'afterwork' están las cartas sobre la mesa. Y tableros y todo tipo de juegos. Cada miércoles de ocho de la tarde hasta la medianoche

Checkpoing Gaming

Checkpoing Gaming / periodico

Abel Cobos

Abel Cobos

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Es de noche. Una decena de personas sentadas alrededor de una mesa, con las manos llenas de cartas, mirándose atentos, escudriñando cada uno de sus movimientos. Sobre la mesa, cada jugador tiene una pistola, dispuestos a soltar el gatillo más rápido que Pablo Escobar. Un jugador levanta una carta y, con una media sonrisa, ¡pum!. Su enemigo está muerto. Podría ser una partida ilegal de póquer, pero no. Sus pistolas son de goma, están jugando al juego favorito de la trama 'Gürtel': 'Cash and guns', en el que los participantes son un grupo de criminales que se van eliminando entre ellos hasta hacerse con el botín. 

A medida que entra la noche, van llegando más asistentes, cuya media de edad ronda entre los 25 y los 40. Se miran con detenimiento las cajas de juegos, intentando averiguar en qué consisten, deseando encontrarse alguna cara conocida, como la oca o el parchís. En cuanto se deciden, se van distribuyendo por las mesas del bar <strong>Checkpoint Gaming</strong> (Bailèn, 43). Están en un 'afterwork' donde el hielo se rompe a base de tirar dados . Pau, André y Donato lo organizan cada miércoles de ocho de la tarde hasta la medianoche. 

Duelos de rapidez

Duelos de rapidezUna pareja de recién llegados mira tímidamente qué juego parece más divertido. Se deciden por la mesa que está con el 'Speed jungle', un juego que requiere más velocidad que comprar entradas para un concierto de Rosalía. Se van sacando cartas, y cuando dos coinciden en la misma figura o color, se enfrentan en un duelo de rapidez para ver quién agarra antes un cilindro de madera. Un juego típico de patio de instituto que ha desatado peores conflictos que el trío de las Azores y que también se conoce como 'el mechero', porque era este el objeto que se ponía en medio.  

"Tenemos muchos tipos de juegos, y cada semana van cambiando", explica Pau a los que van llegando, dándoles la libertad de elegir un tablero. Por supuesto, el criterio para escogerlo son las necesidades de cada momento: "'El espía que se perdió' sirve para socializar y conocer gente, el 'Código secreto', para aprender vocabulario y hacer 'language exchange', muy útil cuando hay extranjeros, el 'Catán' es para partidas más largas, el 'Speed jungle', para partidas cortas, y el 'Monkidu', un juego de mímica que solemos sacar cuando somos pocos y ya no hay vergüenza", detalla. 

Pero la cosa no va solo de juegos de mesa, también tienen videojuegos, aunque estos corren a cargo del bar. "Aquí están todas las consolas, desde la N64 y la Play 1 hasta la Xbox One o la Switch", asegura Domingo, el propietario. Todas son sacadas de su colección personal, por lo que hay juegos clásicos y descatalogados de los 90 que solo se encuentran aquí, uno de los principales atractivos del local. "Sí, soy un 'gamer' de toda la vida", confiesa con cierto orgullo. 

Espíritu 'arcade'

Espíritu 'arcade'Empezaron a organizar estas sesiones nocturnas de juego hace un mes. Ellos buscaban un local, y Domingo acababa de abrir el bar de 'gaming' y quería dinamizarlo. "Fue como un 'match' de Tinder, una unión muy natural", explican Pau y Domingo con una sonrisa como si estuvieran en el confesionario final de 'First dates'. 

Aunque Pau, André y Donato se organizan a través de la web Meetup, no todos llegan por esa vía. "Algunos son amigos de amigos, otros de Facebook", explican. Aun así, muchos llegan atraídos por el espíritu arcade del bar. Bajo el cartel de entrada, en la calle, Domingo ha colocado un televisor con una consola con la que jugar al Tetris noventero. Pasa por delante una pareja que lo ve y queda atrapada como un mosquito en una telaraña. En cuanto acaban una partida, entran y curiosean un poco. Se ponen a jugar al 'Smash', el mítico multijugador de lucha de Nintendo, y tras darle un rato a los mandos, preguntan si se pueden unir a un tablero.

La acogida a esta iniciativa ha sido muy buena. Muchas veces se llena el local, aunque todavía no han tenido que restringir el aforo. Para prevenir, han decidido organizar otro juego: los domingos de rol, en el que juegan al mítico 'El pueblo duerme'. "Si queréis venir, es cada domingo en el mismo sitio a la misma hora", recuerda a un grupo de amigos que se despide por hoy. 

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