El PP asume ya el crecimiento del PSOE también en Catalunya y lo achaca a su "entreguismo al independentismo"

El PP esperaba un resultado mucho mejor en el País Vasco y eso que, como están repitiendo estas horas, el número de votos ha crecido el 60%: de 60.000 a casi 100.000. Ese aumento en papeletas solo se ha traducido en un escaño (pasando de seis diputados a siete), pero no ha ido acompañado ni de la caída de Vox, que ha mantenido su única diputada, ni tampoco ha dañado al partido socialista en Euskadi. El PSE será allí indispensable para que el PNV, ganador de los comicios, pueda gobernar.

Este expediente arroja de nuevo al PP a la irrelevancia en el País Vasco, la misma intrascendencia que tiene en Catalunya desde hace más de dos lustros. En esta comunidad, que votará el 12 de mayo en las elecciones al Parlament, el PP cuenta con tres escaños frente a los 11 que sacó Vox hace tres años. La radiografía que muestran las elecciones del domingo en Euskadi ha puesto en tensión a los dirigentes populares, aunque se resisten a la autocrítica. En la sede de Génova se habían planteado este ciclo electoral (que empezó con las gallegas y acabará el 9 de junio con las europeas) como una exhibición del poderío de Alberto Núñez Feijóo y la muestra de debilidad de Pedro Sánchez, algo que en este asalto no ha logrado. La intranquilidad la puso en evidencia el portavoz nacional, Borja Sémper, este lunes. En la intervención que llevaba preparada antes de la rueda de prensa se puso la venda antes de la herida. "Si el PSOE ha ascendido en el País Vasco, puede hacerlo también en Catalunya. Es una previsión razonable, pero no les quepa la menor duda de que, si el rechazo [al presidente del Gobierno] es menor en estas dos comunidades autónomas, entendemos que es por el entreguismo del PSOE, con Sánchez a la cabeza, al independentismo", aseguró el portavoz.

Los populares inician la precampaña al Parlament con un resultado en Euskadi peor del esperado

Preguntado por si ese posible crecimiento en Euskadi y Catalunya se podía ver como un "premio" a Sánchez por sus pactos en Madrid con independentistas y nacionalistas, Sémper respondió recordando el zarpazo al poder territorial que el PP dio al PSOE en las autonómicas del año pasado: ahora los socialistas solo gobiernan en tres comunidades, antes en nueve. En su opinión, Sánchez no trabaja como un líder de "un partido de Estado" y es una "auténtica máquina de generar independentistas".

Obviar a ETA

A Sémper también se le preguntó si en el PP hacían algo de autocrítica por el ajustado resultado en Euskadi y por el hecho de que hubieran diseñado una campaña más centrada en los temas sociales y económicos y menos "ideológica". El portavoz de los conservadores se revolvió ante la pregunta y defendió que su cabeza de cartel, Javier de Andrés, se hubiera volcado en la denuncia del mal estado de la sanidad y el precio de la vivienda, entre otros asuntos. "Esto es capital, esto no es tecnocracia, esto es política de primer nivel", espetó.

En algunos sectores, sobre todo del entorno de Isabel Díaz Ayuso, se considera que ha sido un error obviar el tema de ETA en los mítines, justo lo contrario que el PP ha hecho estos últimos años. De hecho Ayuso fue la semana pasada a un mitin en Bilbao y, siguiendo las indicaciones de los estrategas de campaña, no mencionó a la banda terrorista.

La estrategia en Catalunya

En Catalunya, aseguró Sémper, auguró que van a hacer "lo mismo", a "hablar de lo que afecta directamente a los catalanes en su día a día" y, "adicionalmente", de "un modelo alternativo que de una vez por todas limpie la toxicidad que existe en Catalunya de división y de ruptura entre catalanes".

Apenas una hora y media después, Alejandro Fernández, el candidato del PP a la Generalitat, publicó un mensaje en la red social X (antes Twitter). Según él, iba dirigido a Ciudadanos y Vox, aunque algunos diputados y senadores se lo pasaron unos a otros divirtiéndose por la supuesta pulla a Sémper. "Tengo clarísimo quienes son mis rivales en estas elecciones: los separatistas y quienes les sostienen. Punto. Y no pienso dedicar ni medio segundo a otra cosa que no sea ofrecer una alternativa a su decadente 'proceso'", escribió Fernández.