Sánchez se examina ante el Parlamento Europeo por la presidencia española de la UE y Puigdemont pide intervenir

La presidencia española de la UE, que dura un semestre y acabará el 31 de diciembre, ha tenido durante todo este tiempo un componente excepcional, marcado por las elecciones generales de este verano, hasta el punto de que lo que debería haber sido el principio terminará teniendo lugar al final. Pedro Sánchez comparecerá este martes a las 10.30 horas en el Parlamento Europeo, en Estrasburgo, para dar cuenta del mandato que está a punto de finalizar. El jefe del Ejecutivo debería haber rendido cuentas al principio, en julio, pero el adelanto de los comicios, tras el descalabro que sufrió el PSOE en mayo en autonomías y municipios, hizo que la Moncloa decidiese que era mejor retrasarlo para que no contaminara la campaña. Así que ahora, después de posponerlo en otras ocasiones por el proceso de investidura, el presidente del Gobierno hará balance en lugar de presentar las líneas generales.

Bélgica se compromete a debatir la oficialidad del catalán en su presidencia de la UE

Fuentes oficiales de la Moncloa aseguran estar “muy satisfechas por los logros llevados a cabo” durante estos meses en el plano comunitario. Sánchez se detendrá en ellos durante su intervención inicial: de la cumbre entre la UE y América Latina al cierre de expedientes sobre inteligencia artificial y la ley de materias primas, pasando por los avances en el complejo pacto de migración y asilo. Lo que no aclaran los colaboradores del líder socialista es si hará mención en ese primer discurso a la amnistía, uno de los asuntos que protagonizarán la comparecencia. 

El líder socialista no tiene previsto ningún encuentro con Puigdemont

La estrategia del PP

El PP ya ha dejado claro que quiere preguntar por el controvertido carpetazo judicial al ‘procés’ a cambio del apoyo de ERC y Junts a la reelección de Sánchez. “Tendremos un debate sobre el Estado de Derecho en España”, anunció el martes el líder de los populares en la Eurocámara, el alemán Manfred Weber, quien acusó a Sánchez de haber dejado un lado la presidencia de la UE para centrarse en la negociación con el independentismo catalán. “[Sánchez] Ha estado muy ocupado en otras cosas durante los últimos meses. No ha estado concentrado en la presidencia. Su prioridad era otra”, dijo.

Y junto a los ataques del PP, cuya estrategia pasa por llevar la amnistía a los debates europeos, también estará en Estrasburgo el dirigente que personifica esta iniciativa más que ningún otro: Carles Puigdemont, quien se beneficiará de la ley que recoge medida de gracia cuando entre finalmente en vigor, después de que el Congreso votase el martes a favor de su admisión a trámite. 

El expresident de la Generalitat, que es eurodiputado, intevnderá en el debate. Pero en la Moncloa, donde se intenta trasladar el foco de la amnistía a las medidas sociales que se quieren aprobar durante la legislatura, evitan anticipar escenarios a los que tendrá que enfrentarse Sánchez, pero Puigdemont ha pedido la palabra para pronunciarse en el pleno. “El presidente siempre está preparado para todos los escenarios. Sabrá reaccionar”, señalan en su equipo. Y si se cruzara con Puigdemont por los pasillos, Sánchez “mantendrá los niveles de elegancia y cortesía propios”, como cualquier otro eurodiputado. Pero no está previsto ningún encuentro con Puigdemont. Tras su comparecencia, el líder socialista viajará a Bruselas para participar primero en la cumbre con los Balcanes occidentales y después en el Consejo Europeo.