CITA ANUAL EN LA CALLE ROSSELLÓ
Lloyd Cole y familia
El cantautor pop británico es una de las atracciones del cartel del BAM en la Antiga Fàbrica Estrella Damm, donde recorrerá su cancionero de los años 80 y 90 con la ayuda de su hijo William
Jordi Bianciotto
Periodista
JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA
Un cantautor pop de prestigio, con raíces en los años 80, el británico Lloyd Cole, es una de las figuras que el BAM programa este fin de semana en la programación anual de la Antiga Fàbrica Estrella Damm. El que fuera líder de Lloyd Cole & The Commotions es una de las atracciones de este sábado (19.45 horas), de un cartel que comenzará a andar a mediodía con el grupo mallorquín Da Souza y que incluye las actuaciones de Emilio José e Os Indígenas, The Goon Sax, Sr. Chinarro, C. Tangana y Triángulo de Amor Bizarro.
Lloyd Cole lleva un tiempo debatiéndose entre la reformulación de su lenguaje como creador de canciones en la tradición del rock y el folk, y la aventura electrónica: ahí está su último y abstracto disco, ‘1D’ (2015). Pero a Barcelona vuelve cargado con su cancionero más reconocible en un recital titulado ‘Playing the classic Lloyd Cole songbook 1983-1996’. “Material que es considerado clásico por tanto por mí sino por comentaristas y críticos. ¿Será la única ocasión de verme tocando esas canciones? Ya veremos”, explica a este diario respondiendo a un cuestionario por correo electrónico.
CAJAS ANTOLÓGICAS
La parte más antigua de ese repertorio, la de The Commotions, fue recopilada el año pasado en un ‘boxset’ al que se sumará en los próximos meses otro que cubrirá su primer período en solitario. Esos lanzamientos “hacen que tenga sentido salir de gira con esas canciones”, estima. La novedad la pone el formato: Lloyd Cole cuenta con su hijo William a la segunda guitarra. “Un gran músico, si no, no estaría ahí conmigo. Contribuye a mis canciones tanto como en su día Neil Clark o Robert Quine; es tan abierto y consistente como ellos”, apunta aludiendo al guitarrista de The Commotions y al fallecido cómplice de Lou Reed, que le acompañó en sus primeros pasos como solista.
El álbum de debut de Lloyd Cole and The Commotions, ‘Rattlesnakes’ (1984), era tan brillante, con su neoclasicismo a la americana, de gran fuerza emotiva en canciones como ‘Patience’, ‘Forest fire’ o ‘Are you ready to be heartbroken?’, que es posible que la banda fuera víctima de sí misma. ‘Easy pieces’ (1986) resultó más frágil, y ‘Mainstream’ (1988) subió el listón demasiado tarde. “Todo lo que queríamos era que cada disco fuera distinto al anterior aunque quizá le dimos demasiadas vueltas y nos complicamos la vida”, estima desde la distancia. “No nos pusimos de acuerdo en si queríamos ser los Talking Heads o los Rolling Stones y no llegamos a identificar nuestra propia voz, lo cual es un poco triste”, reflexiona.
La vía electrónica la abrió, ya en solitario, con ‘Plastic wood’ (2001), y sigue viva sin ningún miedo aparente de confundir al público. “Quizá mi contable lo tenga”, ironiza. “Sigo buscando cosas nuevas como compositor, y algunas de ellas vienen a través de la electrónica”, añade. Y se reconoce en un cruce de caminos. “Creo que tengo una única voz, una estética. Si acepto eso, ¿por qué debo mantener separadas las canciones y la electrónica?”, se pregunta. Mientras se decide, el BAM le acoge en su forma más esencial. Y familiar.
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