"Tengo todo el tiempo del mundo"

Sánchez da la amnistía por hecha y descarta cambiar de rumbo tras el batacazo en Galicia

El presidente considera que la única lectura nacional de las recientes elecciones en la autonomía es que Feijóo ha superado el "plebiscito" dentro del PP

El PSOE se hunde en Galicia y fracasa en su intento de tambalear a Feijóo

Junts desconfía de Sánchez para los Presupuestos: "Ningún gobierno ha cumplido"

Pedro Sánchez durante su comparecencia en Rabat.

Pedro Sánchez durante su comparecencia en Rabat.

Juan Ruiz Sierra

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Cuatro días después del enorme descalabro sufrido por los socialistas en Galicia, donde pasaron de 14 a 9 diputados y no lograron desbancar al PP de la Xunta, y con la amnistía pendiendo de un hilo por los recelos de Junts, a Pedro Sánchez se le ve tan tranquilo y confiado en sus posibilidades como siempre. “La legislatura durará hasta 2027. Tengo todo el tiempo del mundo para tramitar iniciativas”, señaló este miércoles el presidente del Gobierno en un encuentro informal con periodistas durante el vuelo que le ha llevado a Rabat (Marruecos), donde fue recibido por el rey Mohamed VI.

Pero ese amplio espacio temporal del que presume el líder socialista depende de que se apruebe la ley de la medida de gracia, que el partido de Carles Puigdemont rechaza en su redacción actual, al considerar que el expresident de la Generalitat, investigado por terrorismo en el caso del Tsunami Democràtic, no queda lo suficientemente protegido frente a la ofensiva de jueces como Manuel García-Castellón, de la Audiencia Nacional. Sin ella, puede decaer todo, empezando por los Presupuestos Generales del Estado, ya que los siete escaños de Junts resultan indispensables en cada una de las iniciativas. El límite para que los socialistas, que cuentan aquí con el apoyo de ERC, y los posconvergentes lleguen a un acuerdo en el Congreso de los Diputados termina el próximo 7 de marzo, tras la aprobación de una prórroga de 15 días por parte de la Mesa de la Cámara baja. 

Sánchez no tiene ninguna duda. El carpetazo judicial al ‘procés’, aseguró, saldrá adelante. El jefe del Ejecutivo evitó dar cualquier detalle sobre la negociación, más allá de insistir en que la ley no incluirá el terrorismo y la alta traición entre los delitos susceptibles de ser amnistiados, porque algo así va en contra de los convenios europeos y sería tumbado con toda probabilidad por el Tribunal Constitucional. Pero no descartó contrapartidas a Junts que vayan más allá de la propia ley.  

“Es importante trasladar mi convicción que esa importante ley para la superación de todo lo que aconteció en 2017 desde el punto de vista judicial sea constitucional y tenga todas las garantías jurídicas”, dijo el líder socialista, horas más tarde, durante una comparecencia tras entrevistarse con el rey Mohamed VI. Frente a las tesis de Junts, Sánchez insistió en que la norma, tal y como está, “cubre todos los supuestos, toda la casuística que involucró a cientos de personas”.

Las tres lecciones

A partir de aquí, Sánchez no proyecta ningún cambio en el rumbo del Gobierno. Todo seguirá como hasta ahora, subrayó el presidente, a pesar de la severa derrota sufrida el pasado domingo en las urnas gallegas. La única lectura nacional de los recientes comicios, argumentó, es la que ofreció Alberto Núñez Feijóo, al hablar de un “plebiscito” sobre su liderazgo en el PP. “Él está en pie, en la oposición, y yo también, en el Gobierno. Y así seguiremos hasta 2027”, señaló durante la comparecencia posterior, en la que ironizó sobre el supuesto “cambio de ciclo” político que según el PP ha comenzado. “Fíjese las veces que puede cambiar el ciclo, de aquí a cuatro años”, dijo.  

Sánchez, que se jugaba en Galicia mucho menos que Feijóo, y extrae tres lecciones de la debacle. Ninguna afecta al Gobierno central. Por un lado, la necesidad, como señaló el pasado lunes a la ejecutiva del PSOE, de construir liderazgos territoriales fuertes, dentro de una coyuntura en la que la mayoría de las federaciones del partido, tras los malos resultados de las autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo, ya han iniciado el proceso para cambiar sus direcciones. Por otro, la “dualidad del voto” en esta comunidad. Los socialistas obtuvieron el pasado 28 de mayo, en los comicios municipales gallegos, 420.377 votos. Casi dos meses después, en las generales del 23 de julio, el apoyo ascendió a 486.832 papeletas. El pasado domingo, en cambio, el candidato socialista a la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, solo obtuvo 253.750, poco más de la mitad. Y por último, la presunta necesidad de que el “cambio” en aquellos territorios donde gobierna el PP lo comande el PSOE, en lugar de fuerzas soberanistas como el BNG, porque estas, según el relato del presidente, suelen provocar una reacción muy fuerte en el electorado tradicionalmente conservador. 

Pero ese será un trabajo largo, de fondo, asume Sánchez, que a pesar de todas las incertidumbres que se ciernen sobre él continúa apostando por culminar esta legislatura, como ocurrió en la anterior. Hay casi cuatro años por delante. “Todo el tiempo del mundo”, dijo.